La dimisión del edil de Urbanismo es el último capítulo de años de problemas internos y luchas de poder entre familias
10 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La dimisión del edil de Urbanismo de A Coruña ha hecho aflorar los problemas internos que acompañan al gobierno local de la ciudad desde el inicio del mandato. Pero tienen su raíz más abajo, en los enfrentamientos que arrastra el PSOE coruñés desde hace muchos años, fruto de las diferencias entre sectores y que no desaparecieron ni tras recuperar la alcaldía en el 2019, después de ocho años.
Juan Díaz Villoslada era uno de los pesos pesados de la corporación municipal, y los principales proyectos de la ciudad estaban vinculados estrechamente a su concejalía. Pero la erosión de las relaciones con la alcaldesa, Inés Rey, y su núcleo de confianza terminaron por estallar con la configuración de la nueva ejecutiva local que liderará la regidora tras su victoria del domingo. Villoslada se fue sin levantar demasiado la voz, pero este miércoles dejó un mensaje a Rey en Radio Voz. «Hay que cuidar a diario a la gente que trabaja con cada uno». Las desavenencias del ya exedil con el portavoz municipal, José Manuel Lage, fueron creciendo con el transcurso del mandato, y el segundo fue imponiéndose con el beneplácito de la alcaldesa. Para el PP «es una marioneta movida por la Marea y por Lage Tuñas», edil de Facenda y también secretario xeral del PSdeG.
Ahora, el puesto dejado por Villoslada será ocupado por Francisco Dinís Díaz Gallego, número 10 en la candidatura de Rey y hasta el momento asesor del exedil de Urbanismo. Se respetará el orden de la lista, y además entra una persona del núcleo de confianza de la alcaldesa, que sigue aumentando su poder e intenta así reconducir las disputas. Díaz Gallego es un dirigente al alza que acaba de ser nombrado vicesecretario general del PSOE local. «El gobierno local es un sólido, estable y que está trabajando. Yo estoy liderando un modelo de ciudad, un cambio profundo, y reactivándola después de bastantes años», dijo Inés Rey tras conocerse la dimisión.
Villoslada dirigía el área de gobierno a la que pertenecían los proyectos claves como el futuro de la fachada marítima, la estación intermodal o el Novo Chuac, pero echó en falta una mayor implicación para hacer que avanzasen. La reordenación de los muelles interiores, probablemente el asunto de mayor calado para la ciudad en su futuro próximo, quedó paralizado y sin fondos en los presupuestos municipales mientras la Xunta y el Puerto sí consignaban partidas. «A lo mejor estos temas [en alusión a las disputas internas] explican algunos de los retrasos que estábamos teniendo», dijo el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado.
Los problemas internos actuales del PSOE no son nuevos. Hay una larga tradición de enfrentamientos en el seno de los socialistas coruñeses, que han tenido eco en el Ayuntamiento. Durante el pasado mandato, en el que la Marea Atlántica gobernaba y el PSOE era su principal aliado para proporcionarle mayoría en el pleno —ahora los papeles están invertidos—, llegó a haber tres portavoces socialistas. El ruido continuó en este mandato, con la batalla abierta entre el gobierno local y la agrupación socialista coruñesa, que hasta el domingo controlaban afines a Gonzalo Caballero. El choque más destacado fue en otoño del 2020, cuando Inés Rey despojó a Eva Martínez Acón de sus competencias. Acón era la secretaria general del PSOE local hasta esta semana; la relevó en primarias Inés Rey. Aunque no tiene funciones, se mantiene como concejala y su actividad se limita apenas a la presencia en plenos, solo votando, en una situación anómala entre las corporaciones gallegas.
Las competencias de Acón fueron a Jesús Celemín, uno de los ediles afectados por la primera reestructuración del gobierno local, cediendo Cultura. El origen de esta remodelación fue el nombramiento de Mónica Martínez como concejala de Deportes, fichada desde el grupo mixto, porque se presentó por Ciudadanos. Tiene competencias de gobierno, pero no es del PSOE.
Día clave para aprobar los segundos presupuestos del mandato
Inés Rey accedió a la alcaldía tras un pacto de investidura con la Marea y el BNG, que también fueron sus socios para sacar adelante los presupuestos del 2020. Las nuevas cuentas que lleva este jueves a pleno saldrán adelante solo con el apoyo de los primeros, y sin llegar a negociar con el Bloque. Sin embargo, la relación del PSOE con estos dos partidos está plagada de desavenencias, algo que en alguna ocasión ha llevado a los socialistas a precisar el respaldo de la formación mayoritaria en el oposición, el PP, por ejemplo para la intermodal o el nuevo hospital.