Rechazo unánime del Parlamento a que se use la expresión «Galicia profunda» de forma peyorativa
GALICIA
Los diputados reivindican que cualquier villa o aldea de la comunidad es apta para el desarrollo vital de un niño
26 oct 2021 . Actualizado a las 19:23 h.El Parlamento gallego aprobó este martes una declaración institucional en la que expresa su «profundo rexeitamento» a que en una resolución judicial se utilice la expresión «Galicia profunda» para aludir de un modo peyorativo a una determinada localidad, bajo el pretexto de que en ese lugar no se podría desarrollar con condiciones el proyecto vital de una persona.
La declaración leída durante la sesión plenaria, cuya redacción fue impulsada por el BNG y aceptada por todos las fuerzas políticas, pone por delante que no le compete a la Cámara autonómica «pronunciarse sobre o fondo da cuestión» tratada en el auto dictado por una jueza de Marbella, en la que retira la custodia del bebé a una mujer por irse a vivir a una aldea del municipio de Muros, a la que alude como «Galicia profunda».
El Parlamento rechaza la utilización de la expresión hacia cualquier aldea, parroquia, villa, comarca o ciudad gallega, pues considera que se trata de una «valoración pexorativa e inxustificadamente negativa do país», que resulta «inadmisible» en cualquier contexto, y añade que «máis aínda» si cabe en el marco de una resolución judicial.
Entienden los diputados gallegos que afirmaciones de este tipo muestra «un profundo descoñecemento» de la realidad de Galicia y de su geste, al tiempo que ponen en evidencia los «enormes prexuízos e estereotipos que nada teñen que ver con este país». Aclara, además, que en cualquier lugar de Galicia concurren todas las condiciones «para un pleno e integral desenvolvemento das persoas», así que que califican de «sorprendente e rexeitable» que este tipo de estereotipos todavía encuentren eco.
Concluye la declaración, leída sin necesidad de votación ni debate, que cualquier villa o aldea gallegas «son aptas para o desenvolvemento dunha nena ou un neno», motivo por el cual los parlamentarios reafirman su «orgullo» de gallegos, y así lo expresan en un acuerdo que consideran también «un acto de dignidade colectiva».