El Parlamento gallego no promovió a ninguna mujer en los últimos nombramientos, pese a tener mayoría absoluta de diputadas, 39 frente a 36
01 feb 2022 . Actualizado a las 20:40 h.El Consello de Contas de Galicia, el órgano que fiscaliza las cuentas públicas de la comunidad, consumó este martes su regresión a tiempos que parecían pretéritos al finiquitar la presencia de mujeres en su máximo órgano de dirección, formado por cinco conselleiros elegidos por el pleno del Parlamento gallego, y que ahora mismo coincide que todos ellos son hombres, pese a que entre sus competencias está, como recordó el hasta ahora conselleiro maior, José Antonio Redondo, el velar «pola perspectiva de xénero en todas as actuacións públicas».
La Cámara autonómica acogió este martes la toma de posesión de los tres nuevos conselleiros de Contas, un acto en el que estuvo presente tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, como el del Parlamento, Miguel Santalices. Entran a formar parte del órgano fiscalizador Anxo Calvo Silvosa, a propuesta del BNG, y Tomás Pérez Vidal, a propuesta del PP. Ambos cubren las vacantes de dos mujeres, Begoña Villaverde y Ana María Otero. A estas dos incorporaciones se añade la renovación en el puesto de José Antonio Redondo, promovido por el PP, así que todos ellos se unirán ahora a los otros dos conselleiros que tiene su mandato vigente: Simón Rego, patrocinado por el PSdeG, y Constantino Carreiras, que llegó de la mano del PP.
El órgano que ejerce el control externo de las finanzas de concellos, diputaciones, Xunta o universidades se desmarca claramente de la doctrina asentada por la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que en su artículo 14 señala que todos los poderes públicos «procurarán atender al principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres en los nombramientos y designaciones de los cargos de responsabilidad que les correspondan». Cierto que ese «procurarán» es una recomendación y no tiene el carácter imperativo que sí rige, por ejemplo, en la confección de las candidaturas electorales.
Fuentes consultadas en el Consello de Contas se defienden y aclaran que la elección del perfil y el sexo de los conselleiros no depende de este organismo, sino de los grupos políticos parlamentarios, y coincide que tanto el PP, como el BNG y el PSdeG apostaron en los últimos nombramientos por hombres. Y no deja de ser curioso, porque eso contrasta con lo que ocurre en la propia Cámara autonómica, donde hay mayoría absoluta de mujeres: 39 diputadas frente a 36 diputados.
Hubo una etapa en que el Consello de Contas, como ocurrió con otros órganos institucionales que tienen anclaje en el Estatuto de Autonomía, como son el Valedor do Pobo o el Consello da Cultura de Galicia, dieron un paso de gigante propiciando la incorporación de mujeres a sus órganos de dirección. El Consello da Cultura y la oficina del defensor de los gallegos continúan con mujeres al frente, Rosario Álvarez y Dolores Fernández Galiño, respectivamente, pero en el ente fiscalizador de Galicia las conselleiras pasaron de representar el 60 % del total, entre los años 2016 y 2019, a quedar ahora mismo a cero.
En el futuro próximo, los grupos políticos tendrán la oportunidad de corregir parcialmente lo ocurrido, si así lo desean, pues en marzo expira el mandato de otros dos miembros del Consello de Contas, que deberán ser o bien renovados o bien reemplazados para otro período de seis años.