Un superviviente del accidente de Angrois: «Durante los primeros años sentía que el accidente había sido ayer»
GALICIA
Ángel Lucas fue uno de los supervivientes del accidente ferroviario del 2013. Desde entonces, cada 24 de julio publica en Facebook un texto para recordar lo sucedido y a aquellos que no corrieron la misma suerte
24 jul 2022 . Actualizado a las 13:26 h.Durante los dos primeros años, Ángel Lucas Quintáns (Santiago,1990) reconoce que le costaba tocar el tema. Ahora, nueve años después, puede hablar de cualquier aspecto de aquel 24 de julio del 2013. Pero esta transición no ha sido fácil. Ángel fue uno de los supervivientes del accidente ferroviario de Angrois, después de que él y su prima corrieran por la estación de Chamartín para poder subirse a aquel tren con destino a Santiago.
Respecto al accidente, hay cosas que se han ido totalmente de su memoria, mientras que otras se quedarán para siempre. Recuerda cómo notó que el vagón se ponía sobre dos ruedas, la oscuridad, y la voz de su prima preguntándole si estaba bien después de perder el conocimiento durante unos minutos. Ángel no sufrió heridas graves y pudo salir del tren por su propio pie: «Aún no entiendo cómo era capaz de avanzar porque el vagón estaba totalmente inclinado. Fui apoyándome en asientos y maletas, hasta que logré salir por el hueco entre mi vagón y el de delante». En su mente, todo esto sucedió en quince minutos. En realidad pasó más de una hora.
La noción del tiempo tardó en volver a ser igual para él. La primera semana la recuerda como «un día muy largo», pues no lograba dormir más de tres horas. Pasados esos días, Ángel creía que estaba bien: «Intentaba disfrutar, sin ser muy consciente de lo que había pasado». Con esta filosofía, a los 20 días volvió a subirse a un tren: «Pensaba que estadísticamente no había momento más seguro para hacerlo». Pero la estadística no incluía todo lo que Ángel había vivido: «No me esperaba el impacto que supondría ver un vagón exactamente igual a aquel en el que iba. Lo primero que pensé fue que era un idiota porque era innecesario semejante golpe tan pronto. Recuerdo que la primera media hora me la pasé llorando».
Pero no fue hasta hablar con la amiga de uno de los fallecidos, cuando realmente asimiló la magnitud de lo ocurrido: «El foco que hasta ese momento había puesto sobre mí empezó a alumbrar a los demás», explica Ángel. Entonces asimiló la magnitud de lo ocurrido y empezó a pasarlo «realmente mal».
Una de las noches en las que se despertó gritando decidió empezar a ir a terapia. Ahí escribió por primera vez sobre el tema: «Un mes después del accidente la psicóloga me dijo que me escribiera una carta a mi yo del día 23 de julio y le dijera lo que quisiera sobre ese mes o sobre el accidente». Y así fue como comenzó su homenaje particular a través de Facebook, en donde cada año publica un texto para recordar lo ocurrido: «Evidentemente es algo más personal y al principio solo lo compartí con algunos familiares y amigos especiales, pero me sentó tan bien y me hizo tanto bien que en todos los aniversarios decidí escribir sobre el tema. Es una forma de hacer una reflexión y recordar lo que pasó y a la gente que no tuvo mi suerte», cuenta.
Para Ángel, el proceso de superación fue lento y progresivo: «Ahora lo tengo interiorizado, pero durante los primeros años sentía que el accidente había sido ayer. Cuando estás relacionado con una tragedia no es fácil que la vida siga». A pesar de todo, cuenta que a raíz del suceso también se potenciaron algunos aspectos positivos de su personalidad: «Ahora relativizo muchísimo más y soy el primero en dar el paso y pedir perdón. También aprendí a aprovechar el tiempo y las oportunidades, y a valorar las cosas importantes. Yo lo superé por mis amistades y por mi familia, que me dieron una ayuda incondicional. Eso es lo más importante y ahora lo valoro muchísimo más».
Como él mismo dice en sus textos, a partir del año 2013, el 24 de julio dejó de ser un día más de verano. Paradójicamente, ahora es también un día de celebración, pues es el cumpleaños de su pareja. Fue precisamente ella la que ha recopilado todos los textos que Ángel ha ido publicando en Facebook cada aniversario. Esos textos que Ángel dedica a las 81 víctimas que no lograron dar el mensaje de alivio que su familia esperaba, pero que siempre terminan con la misma frase: «Siente, baila y goza, que la vida es una sola».