El presidente de la Xunta conversó con el pontífice, «que conoce a los gallegos y que tiene una relación de afectividad con nuestro pueblo, eso ayuda mucho»
14 jun 2021 . Actualizado a las 19:56 h.El presidente de la Xunta fue recibido este lunes en el Vaticano por el papa Francisco, inicialmente con el ánimo de expresarle el «agradecimiento de Galicia» por haber concedido una generosa ampliación del Año Santo Compostelano hasta el 31 de diciembre del 2022. Pero era evidente que la delegación gallega, encabezada también por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, iba a tratar de tantear la posibilidad de que se produzca una visita papal en los próximos meses para celebrar el doble año jacobeo.
Esa «invitación formal» está oficialmente trasladada, y por las palabras de Alberto Núñez Feijoo al término de la audiencia apuntaría al año 2022, con la esperanza de que la pandemia esté controlada para entonces y que puedan celebrarse actos públicos semejantes a los de las tres visitas anteriores de papas a Galicia, dos por parte de Juan Pablo II (1982 y 1989); y la última, más reciente, de Benedicto XVI (2010).
El político gallego vio a Francisco «contento y receptivo con los gallegos», comunidad con la que entabló contacto a través de la diáspora. Bergoglio recordó la impronta de los emigrantes en su tierra, Argentina, con detalles sobre sus preferencias vitales en la capital bonaerense, y le recordó las calles y barrios en los que vivían o el influjo que ha ejercido históricamente el Centro Gallego en su ciudad natal. «Este papa conoce a los gallegos, tiene una relación de afectividad con nuestro pueblo, eso ayudará mucho», reflexionó Feijoo sobre el éxito que haya podido tener la invitación, cuya respuesta o hipotético anuncio dejó en manos de la Iglesia.
En la conversación surgió, inevitablemente, la situación de la pandemia en Galicia. El líder gallego le trasladó al papa Francisco la posibilidad de que a finales de verano haya en la comunidad un nivel de inmunización «importante», además de destacar que la región ha tenido una incidencia menor que otras zonas de España y Europa, a lo que ha contribuido la «responsabilidad» de los gallegos y de los caminantes, que por las normas restrictivas o por prevención dejaron de incorporarse a la Ruta Xacobea durante los peores meses de la crisis sanitaria. Sin embargo, el itinerario está recuperando fuelle en las últimas semanas, como demuestra el registro de peregrinos de Santiago. «Hacer el Camino es seguro», destacó Feijoo, «por eso espero y deseo ver al papa peregrinando a Compostela en el 2022», precisó.
Feijoo reveló que le entregó como regalo institucional un libro sobre los pazos de Galicia y una concha de bronce de 1,5 kilos. «Espero que la pueda pisar en Santiago o en cualquier cruce del Camino. Me parece que le gustó», consideró.
La evolución de la pandemia será clave para saber si la invitación formal culmina con éxito o no. En el 2010, el presidente de la Xunta visitó a Benedicto XVI con similar objetivo un 2 de marzo, y en apenas 24 horas la Iglesia confirmó presencia en noviembre. Ahora pueden dilatarse los tiempos, pero el margen en el calendario también es más amplio. En la Iglesia compostelana ya apuntan a finales de julio como posible fecha. Todo depende ya del Vaticano.