El Gobierno delega en las comunidades reforzar el protocolo ante el inicio escolar

r. santamarta / p. méndez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El mantenimiento de los desdobles de aulas y del profesorado del último curso, principal debate ante la reunión de hoy entre la ministra y los consejeros

25 ago 2021 . Actualizado a las 15:45 h.

A dos semanas justas para que los escolares de infantil y primaria, los primeros del nuevo curso, vuelvan a las aulas en Galicia, Gobierno y comunidades se ven esta mañana las caras en Madrid para concretar cómo será ese regreso a los colegios en el segundo curso completo del covid. A esa cumbre, presencial, solo acudirán la ministra de Educación y los consejeros de esa misma área; no asistirán responsables de sanidad, como sí hicieron en reuniones previas. Y desde el Ejecutivo no han remitido documentación previa de trabajo. Son dos señales que parecen desinflar una cita que se antoja clave para resolver las últimas dudas ante la vuelta al cole.

Desde el Ministerio de Educación adelantaban este martes que llegarán a la reunión de hoy manteniendo «el mismo protocolo para el próximo curso 2021-2022, que se actualizará con las aportaciones de las comunidades autónomas, y en función de la evolución de la pandemia». Ese modelo -cuya primera versión fue redactada en mayo- se aprobó en la Comisión de Salud Pública el pasado 29 de junio, al inicio de la quinta ola de la pandemia, sin perspectiva suficiente sobre su desarrollo. Y también sin tener en cuenta el avance de la vacunación en la población mayor de 12 años, que entonces parecía muy lejana.

El caso es que el ministerio «escuchará», dice, lo que se presente desde las comunidades, delegando en ellas cualquier refuerzo en los planes anticovid que ya disponen. Tampoco hay apenas margen para grandes cambios: restan apenas diez días para que las primeras comunidades reabran sus colegios (Galicia lo hará el 9 de septiembre), y una modificación de calado supondría tener que retrasar el arranque, como sucedió el año pasado. Y eso es algo que ninguna Administración contempla.

La principal disputa está en el mantenimiento de los desdobles de aulas para que haya menos estudiantes y más distancia entre ellos. Y, consecuentemente, que se disponga de todo el profesorado que hubo hasta junio. Pero para eso comunidades como Galicia reclaman fondos adicionales al Estado. La Xunta, por ahora, solo garantiza que habrá más docentes que el curso 2019-2020 (por lo tanto, menos que el anterior). No concreta cuántos serán finalmente hasta que no se sepa cuántos matriculados hay en secundaria, Bachillerato y FP. Galicia es una de las comunidades que en estas etapas ha optado por reducir la distancia entre pupitres, de 1,5 metros a 1,2, algo que permite el protocolo estatal. Por lo tanto, habrá más chavales por clase, menos aulas necesarias y menos docentes contratados.

El Gobierno gallego mantiene que para poder preservar toda la plantilla precisa fondos extra, sin que sirvan los que se habilitan desde la UE. Será una de las reclamaciones que le planteará el conselleiro Román Rodríguez a la ministra Pilar Alegría. Su antecesora, Isabel Celaá, planteó en mayo que se mantuviera todo el refuerzo del curso anterior, sin hacerlo obligatorio. Una mayoría de comunidades dijeron que no sería posible sin más dinero. Si Alegría plantea ahora ampliar las distancias en las aulas, supondría volver a aumentar profesorado y habilitar espacios extra de nuevo en los centros.

Ese es el punto de fricción, porque en lo que hay consenso entre la comunidad educativa es en que colegios e institutos son lugares seguros como demostraron el anterior curso (y eso sin vacunas aún entre los menores, novedad importante ahora), que se tienen que mantener las mascarillas en todo momento y que se ha de garantizar una presencialidad del 100 %, algo que logró Galicia en todas las etapas educativas.

Un «curso de transición» hacia la normalidad, según la Xunta

«Sen baixar a garda» y «sen relaxar demasiado as medidas». Así se presenta el curso a juicio del conselleiro de Educación, Román Rodríguez, que durante una visita a Ferrol para dar cuenta de unas futuras obras en colegios avanzó que los dos objetivos de la Xunta para este curso serán la seguridad sanitaria y la presencialidad. Dos parámetros que, insistió, se cumplieron durante el período lectivo anterior «grazas ao traballo do profesorado e a disciplina dos nenos». «Avanzamos cara a unha maior normalidade, será un curso de transición», señaló.

Ventilación, limpieza, mascarilla y juegos compartidos

¿Cómo serán las aulas en Galicia en el segundo curso de la pandemia? Pues muy parecidas a como se dejaron en junio, después de un año académico en el que el sector escolar superó el covid con sobresaliente. El protocolo que ha diseñado la Xunta, y que presentó en julio, incluye pocas novedades. La principal es la reducción de distancia a partir de secundaria, pasando de 1,5 metros a 1,2. Ese punto está por ver si se mantiene finalmente o si el Gobierno obliga a dar marcha atrás. También se permitirá compartir algunos espacios fuera de las burbujas de convivencia de las aulas. El caso más evidente está en los recreos: podrán coincidir en un mismo espacio -aunque manteniendo distancia- aulas diferentes dentro de un mismo curso. El año pasado las burbujas se preservaban también en el tiempo de descanso del patio.

La mascarilla seguirá siendo obligatoria en todo momento, salvo en el momento de comer la merienda o en los comedores, y solo en ese momento, y habrá que llevar una de recambio en un estuche. El uso de guantes está prohibido, salvo para el personal de limpieza.

Los sistemas de ventilación también se mantienen. Deben de realizarse ventilaciones frecuentes de 15 minutos al inicio y final de cada jornada, durante todo el recreo y entre clase y clase. Y las puertas deberán estar abiertas, no solo las de las aulas, sino también las de los pasillos.

Los accesos y salidas también continuarán igual, dando preferencia a que haya diferentes entradas por etapas educativas y que se establezcan turnos diferentes por horas para evitar aglomeraciones en las puertas.

También se siguen las mismas pautas con respecto a la localización de casos de covid: el alumno se aislará, así como aquellos que estén más próximos. Se darán medios para que los afectados puedan seguir las clases a distancia.