Fernández Mañueco: «¿Queremos un modelo de país que concentre todo en grandes ciudades?»
GALICIA
El barón castellanoleonés aspira a ser un «portavoz de la España interior»
03 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Ya ha llovido desde que Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 1965) era un chaval que se trasladaba con su familia a Baiona para disfrutar de las vacaciones. Siempre hacían alguna excursión, por lo que un día cayeron en A Toxa, donde ha regresado esta semana para participar en la mesa de financiación autonómica del foro que acogió la isla. Barón moderado del PP, gobierna en coalición con Cs, una relación que parece no pasar por su mejor momento.
—Cuídame de mis amigos, que de mis enemigos me protejo yo. ¿Cómo están las relaciones con su socio de Gobierno?
—Es lo normal. Yo he estado en gobiernos monocolor y había las lógicas diferencias entre distintas consejerías. ¿Las relaciones? Como al principio de legislatura.
—Parecía que Castilla y León podía ser una de las afectadas por el efecto mariposa que se desató en Murcia, pero finalmente no convocó elecciones.
—Era el peor momento, estábamos en plena pandemia. Es una decisión que me corresponde a mí, única y exclusivamente. Hay otros que piensan en sus intereses personales, partidistas, políticos o de otro tipo. Yo tengo que pensar en el interés de toda la población de Castilla y León.
—Usted y su partido saldrían claramente beneficiados.
—Yo nunca convocaré elecciones pensando ni en mi interés personal ni en el de mi partido.
—¿Cuáles son los grandes retos a los que se enfrenta la Junta?
—Ser eficaces en la gestión de los fondos europeos. Las comunidades somos como oficinas delegadas del Gobierno. Reclamamos un margen para marcar las prioridades. Conocemos mejor cuáles son las necesidades.
—¿También lamenta una falta de comunicación con Moncloa?
—Levanta el teléfono el responsable político de turno y te dice: te ha tocado tanto, y te lo tienes que gastar en estos objetivos.
—¿Y también se ha enterado por los periódicos de cosas que afectaban directamente a la Junta?
—Sí, sí. Claro. Bastantes cosas.
—Sobre tensiones territoriales. Podemos apoya que León celebre un referendo para independizarse de la autonomía.
—España no está para más aventuras territoriales. Estamos trabajando para que todas las personas, independientemente de dónde vivan, por alejado que sea, sientan a su Gobierno autonómico lo más cerca.
—Hay un millar de alumnos en su comunidad que estudian gallego. ¿Tienen garantizado poder seguir aprendiéndolo?
—Por supuesto. Entendemos que aprender otros idiomas es un síntoma de riqueza.
—La Xunta y la Junta comparten hándicaps, como la despoblación o el envejecimiento. ¿Qué se puede hacer para revertir eso?
—Tenemos que reflexionar sobre qué modelo de país queremos. ¿Uno donde se concentre todo en grandes ciudades? ¿O uno donde la población y la actividad económica se desarrolla en todo el territorio? Quiero ser uno de los portavoces de la España interior.
—Modelo de financiación autonómica. ¿Teme que el Gobierno llegue a un acuerdo con Cataluña y que después se lo den ya cerrado al resto de comunidades?
—Desde luego, es una amenaza creíble. Lo que se está negociando son cuestiones que nos afectan a todos. Y eso es inaceptable. Es una aberración. Y, desde luego, no lo vamos a consentir.
—¿Defiende los factores de corrección como la despoblación o el envejecimiento?
—Tenemos prácticamente el doble de población de mayores de 65 años, lo que multiplica entre cuatro y cinco veces el gasto sanitario. Esto es una realidad matemática. Hay que garantizar a la población mayor, a la población rural, una sanidad igual que en las grandes ciudades, con poblaciones más jóvenes. Hemos demostrado que podemos prestar una sanidad, una educación, una dependencia y unos servicios sociales de primer nivel.
—Los que son de primer nivel son sus estudiantes. Al menos es lo que recoge el informe PISA, justo por detrás estamos los gallegos.
—No es por casualidad. Hay un esfuerzo de la comunidad educativa, de los docentes, de los chavales… pero también una apuesta política continuada de décadas.
—¿Qué le pide usted a Transportes en materia ferroviaria?
—Conectar las mercancías con los puertos del Cantábrico y el Atlántico, tanto Galicia, como Asturias y Portugal. Eso es crucial.
«La convención va a consolidar a Casado; puede y debe ser presidente cuanto antes»
Otro de los problemas comunes que padecen Galicia y Castilla y León es la crisis por la que atraviesan determinadas industrias, con cierres o amenaza de cierre.
—¿Qué ha sucedido con el sector energético en su comunidad?
—La política del Gobierno central de cierre de las minas y las térmicas ha sido un error en las formas en que se ha hecho, no digo en el fondo. A la ministra le pudo más la ideología que el pragmatismo.
—¿La ideología también ha pesado más que el pragmatismo al prohibir la caza del lobo?
—Pues sí. El modelo ha permitido no solo la pervivencia, sino la recuperación del número de lobos y, además, en convivencia con los ganaderos. El modelo que existía hasta que ha roto el equilibrio la ministra de Transición Ecológica era el adecuado y el correcto.
—Hablemos ahora de política nacional. Las encuestas apuntan al PP como primera fuerza.
—Efectivamente. Llevamos unos meses de ascenso, pero una encuesta es una foto en un momento determinado. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando. Pablo Casado está haciendo las cosas muy bien.
—Usted, Moreno Bonilla o Feijoo reclaman ensanchar el partido. ¿Nota un cambio en Génova desde la moción de Vox?
—Hay que reconocer que la situación que ha tenido Pablo Casado ha sido extremadamente complicada. Y lo que sí podemos decir es que está actuando con inteligencia y con pragmatismo, desde la moderación, la búsqueda de la centralidad política. Lo que está haciendo es trabajar por recuperar a todos esos votantes que tuvimos en el pasado. Y creo que está dando pasos firmes y seguros. La convención va a consolidar a Casado como un presente de quien tiene, puede y deber ser presidente cuanto antes.