290 núcleos rurales de Galicia pendientes del visto bueno de Europa para tener cobertura

Mónica Pérez Vilar
mónica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Dos mujeres buscando cobertura en una aldea de Cervantes
Dos mujeres buscando cobertura en una aldea de Cervantes ALBERTO LÓPEZ

El teléfono móvil aún no está considerado servicio básico en la Ley General de Telecomunicaciones

31 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El móvil se ha vuelto en pocos años una herramienta indispensable, y para muchos resulta impensable no poder realizar una llamada desde cualquier lugar. Sin embargo, por toda Galicia hay zonas en las que la cobertura móvil es inexistente y hasta llamar a emergencias requiere un desplazamiento. 290 de esos núcleos, repartidos por 65 concellos, podrían ver solucionado su problema próximamente. La Xunta publicó a primeros de año una convocatoria de ayudas a los operadores de telefonía para que desplieguen sus servicios en estos puntos. Además del presupuesto de cuatro millones en subvenciones, el organismo público Retegal construye las torres de comunicación necesarias y los ayuntamientos ceden los terrenos para las mismas.

Desde Amtega (la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia) explican que la convocatoria ha conseguido respuesta por parte de los operadores, que han presentado propuestas interesantes a la subvención. Sin embargo, resta un paso importante. La Comisión Europea debe dar el visto bueno a la operación.

«Estas cuestiones van más lentas de lo que nos gustaría, pero somos optimistas. Es un proyecto muy trabajado, la Comisión Europea está informada desde el minuto uno, tiene todos los datos y toda la documentación, hemos tenido varias reuniones, todo va en la buena dirección», apunta desde la Amtega el ingeniero Javier Páez.

Las reticencias comunitarias suelen llegar desde el área de la competencia, que recientemente puso pegas, por ejemplo, al plan de subvenciones al 5G planteado por el Estado español. Con todo, Páez argumenta que ambos proyectos no son comparables. Para empezar, el estatal está dotado con 2.000 millones, y el gallego, con cuatro. Además, el del Gobierno central iría dirigido a poblaciones de hasta 20.000 habitantes, que Europa todavía considera suficientemente atractivas para los operadores sin necesidad de fondos públicos. En el caso de la convocatoria gallega, el núcleo con más habitantes sobre el que se prevé actuar tiene 400 residentes. De hecho, solo nueve de los 290 superan el centenar de habitantes. Es decir, se trata de zonas que difícilmente pueden interesar a las compañías telefónicas, por lo que una ayuda pública no distorsionaría ninguna competencia.

«¿Con quién compites por dar cobertura a una aldea que no les interesa a las empresas por la inversión que requiere atender a tan poca población?», reflexiona Javier Páez, que apunta que Bruselas ya ha dado luz verde a proyectos similares de mejora de la telefonía móvil con fondos públicos en pequeñas áreas rurales del norte de Italia. Estas iniciativas, para zonas alejadas de cualquier entorno urbano y con bajas densidades de población sí parecen encajar en la filosofía europea de extender la mejora de las telecomunicaciones a todos los territorios de la Unión.

Competencia del Estado

Las reticencias de Europa a subvencionar la telefonía móvil no son los únicos escollos que sufre Galicia a la hora de mejorar sus ratios de cobertura. Las actuaciones en el ámbito de las telecomunicaciones son competencia del Estado, y desde el año 2015 las comunidades autónomas necesitan autorización del Gobierno central para cualquier iniciativa que pretenda impulsar la mejora de estas redes. Además, es el Ejecutivo español quien gestiona todos los fondos europeos destinados a esta materia.

Esto puede suponer problemas si las convocatorias y proyectos se hacen sin tener en cuenta las peculiaridades de orografía y dispersión gallegas, que complican especialmente la extensión de las redes de comunicación. Teniendo en cuenta que el 40 % de los gallegos viven en núcleos de menos de 500 habitantes, resulta importante que las ayudas comprometan a los operadores a actuar en zonas geográficas concretas y no solo a cubrir un número determinado de viviendas.

Servicio universal

Con la vista puesta en la banda ancha, de suma importancia, también hay una tendencia a centrar los esfuerzos en este campo, y olvidar la telefonía sin hilos, sobre la que todavía presentan quejas muchos concellos gallegos. Y es que pese a su importancia, contar con un servicio de móvil sigue sin ser considerado un derecho recogido dentro del servicio universal que incluye la Ley General de Telecomunicaciones. «Hemos reclamado muchas veces y por distintas vías al Gobierno central este cambio. Hay que actualizar la normativa, de modo que sea preciso aumentar la cobertura, pero de momento no han dado ese paso, y es una competencia exclusiva suya», comentan desde la Amtega.

Actualmente, el servicio universal marca el derecho de todos los españoles a contar con telefonía fija e Internet de al menos 1 Mbps (megabites por segundo). Desde Galicia, se reclama que se incluya también como básico contar con cobertura móvil de Internet y voz, así como aumentar la velocidad de acceso a Internet.