Todos los hospitales de Galicia aplicarán el protocolo para detectar intoxicaciones por burundanga

GALICIA

Desde su puesta en marcha en el CHOU de Ourense hace tres meses se ha activado una vez. Los promotores creen que este plan ha podido disuadir a agresores sexuales
14 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A principios de diciembre, el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense ponía en marcha el primer protocolo de sumisión química de Galicia. El objetivo era detectar el uso de determinadas sustancias, como burundanga, ketamina o escopolamina, para doblegar la voluntad de una persona, fundamentalmente para agredirla sexualmente. Fue un documento que surgió ante la llegada al servicio de Urgencias del CHUO de casos sospechosos. Se trataba fundamentalmente de chicas jóvenes a las que le faltaban recuerdos de varias horas, que estaban de fiesta y, de repente, no sabían decir qué habían hecho o dónde habían estado. En algún caso, además, se reconocían con la ropa cambiada o aparecían en una cama extraña sin saber cómo habían llegado hasta allí.
El primer protocolo de Galicia fue posible gracias a la colaboración entre el CHUO, la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional, la Audiencia Provincial y el Imelga. Porque los sanitarios son solo el primer escalón para detectar los casos, en los que también es preciso que intervengan los policías, los jueces de guardia y los forenses (en caso de que la sospecha sea que, después de drogar a la persona, fue violada). La toma de muestras y su custodia es fundamental de cara a un futuro proceso judicial, de darse el caso, y es precisamente en este punto donde el protocolo se ha modificado en estos tres meses desde su puesta en marcha. «Lo hemos cambiado en lo que se refiere a la custodia de muestras e incluimos un tubo más de analítica», explica el jefe de Urgencias del CHUO, Francisco Aramburu. El resto del abordaje, se concluyó, estaba bien.
El protocolo se aplicó en Ourense hace poco más de una semana, después de que el pasado domingo un vecino encontrase a una joven semiinconsciente y casi desnuda en un parque de la ciudad de As Burgas. El particular avisó a la Policía Local, desde donde se alertó a los servicios sanitarios. Ya en Urgencias, se activó para determinar si la joven había sido drogada contra su voluntad. Las pruebas de sangre y orina fueron enviadas a Madrid para su análisis en un laboratorio especializado, cuyos resultados están todavía pendientes. Precisamente, la premura en acudir al hospital es fundamental para conseguir resultados positivos en caso de sumisión química, ya que el rastro de este tipo de drogas desaparece rápido del organismo.
Es el único caso sospechoso de sumisión química que ha llegado a Urgencias en Ourense en estos tres últimos meses. Aramburu cree el protocolo ha servido como una medida disuasoria de cara a posibles agresores sexuales. «Hacerlo público sirvió para que dijesen, 'nos están mirando'», argumenta el médico, aunque también reconoce que el cierre del ocio nocturno por las restricciones impuestas para tratar de frenar el avance del coronavirus pudo influir. «Ahora que está reabierto y la gente empieza a salir de noche, supongo que puede cambiar», añade. En Urgencias, por si pasa, ya están preparados. Si hay sospechas y la víctima quiere denunciar (en el caso de los menores de edad, la decisión recae en los progenitores) se avisa a la Policía Nacional y se activa el protocolo de recogida de muestras, en un proceso que se hace en presencia de los agentes. Además, se da traslado al juzgado de guardia. Comienza así la investigación. Si hay una agresión sexual el protocolo que se activa incluye también la intervención de los médicos del Servizo de Ginecología, que hacen una exploración física concreta para este tipo de situaciones, y del forense.
En Ourense el protocolo ya está vigente y en breve lo estará también en el resto de Galicia. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, avanzó esta semana que la Xunta tiene intención de ampliarlo a todas las áreas sanitarias. Ya hubo una primera reunión con responsables de Sanidade y de Política Social, departamento que también se interesó por el protocolo, en la que estuvo el propio Aramburu. El médico ourensano cree que habría que adaptarlo a cada hospital, porque cada uno tiene su propio proceso de custodia, pero que será más fácil que cuando se hizo desde cero porque ahora hay un protocolo establecido que se ha aplicado y que funciona. «En Ourense lo hicimos rápido, pero no fue fácil, porque intervino mucha gente», remarca Aramburu. En su caso jugó a favor la rápida implicación de todos los involucrados. Ahora, en cada área sanitaria tendrán que buscar también la coordinación con el juzgado, el forense y la Policía Nacional.