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Formoso, en su ratificación como líder del PSdeG: «Non me vou resignar a que Galicia sexa do PP»

GALICIA

El arranque del congreso deja patente la fractura interna con las denuncias de irregularidades realizadas por Gonzalo Caballero y sus afines, con gritos de «¡tongo!» o «¡congreso á búlgara!»

06 mar 2022 . Actualizado a las 20:48 h.

El 14 Congreso Nacional del PSdeG arrancó este martes en Santiago enmarcado entre dos tormentas. Una la que cayó con intensidad del cielo en forma de precipitaciones y, otra, la que intentó generar Gonzalo Caballero con sus seguidores al grito de «¡tongo!» o «¡congreso á búlgara!», cuando el presidente del cónclave y alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, les negó la palabra por una cuestión de orden, arguyendo que este no se había alterado. Este fue el marco de fondo con el que Valentín González Formoso afrontó la cita de su ratificación como secretario xeral del PSdeG, con un discurso en el que llamó a la militancia a «ser capaces de non forzar as discrepancias» para actuar con responsabilidad y aspirar a gobernar la Xunta. «Non me vou resignar a que Galicia sexa un territorio do PP», pues Galicia, si pertenece a alguien, es a quien la entienda.

Formoso aprovechó su primera intervención para reivindicar la larga tradición socialista, y pidió ser «dignos herdeiros» de los fundadores y de quienes defendieron a lo largo de la historia e partido. Pese a la hostilidad que le declaró en los últimos días y durante el congreso su predecesor en el cargo, Gonzalo Caballero, que acusó al alcalde de As Pontes de actuar como «o cabalo de Atila», Formoso ofreció la otra mejilla para agradecer el papel del ex secretario xeral «co que tiven moitas discrepancias políticas, pero nunca personais». Dirigió su discurso a pedir unidad «para non brindarlle as nosas diferenzas» ni al PP ni tampoco a los nacionalistas, e insistió en que en la nueva etapa que se abre con él «non sobra ninguén», porque todos están llamados «a ter un papel e unha valía».

Valentín González Formoso y Gonzalo Caballero abandonando juntos el congreso
Valentín González Formoso y Gonzalo Caballero abandonando juntos el congreso XOAN A. SOLER

Arropando a ambos lados a Formoso, en la primera fila, se sentaron el expresidente Touriño y Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, y a continuación Abel Caballero, Laxe, Besteiro, los presidentes de las diputaciones de Lugo y Pontevedra, José Tomé y Carmela Silva, así como las alcaldesas de A Coruña y Lugo, Inés Rey y Lara Méndez, y su homólogo de Ferrol, Ángel Mato, además de varios representantes sindicales y de varias organizaciones. Touriño fue uno de los más aplaudidos por los delegados e invitados, pero sin duda el más agasajado en la ronda de saludos fue el ex secretario xeral José Ramón Gómez Besteiro, que participó en su primer acto público desde que dimitió del cargo en el 2016 acosado por varias imputaciones judiciales. Los socialistas gallegos lo rehabilitaron simbólicamente, con el propio Formoso y buena parte de los asistentes aplaudiendo puestos en pie.

Gonzalo Caballero, que ocupó la décimo tercera fila del cónclave junto a varios miembros de su dirección, intervino en la tribuna para defender el informe de gestión de la ejecutiva saliente, que fue aprobado como un trámite sin méritos, pues recibió 158 votos a favor, el 32,1 % de los 491 delegados del cónclave, ya que la gran mayoría se inclinó por la abstención.

José Ramón Gómez Besteiro, llegando al Congreso
José Ramón Gómez Besteiro, llegando al Congreso Xoán A. Soler

El clima de tensión entre los afines a Caballero y a Formoso se respiró desde el mismo arranque de cónclave. Y la tormenta estalló cuando Sánchez Bugallo anunciaba las listas de militantes para presidir las mesas de las cinco comisiones, y varias personas afines al ex secretario xeral, como el diputado autonómico Martín Seco, se empezaron a levantar de su asiento para proferir voces y reclamar una cuestión de orden. Bugallo les negó la palabra, arguyendo que se seguía el orden previsto, y todos los presentes empezaron a abandonar hacia las 14.30 horas el palacio de congresos, con los de Gonzalo Caballero escenificando su malestar ante la prensa y dejando patente la fractura que dejaron las primarias.

Con todo, hubo quien intentó darle apariencia de normalidad al cónclave. El secretario de organización del PSOE a nivel federal, Santos Cerdán, aprovechó su intervención para lanzar un mensaje en clave de unidad interna. Reivindicó las primarias y la tradición de los 142 años de historia del PSOE para subrayar, en clara alusión a Gonzalo Caballero, que en el partido «aceptamos los resultados y nos ponemos «a disposición» del ganador, sea «en segunda fila o donde nos toca».

También el expresidente Fernando González Laxe utilizó un tono conciliador, expresando su «lealdade e respecto» por Formoso y todos los que fueron antes secretarios generales, y lo mismo hizo el expresidente Emilio Pérez Touriño, que identificó los momentos de dificultad del PSdeG con esos momentos en los que «nos ensimismamos na vida interna, caemos no laberinto interior», mientras que, por el contrario, cuando se mira hacia fuera y se asumen compromisos con el país, el PSdeG se hace «máis forte e capaz».