El relevo de Feijoo sobrevuela O Hórreo en un pleno con la mirada en Génova

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo, al inicio del pleno de este martes.
Feijoo, al inicio del pleno de este martes. XOAN A. SOLER

La sesión ordinaria de control al presidente hizo que los diputados de los grupos especularan sobre el cambio al frente de la Xunta

05 abr 2022 . Actualizado a las 20:24 h.

Alberto Núñez Feijoo anunció que el proceso de su sucesión en la Xunta empezaría esta semana, después del congreso de Sevilla en el que fue elegido presidente nacional del PP. Y así ha sido. Pero ese relevo no ha comenzado con una respuesta a las principales incógnitas —cuándo renunciará a la presidencia y a quién votarán los parlamentarios del PPdeG para sustituirle—, sino con un cambio en el ambiente del Parlamento gallego.

Ese giro se hizo evidente en el turno de preguntas al presidente, que derivó hasta centrarse en su futuro personal y político. Más allá de esa evidencia, en O Hórreo todo se interpreta estos días en clave de cambio de ciclo.

Uno de los primeros en ocupar su escaño entre las filas populares fue Alfonso Rueda. El vicepresidente primero, en condición de su cargo y de esa «previsibilidad» que ha subrayado Feijoo, está considerado en las filas de su partido y en las de la oposición como el probable sucesor. Entre los populares, le señaló el presidente provincial de Ourense, José Manuel Baltar, cuando señaló que «o previsible, nunha orde de prelación, lle correspondería ao vicepresidente primeiro». Desde la oposición lo hizo el secretario de Organización del PSOE, José Manuel Lage, que dijo ver a Alfonso Rueda «preocupado por herdar a leiriña».

Su entrada en solitario en la Cámara autonómica, para luego sentarse en el escaño que ocupa en la cámara a la derecha de Feijoo, fue interpretada como un gesto presidencial por tirios y troyanos, que insistían en que no era habitual y en que los populares solían entrar «ordenados» a la cámara.

Ana Pontón, portavoz del BNG, y Luís Álvarez, del PSdeG
Ana Pontón, portavoz del BNG, y Luís Álvarez, del PSdeG XOAN A. SOLER

Hubo más. En los corrillos tras el debate se apuntaba que Feijoo había gesticulado señalando a Rueda cuando afirmó que el grupo parlamentario del PPdeG votará a su sustituto y nuevo presidente. El aún titular de la Xunta hizo un gesto con la mano hacia la bancada popular pero, al estar el vicepresidente justo a su derecha, hubo espectadores y parlamentarios que pensaron que le señalaba a él.

Feijoo, esta mañana junto a los dos vicepresidentes, Alfonso Rueda y Francisco Conde, con Pedro Py detrás.
Feijoo, esta mañana junto a los dos vicepresidentes, Alfonso Rueda y Francisco Conde, con Pedro Py detrás. Xoán A. Soler

En los pasillos se cuchicheó toda la mañana sobre el futuro Gobierno de la Xunta: quién lo encabezará, si seguirán todos los conselleiros, o cómo organizará su equipo el nuevo presidente.

El relevo también se deja sentir en la carga de trabajo del entorno del aún titular de la Xunta. Ahora, además de su labor habitual en Galicia, deben estar pendientes de los movimientos de todas las terminales nacionales del PP y de sus rivales políticos, tienen que prestar aún más atención a la actividad del Gobierno central, y hacen frente a las demandas de información de los medios de todo el país. Y a ello se suman los viajes. Feijoo estuvo el fin de semana en Sevilla, en el congreso de su partido. El lunes fue a Madrid a presidir el primer comité de dirección. Este martes estuvo en Santiago para contestar a la oposición. Mañana volverá a la capital para entrevistarse con el rey. El jueves regresará a Madrid para hablar con Pedro Sánchez, y el viernes presidirá en A Coruña el Consello de la Xunta.

Esa agenda, doblemente cargada por sus responsabilidades en Galicia y al frente del partido, la afronta por ahora con el equipo que ha tenido durante años. Hasta en las filas del PSdeG reconocen que el ritmo debe ser «demasiado duro», por lo que dan por seguro que el relevo se va a materializar con rapidez.