Entró en política más por presiones ajenas que por vocación, vivió en primera línea el auge y la caída de UCD y de Coalición Galega, y echa de menos altura de miras en la política actual
14 oct 2021 . Actualizado a las 12:58 h.«¿En lo económico, quién no es socialdemócrata?». Cándido Sánchez Castiñeiras (Santiago, 1941) hace la pregunta y ofrece algunas claves para la respuesta. Dice que si por socialdemócrata se entiende el partidario de que pague más quien más tiene, él lo es. Quien así reflexiona es alguien que estuvo en política en UCD y en Coalición Galega (CG), que admite profesar una buena dosis de liberalismo, y que se considera «progresista en lo social».
Sánchez Castiñeiras recuerda que entró en política movido más por el interés de otros que por decisión personal. En 1977, ya su vida estaba plenamente asentada en Lugo, adonde había llegado años antes y en donde era subjefe provincial de Sanidad. Sin embargo, acabó siendo senador por UCD tras haber escuchado y aceptado las propuestas que, asegura, le hicieron Leopoldo Calvo-Sotelo y Fernando Abril Martorell, que ocuparían luego cargos relevantes en el Gobierno.
Llegar a la política casi por casualidad y con presiones familiares para que no se metiese no le dejó mal sabor de boca. «No me arrepiento, fue una experiencia tremendamente interesante», dice. Recuerda con satisfacción haber influido para que en la provincia de Lugo se emprendiesen campañas contra el bocio o se iniciase el proceso para construir el hospital de A Mariña, ubicado en Burela. Pero su paso por la Cámara alta, de la que fue miembro dos legislaturas, le sirvió también para notar la necesidad de que Galicia «tuviese una fuerza de corte nacionalista», capaz de influir como lo hacían vascos y catalanes.
Sobre los restos del edificio de UCD, caído con estrépito, se levantó Coalición Galega, en la que se integró y que no cumplió del todo esa aspiración de un centro nacionalista. «No interesaba que hubiese otro PNV, otra Convergència i Unió», afirma. Agrega que Felipe González no mostró gran interés por Galicia cuando, a finales de los ochenta, el PSOE, con Fernando González Laxe al frente, accedió a la presidencia de la Xunta.
Esa llegada fue posible gracias al apoyo de Coalición Galega y de otras formaciones, y apartó del Gobierno a Xerardo Fernández Albor (AP) con una moción de censura. Sánchez Castiñeiras opina que el proyecto coaga fracasó «por la ambición de muchos». Sin embargo, mantiene el diagnóstico de entonces: «Galicia sigue discriminada», afirma. Mientras tanto, cree que todavía puede haber en el futuro sitio para un partido de ese corte y que en la política actual faltan visión de Estado y capacidad de diálogo. Visión, en cambio, no le faltó a él cuando, en 1988, pidió, como concejal del gobierno local de Lugo, liderado por Vicente Quiroga, que se iniciasen los trámites para que la muralla romana fuese declarada Patrimonio de la Humanidad.
Fui
Senador por UCD, diputado autonómico por Coalición Galega y concejal en Lugo
Soy
Estudié Medicina, ocupé diversos cargos en Sanidad y estoy jubilado.