El sector hotelero espera ocupaciones del 95 % y mínimos gastos de los turistas

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El elevado coste de la vida obliga a estancias cortas y un menor consumo: «Facturaremos más que en el 2019, pero la rentabilidad será mucho menor»

31 jul 2022 . Actualizado a las 17:44 h.

El mes de agosto en el hotel Costa da Morte, en Fisterra, será igual o mejor que el del año pasado. Al menos en cuanto a ocupación, con el 95 % de habitaciones ya reservadas. Lo mismo en O Cabazo, en Ribadeo. La diferencia ahora está en el desembolso por turista. La continua escalada de precios ha obligado a reducir las estancias, que en la mayoría de los casos pasan a ser por tres días o un fin de semana. También a gastar mucho menos en las consumiciones —o, directamente, no hacerlo— y a limitar las comidas en el restaurante. «Los clientes suelen pedirnos más pan en el desayuno para llevárselo», reconocen en el hotel coruñés. Aún así, la elevada ocupación compensa la austeridad que se imponen los visitantes. Y eso, a pesar de que los costes para los hoteleros también se han disparado.

«El gasto para los empresarios se duplica. Este año facturaremos más que en el 2019, pero la rentabilidad será mucho menor», expone Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Turismo de Galicia, entidad que engloba a más de 7.000 empresas del sector. Resulta paradójico: el mes de agosto podría convertirse en el mejor en cuanto a ocupación desde que hay registros, pero el gasto de los turistas es mínimo.

La expectativa es que los hoteles, de media en la comunidad, estén entre el 85 y el 95 % de reservas. Más de 670.000 personas se alojaron en establecimientos de la comunidad en agosto del 2021. La mayoría eran residentes en España, con el turismo internacional muy lejos de sus cifras habituales. Este verano es diferente. «Se nota mucho que vuelven, hemos tenido muchos visitantes de Suiza, Portugal, Estados Unidos o Argentina», apunta Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), cuyas previsiones para el mes que empieza mañana son «muy buenas», con la mayoría de alojamientos ya ocupados para los primeros veinte días del mes y a la espera aún de reservas de última hora. Pero aunque agosto vaya a suponer un nuevo récord para el sector, cunde la preocupación por un margen de beneficios que se reduce. «Los locales están llenos, las cajas son las mismas, pero el beneficio es mucho menor», señalaba este sábado el presidente de la asociación Hostalaría Compostela, Thor Rodríguez, en un comunicado.

Sin media pensión

El Clúster estima que los precios han aumentado entre un 4 y un 7 % en los hoteles mientras el coste de la vida lo hizo muy por encima de eso. «La diferencia la pagan los empresarios», añade Pardal. Y, por encima de todo, está la continencia en el gasto. «Muchos han dejado de coger media pensión, desayunan fuera o se compran la comida en el supermercado para hacer un bocadillo y bajar a la playa», argumenta el presidente del organismo. «Incluso optan por tipos de habitación más económicas», apuntan en otro hotel de la provincia coruñesa.

Aguín concede que «la situación económica se nota mucho», pero que la gente «sigue yéndose de vacaciones». «Hay quien aprovecha haber ahorrado estos dos últimos años y aprovecha ahora para viajar», comenta.

Los hoteleros reclaman más frecuencias de tren y una mejor coordinación entre aeropuertos

El último junio fue el mejor de la historia en cuanto a número de personas hospedadas en Galicia. Se alojaron 481.511 turistas, unos 30.000 más que en el 2019, hasta entonces el mayor registro. La gran diferencia respecto al año pasado, con 270.110 visitantes, es la incorporación del turismo internacional, que pasó a representar el 35 % del total —el año pasado solo fue el 15 %—. A pesar de ello, el sector hostelero reclama mejorar las comunicaciones con la comunidad para mejorar estos datos, especialmente con los precios del carburante disparados y la dependencia del turismo de proximidad en Galicia.

«Nos siguen faltando más frecuencias de AVE, que hasta ahora solo llega a Ourense. Estar a dos horas y media de Madrid nos posiciona muy favorablemente», subraya Cesáreo Pardal. El sector también reclama una mejor coordinación aeroportuaria, en opinión del presidente del Clúster «fracasada» después de que los tres aeródromos gallegos no alcancen los 5 millones de pasajeros mientras Oporto se sitúa por encima de los 12. Pardal añade otro factor a corregir: las devoluciones de coche de alquiler. Pone como ejemplo alguien que coja el vehículo en Ourense y decida dejarlo al otro lado de la frontera. «La tarifa se duplica o triplica y no se ha buscado solución. Es un tema que llevamos tiempo pidiendo a las agencias de alquiler de coches», critica.

La mitad de visitantes extranjeros son franceses y portugueses; los que más gastan, árabes, mexicanos y chinos

Las cifras de huéspedes extranjeros en los hoteles gallegos durante el mes de junio, según el Instituto Nacional de Estadística, confirman las sensaciones del sector de que el turismo internacional vuelve a activarse tras dos veranos prácticamente suspendido por la pandemia. El INE permite conocer, desde el mes de mayo, de dónde proceden los visitantes a la comunidad y a qué lugares se desplazan a partir de la señal de cada teléfono móvil captada por las antenas de telefonía. El centro estadístico midió en agosto del año pasado la entrada de 252.882 personas desde el extranjero, pasando un mínimo de una noche en Galicia. Lo hicieron a 234 concellos distintos, especialmente a las siete grandes ciudades, municipios turísticos de las Rías Baixas y el sur de Ourense. La gran mayoría procedieron de Portugal y Francia, ambos aportando más de 73.000 visitantes.

Cada ayuntamiento o zona tiene sus peculiaridades. Así, los portugueses se mueven más por las Rías Baixas y el sur de Ourense —los desplazamientos laborales se excluyen de esta estadística—, mientras que los franceses son la primera nacionalidad entre los turistas de A Coruña, Lugo, Ferrol o Betanzos.

Otra estadística del INE ofrece el gasto turístico a partir de las tarjetas de crédito. Los que más desembolsan, de media, llegan de Emiratos Árabes Unidos, México, China y Suiza, por encima de los 300 euros.