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Interior alerta a Galicia del auge de las estafas informáticas

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Una agente de la Guardia Civil investiga una estafa cibernética cometida a través de un móvil.
Una agente de la Guardia Civil investiga una estafa cibernética cometida a través de un móvil.

El móvil es la principal vía para cometer estos delitos, que han aumentado un 51 % en los primeros nueve meses del año

04 nov 2021 . Actualizado a las 13:08 h.

Las estafas cometidas a través de medios informáticos continúan al alza en Galicia y han crecido un 51 % respecto al 2020, en el que ya hubo numerosos delitos al aumentar la actividad telemática, en especial por el comercio electrónico, debido al confinamiento. Los datos del Ministerio del Interior indican que en el tercer trimestre se ha vuelto a detectar un incremento de este tipo de estafas.

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, advirtió este jueves de la necesidad de extremar las precauciones a la hora de realizar operaciones a través de Internet y de las nuevas tecnologías. Miñones recuerda que el crecimiento de las estafas informáticas ha elevado la tasa de criminalidad en la comunidad, que alcanza los 30,5 delitos por cada mil habitantes, tres puntos más que en los primeros nueve meses del 2020. 

Los expertos alertan de que la situación puede complicarse en los próximos meses con el aumento de las transacciones comerciales a través de las nuevas tecnologías que se esperan con las campañas navideñas.

Tanto la Fiscalía como los especialistas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional advierten que este tipo de estafas electrónicas se diseñan en el extranjero y las ejecutan mafias organizadas, lo que dificulta las investigaciones para la localización de los autores materiales de estos delitos. Tampoco resulta fácil el seguimiento de la ruta del dinero estafado, ya que esas organizaciones delictivas suelen tener colaboradores locales que se encargan de blanquear las ganancias, habitualmente transformándolas en criptomonedas.

El móvil, principal vía para cometer estafas

«Antes te mandaban un correo electrónico al ordenador y ahora te llaman por teléfono y te dicen que han detectado un problema en tu sistema y que tienes que instalar una aplicación». Santiago Reboiras, jefe del grupo de delitos telemáticos de la Policía Nacional de A Coruña, tiene claro que el móvil ha desplazado al correo electrónico como vía para cometer las ciberestafas. Ha cambiado el método pero no la estafa en sí. Para Reboiras, «la base de todo es la ingeniería social, es decir, las técnicas que los ciberdelincuentes utilizan para ganarse la confianza de las víctimas y apoderarse de su dinero». Se refiere a que una persona acepte, por ejemplo, la instalación de una aplicación o revelarle a un desconocido sus claves de la banca online. «Eso es algo que no se haría de ninguna otra manera, y es el factor común a las estafas», dice el policía. Y apunta otro cambio sustancial: «El dinero de las estafas se blanquea con criptomonedas».

Tampoco tiene dudas el fiscal Luis Vázquez Seco de que el móvil se ha convertido en la vía de las ciberestafas: «El móvil es el elemento de entrada a la estafa. Antes se guardaba todo en casa, ahora lo tenemos en el teléfono móvil. Almacenamos los datos bancarios, nuestras aficiones, los viajes que hacemos, el colegio al que van nuestros hijos, las contraseñas...». Y el móvil es, por tanto, la parte más importante de la ruta delictiva diseñada por los estafadores y que se inicia en países de Europa del Este, de Sudamérica y de África. Ahí se diseñan la mayoría de las ciberestafas que llegan a España y ahí retornan las ganancias ilícitas en forma de criptomonedas. Es difícil controlar ese dinero. Lo reconoce el fiscal: «Puede que una transferencia desde A Coruña pase a otra de Londres y de ahí a otra cuenta en Suiza. Hay una red de cuentas de la que es casi imposible seguir el rastro. Y hay que tener en cuenta que muchos de los titulares de esas cuentas no saben que se las han abierto».

«Usamos el móvil para todo»

«Por supuesto que el medio de entrada de las ciberestafas es el móvil», afirma con rotundidad el sargento Alberto González, especialista de uno de los Equipos @ de la Guardia Civil. «El móvil es lo que usamos desde que nos levantamos. Ahora hay pocas acciones que se hagan a través de ordenadores. Incluso las oficinas están en el teléfono. Estamos muy expuestos», advierte el sargento, que pide estar en alerta permanente respecto a las peticiones que se realizan por correo o por el móvil. «Acceder a un archivo de uno de esos correos que nos mandan significa facilitar nuestros datos bancarios. Y si nos piden que descarguemos un programa, lo que hacemos es dar a los estafadores el control de todo lo que hagamos con el móvil. Las contraseñas y los accesos quedan comprometidos porque esos programas espías van a buscar la cuenta bancaria. Y tardan minutos en hacerlo».

El guardia civil está convencido de que «los antiguos hackers se han especializado en aspectos menos técnicos, pero más efectivos». Explica que lanzan campañas de phishing con las que recogen información y después atacan a particulares y a empresas: «Si envían mil correos y caen cien, a esos cien les van a poder vaciar las cuentas bancarias con un poco de trabajo en las redes sociales». 

«Los malos juegan con la ventaja de que el intento de ciberestafa no se suele denunciar», señala el sargento González. Tiene razón. Probablemente serán muchas las personas que tengan en la carpeta de spam decenas de envíos con ficheros adjuntos con programas maliciosos enviados por supuestos bancos de los que el receptor ni siquiera es cliente. Esos intentos de estafa no se consuman porque la potencial víctima no llega a clicar en el fichero, por lo que todo se queda ahí. Igual que se queda ahí una llamada de la que el receptor desconfía de un posible engaño y cuelga. Eso le hace creer al inspector jefe Reboiras que hay «una cifra negra» de ciberestafas ya que se da por hecho que finalmente solo presenta denuncia quien perdió dinero. Es más, muchos no se llegarán a enterar de que han intentado estafarlos.

El delincuente se arriesga menos

Esa impunidad para intentar el delito es lo que hace que estas ciberestafas se multipliquen cada año. «El delincuente se arriesga mucho menos a través de Internet que intentando cometer un delito en persona», explica el fiscal especializado en delincuencia informática, que añade que el número de ciberdelitos «se ha disparado mucho, y no solo en grandes estafas, sino que han aumentado las estafas pequeñas, de cien euros o de menos». 

El delincuente cibernético cuenta con todas las facilidades, y el que investiga se encuentra con miles de escollos. Esta es una máxima que conocen bien los expertos en la investigación de estafas cibernéticas. Son delitos globalizados, que se dirigen desde el extranjero, pero las víctimas están en Chandrexa de Queixa o en Santiago. Eso dificulta mucho el trabajo policial y judicial porque se puede seguir el rastro de los autores de una estafa hasta cierto nivel, a partir del cual es muy complicado continuar investigaciones que casi siempre necesitarán de cooperación internacional. Tanto Guardia Civil como Policía Nacional tienen expertos en delincuencia de alta tecnología y ya se han acostumbrado a términos como ciberpatrullaje, ciberregistro o agente encubierto.

Las técnicas de estafa más utilizadas

Las nuevas tecnologías han traído un repertorio de definiciones con las que también se identifican las ciberestafas. La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), identifica las más utilizadas:

phishing

Envío masivo de correos. Su objetivo es pescar víctimas. Mediante esta técnica se envían miles de correos electrónicos con archivos adjuntos infectados con el objetivo de tomar el control de ordenadores o móviles.

smishing

Mensajes SMS al móvil. Método similar al phishing, también con envíos masivos, pero hechos al móvil con mensajes SMS.

vishing

Llamada telefónica. El estafador hace una llamada y se hace pasar por una organización de confianza para que la víctima revele datos personales.

baiting

Un dispositivo a la vista. Consiste en dejar a la vista, ya aparentemente olvidado, un dispositivo extraíble, como por ejemplo un USB o un CD, para que alguien lo coja y vea lo que contiene. Si lo ejecuta, su ordenador o su móvil quedarán infectados.

sim swapping

Duplicado de la SIM del móvil. Es uno de los métodos más dañinos. El estafador se hace con los datos de la tarjeta del móvil y consigue hacer un duplicado. Así logra usurpar la identidad del titular del teléfono y se autentica en su banco, con lo que pasa a tener el control de todas sus cuentas.

sextorsión

Chantaje. El estafador amenaza con revelar información confidencial de la víctima. En la mayoría de los casos son fotos íntimas o vídeos comprometidos y el estafador pide dinero a cambio de mantener el secreto.