Dos horas y media dentro del AVE a Galicia: así fue el viaje inaugural desde Chamartín
GALICIA
El tren, con Felipe VI al frente de la comitiva, salió de Madrid con adelanto, paró en Zamora y A Gudiña antes de llegar a Ourense a las 12.16 horas. El tren alcanzó los 300 por hora en varios momentos
21 dic 2021 . Actualizado a las 07:52 h.Galicia ya tiene, al fin, su AVE. Fue un viaje inaugural al estilo Fraga: a todo correr y al son de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense. El tren salió de la estación de Chamartín a las 09.42, con tres minutos de adelanto sobre el horario previsto, y llegó a Ourense a las 12.16, por lo que quedará para la historia que el primer AVE entre Madrid y Galicia tardó dos horas y 34 minutos en completar un trayecto con paradas en Zamora y A Gudiña.
En el primero de los once vagones viajaron juntas todas las autoridades de una comitiva presidida por Felipe VI, que fue charlando durante la primera mitad del trayecto en cuatro asientos enfrentados con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.
En el andén 20 de la estación madrileña se subieron también al tren José Blanco y Ana Pastor, los dos exministros gallegos de Fomento desde que empezó a ejecutarse la obra, una fórmula que encontró la Moncloa para dejar fuera a José Luis Ábalos, el último responsable de la cartera de Transportes antes de la remodelación del Ejecutivo llevada a cabo este verano por el presidente. Blanco, retirado desde hace años de la política, tuvo que hacer piruetas, dijo, para no desatender sus obligaciones profesionales, pero tenía claro que debía subirse a ese tren. «No hay que ponerse medallas, es un éxito de todos», afirmó, tras mostrar lo «profundamente orgulloso» que se sentía «como gallego» de que al fin la alta velocidad a Galicia se convirtiese en una realidad.
Otros altos cargos del Ministerio de Transportes también completaron el viaje. Entre estos, la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, una ingeniera gallega que trabajó en la obra con gobiernos de distinto signo, y que voló ayer desde Santiago a Madrid.
El tren se puso en marcha con los pertinentes mensajes de seguridad, en los que se incluyeron las medidas para prevenir los contagios del coronavirus. En castellano y en inglés, ni rastro del gallego, cuando en el AVE a Barcelona siempre se informa en el idioma local. Los responsables de Renfe alegaron que se trataba de un error técnico y que en el viaje de pruebas que se completó hace un par de semanas sí había sonado el idioma de Castelao. Efectivamente, en las siguientes paradas se incluyó el gallego por la megafonía.
El AVE llegó a la estación de Zamora a las 10.52, en donde estaba previsto que se subiera el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pero que a última hora decidió quedarse en Valladolid. A primera hora de la mañana efectuó una reestructuración de su gobierno autonómico para prescindir de los consejeros de Ciudadanos, firmó el decreto de disolución de las cortes y convocó elecciones para el próximo 13 de febrero.
Con solo tiempo para un café exprés, la segunda y última parada fue a las 11.35 en A Gudiña (Ourense), en donde se aprovechó para inaugurar la estación. Un centenar de vecinos de la zona se acercaron hasta donde les permitieron los servicios de seguridad para gritar «vivas al rey». Al calor de los ourensanos y al son de la Marcha do Antigo Reino de Galicia interpretada por un gaiteiro, Felipe VI descubrió una placa de inauguración de una estación de ferrocarril por la que peleó toda su vida el exregidor de la localidad Guillermo Lago.
Feijoo recordaba la anécdota antes de subirse al tren en una parada rebautizada como Porta de Galicia, en donde le acompañaron varios diputados gallegos como el experto en Infraestructuras Celso Delgado, o la también popular Ana Belén Vázquez. En A Gudiña se montaron en el tren también el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, y el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar. Por el PSdeG, su secretario xeral, Valentín González Formoso, entre otros, acompañado de los alcaldes de A Coruña y Santiago, Inés Rey y Xosé Sánchez Bugallo.
El protocolo manda, y Feijoo desbancó a la ministra de Transportes para completar la media hora de trayecto final hasta Ourense departiendo con el rey, Sánchez y Díaz. El tren alcanzó los 300 kilómetros/hora en varios puntos del trayecto, pero redujo considerablemente a su entrada en Ourense, en donde multitud de vecinos se acercaron a las vías para retratar con sus teléfonos una jornada histórica.
El primer AVE de Madrid a Galicia llegó a Ourense a las 12.16 horas, con unos minutos de adelanto sobre lo previsto. En la estación aguardaban el alcalde de la localidad, Gonzalo Pérez Jácome, con una veintena de integrantes de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense para dar la bienvenida a las autoridades.
Un vídeo de promoción, un breve discurso de Raquel Sánchez, otro algo más extenso de Feijoo y unas palabras de Sánchez para cerrar. Todo concentrado en poco más de media hora. El maquinista del AVE llevaba prisa para emprender el viaje de regreso. Este martes se realizará el primer viaje comercial.