La Formación Profesional, dinamizadora social

Mónica Pérez Vilar
Mónica P. Vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Curso de motoserrista en la EFA Fonteboa de Coristanco
Curso de motoserrista en la EFA Fonteboa de Coristanco Ana Garcia

En los entornos menos urbanos, los centros de FP se convierten en referente que abre oportunidades a los alumnos, pero también a empresas y vecinos

15 dic 2022 . Actualizado a las 09:43 h.

Aunque las siete principales ciudades de Galicia concentran casi el 40 % de la población de la comunidad, seis de cada diez gallegos habitan en municipios que no son urbanos, o al menos no totalmente. Gracias al esfuerzo hecho en las últimas décadas, esto no está reñido con una buena formación, y la FP se ha convertido en una de las grandes aliadas de los entornos rurales. No solo suponen un lugar para que los más jóvenes se preparen para el futuro, sino que institutos y escuelas se convierten en centros de referencia para los estudiantes, pero también para empresas, profesionales e incluso vecinos. La formación profesional contribuye a hacer de la agricultura y la ganadería un sector cada vez más profesionalizado y puesto al día, pero también abre el abanico a otras posibilidades laborales. Porque estudiar en un entorno rural no implica tener que dedicarse sí o sí al sector primario, si uno aspira a seguir viviendo en el lugar que lo vio nacer.

En Galicia existen distintos centros que llevan ya en su nombre su relación con el agro. Es el caso, por ejemplo, de los seis centros de formación agroforestal (CFEA) que la Consellería do Medio Rural tiene en Guísamo, Becerreá, Sergude, Ribadeo, Monforte y Lourizán. Adaptados a las características de las zonas en las que se ubican, y aprovechando sus recursos, tienen una amplia oferta de cursos, incluyendo enseñanza reglada, como ciclos medios y superiores de FP (Aproveitamento e Conservación do Medio Natural, Produción Agroecolóxica, Xardinaría e Floraría o Gandaría e Asistencia en Sanidade Animal, entre otros), y enseñanza no reglada, con cursos de formación continua de distintas temáticas, como por ejemplo la manipulación de productos fitosanitarios.

EFA O Piñeiral, dinamizando el territorio

En Galicia existen también varias escuelas familiares agrarias (EFA). Con origen en Francia en los años 30, se han consolidado como auténticos centros de promoción rural. «Nacen como un movemento asociativo, que ten como obxectivo o desenvolvemento da zona na que se instalan. No noso caso, a área de Arzúa-Ulloa. Tentamos dinamizar o territorio a través da formación e de distintas accións», explica desde la EFA O Piñeiral Rocío Agra, técnica de proyectos.

En este centro no encontraremos ciclos sobre el sector primario. «É que o medio rural é máis que agricultura e gandería, nós buscamos ampliar as posibilidades», explica. Para ello trabajan en contacto muy estrecho con las empresas de la zona, identificando necesidades y oportunidades. «Ao principio si tivemos algunha FP vinculada á rama agraria, pero agora o mercado demanda outras cousas. Hai outros sectores que piden traballadores, e nós adaptámonos a iso», detalla Raquel Carregal, directora de la escuela. Con esa base, actualmente ofertan los ciclos medios de Panadería, Pastelaría e Confeitaría, el de Actividades Comerciais y el de Coidados Auxiliares de Enfermaría. Pero en Arzúa también es posible formarse en un ciclo superior en Imaxe para o Diagnóstico e Medicina Nuclear, en el de Márketing e Publicidade o en Educación Infantil.

ciclo superior de marketing e publicidad

De O Piñeiral salen cada año unos 200 profesionales, y calculan que su inserción laboral ronda el 95 %. Tienen opciones de participar en movilidades Erasmus, apoyan la preparación de idiomas, cuentan con bolsa de empleo, residencia, comedor... Una oferta muy completa que nada tiene que envidiar a la de cualquier entorno urbano. Pero además, en este centro, que en el 2022 ha celebrado su 50.º aniversario, llevan décadas trabajando con la metodología de la alternancia, en la que se basa la nueva ley de FP que está diseñando el Gobierno. ¿En qué consiste? En ir combinando la formación en el aula y en el mundo profesional real. «No ciclo de panadaría, por exemplo, cada semana vén algún profesional dun obradoiro, dalgunha empresa de distribución de fariña, de chocolate... Veñen a ensinar as últimas novidades, o que precisan, como traballan... Os rapaces empápanse diso. A realidade do seu sector está presente na súa formación. Vanse profesionalizando en contacto directo cos propios profesionais», explican. Actualmente trabajan con más de 300 firmas.

El propio currículo educativo se intenta diseñar conjuntamente con las empresas, para atender a lo que demandan de sus futuros trabajadores. Pero también, y sobre todo, teniendo en cuenta la realidad del territorio en el que está implantado el centro. «Formamos a xente para que se quede aquí, para que prenda, non para que se teña que ir a Alemaña», dice muy gráficamente Carregal. «Queremos que os alumnos coñezan de cabo a rabo a súa zona, que teñan moi claro que nichos de negocio hai, que posibilidades de empregarse por conta allea ou de emprender», añade. «De feito, moitos antigos alumnos son emprendedores, e iso supón fixar riqueza aquí, crear postos de traballo, dinamizar a contorna», completa Agra. Tanto ella como la directora estudiaron en la EFA, pasaron por la universidad y ahora han vuelto a implicarse en un proyecto cuya filosofía comparten totalmente.

De hecho, O Piñeiral es, afirman, una referencia constante para sus exalumnos. «Ven a EFA como un referente á hora de formarse. Veñen por aquí e dinnos: precisamos formación nisto, hai que montar un curso disto outro...», cuentan. Y es que el centro ofrece enseñanzas más allá de los ciclos de FP, y también fuera del ámbito laboral. «Aquí temos proxectos de igualdade, de actualización en tecnoloxías da información para mulleres ou xente maior...», explica Agra. «Estamos en contacto permanente con todos os axentes do territorio, asociacións, grupos de desenvolvemento rural...», completa Carregal. Ellos mismos son un agente más de la zona, y se implican en las distintas actividades y eventos que se organizan, sea la popular Festa do Queixo, sea un acto de una pequeña asociación. «É outra forma de dinamizar o territorio», justifican.

EFA Fonteboa: Impulsando el sector primario hacia el futuro

Esa misma filosofía se sigue en la EFA Fonteboa, situada en Coristanco. En este centro sí han optado por volcarse con las especialidades directamente vinculadas al agro. Ofrecen los grados medios de Produción Agropecuaria o de Guía no Medio Natural e Tempo Libre, y los superiores de Paisaxismo e Medio Rural, Gandaría e Asistencia en Benestar Animal, o Transporte e Loxística. También han preparado el grado superior de Xestión Forestal e Medio Ambiente, que el sector de la madera les venía demandando.

Una de las muchas actividades formativas llevadas a cabo en Fonteboa
Una de las muchas actividades formativas llevadas a cabo en Fonteboa Ana Garcia

Profesionalizar la empresa familiar

A la escuela asisten quienes ven su futuro vinculado al campo, pero también quienes llevan ligados a ellas toda la vida, como hijos de ganaderos que quieren seguir el negocio, pero de una forma distinta. Y es que la FP supone una oportunidad para llevar el sector primario hacia el futuro. ¿Cómo? Profesionalizándolo, a través de personas formadas que lo modernicen, le den valor añadido y aumentan su rentabilidad. Aquí, además de hablar de siembra y poda, también se habla de conceptos tan al día como el de sostenibilidad o el de economía circular. Y ojo, porque hay ciclos plurilingües, así que los idiomas también forman parte de la formación que se obtiene en Fonteboa.

En el centro se ofrecen otras iniciativas de formación complementaria como cursos de motoserrista, de manejo de dron, uso de fitosanitarios o un programa completo de apicultura.

IES A Pinguela, atraer estudiantes y fijar población

Desde los institutos también se juega un papel importantísimo en la dinamización de los entornos menos urbanos. El IES A Pinguela, de Monforte, es un buen ejemplo. Aquí también juegan la baza de buscar una estrecha relación con las empresas de la zona y conocer bien lo que demandan. «A partir desas necesidades, deseñamos a nosa oferta educativa», explica Amable Rego, dinamizadora de FP dual del centro. Así fue como decidieron poner en marcha el ciclo medio de Calzado e Complementos de Moda, dado que la industria de la zapatería cuenta con una fuerte tradición en la zona, con empresas tan clásicas como Calzados Losal. «Había un par de empresas grandes e algunhas pequenas que precisaban persoal e non o atopaban. Así que puxemos en marcha este ciclo, que hai en moi poucos lugares e que atrae alumnado de toda Galicia», cuenta Rego.

En este centro se ofrecen también otros grados, como el de Confección e Moda, varios relacionados con la estética y el peinado, otros del área de administración, y también ciclos de la familia de Informática, como el medio de Sistemas Microinformáticos e Redes o el superior de Desenvolvemento de Aplicacións Web, varios de ellos en modalidad dual (el alumno se forma parte del tiempo en una empresa, cobra y está dado de alta en la Seguridad Social).

Como las empresas de esas áreas necesitan personal, la colaboración con el centro es intensa. «Hai empresas que se ofrecen para formar aos nosos profesores en cuestións concretas. E nós tamén podemos ofrecer formacións aos seus traballadores en cousas que eles detectan que precisan». El IES se convierte, así, en un centro de formación para los trabajadores de la zona y de mejora continua para las firmas en las que trabajan. Pero, además, si un profesional necesita reciclarse, en A Pinguela también puede encontrar orientación. «Tamén acoden a nós polo tema de acreditación de competencias. Xente que non ten titulación, pero que coa súa experiencia profesional pode acreditar unha formación. Aquí chegou algunha persoa que, revisando todo o que fixera, con cursar un módulo máis tiña feito un ciclo completo», cuentan.

Instituto muy dinámico

Toda esta actividad redunda en la comarca y alrededores. «Traer estudantes doutros lugares xa é unha maneira de crear riqueza na zona, ademais somos un instituto moi dinámico, organizamos intercambios, vén xente a coñecer esta área...», indica Rego. Pero, sobre todo, dar distintas salidas profesionales a la juventud se convierte en la mejor manera de fijar población en una zona como el interior de Lugo, que sufre desde hace años un fuerte éxodo de habitantes.

Rego propone como el mejor ejemplo lo que sucede en Chantada con Hotusa. Esta multinacional hotelera lleva una década instalada en este municipio lucense, alimentándose de los profesionales que forman los centros educativos de la zona. «Moitos dos nosos rapaces de dual van alí, e o ano pasado todos os que quixeron quedaron xa a traballar. Estamos a falar dun centro de traballo con 210 empregados cunha media de idade de 25 anos. Iso supón levar xente nova á vila, cambiou por completo a fisionomía da vila, ata é difícil atopar pisos de alugueiro», ejemplifica la dinamizadora de A Pinguela.

IES de Ortigueira, colaborando con la localidad

En el IES de Ortigueira también saben bien lo que es estar implicados activamente con su entorno.

El sector madera tiene un peso importante en la comarca de Ortegal, y ellos, con sus ciclos de Carpintaría e Moble contribuyen a dotarlo de trabajadores cualificados, ayudando a la continuidad de las empresas y, de paso, dando oportunidades de trabajo a los jóvenes de la zona. «Levámonos moi ben coas empresas, pídennos traballadores e poñémolos en contacto, pero tamén temos rapaces que emprenden: un hai pouco puxo un taller pola súa conta, e outra quedou co negocio no que fixo prácticas, porque o dono se retiraba», explica el profesor Alberto Gallego.

También ayudan a que el sector se mantenga al día. «Facemos xornadas de portas abertas con demostracións de maquinaria e convidamos ás empresas, tentamos achegar as novidades do sector aos negocios da zona».

Desde el instituto se prestan a colaborar con todo tipo de instituciones públicas y asociaciones sin ánimo de lucro. «Co Concello colaboramos moito: fixémoslles dúas carrozas de Nadal, sinalización para as praias... Tamén facemos desinteresadamente pezas que nos pide a Asociación de Comerciantes, acabamos de preparar os letreiros dunha exposición dunha artista local, colaboramos moito con Aspromor, un centro de atención a persoas con discapacidade...», enumera Gallego, evidenciando que los centros de formación profesional son mucho más que lugares de estudio.