Los peajes de la AP-9 subirán finalmente menos del 4 %

GALICIA

Martina Miser

Transportes abonará a Audasa la deuda contraída por la concesionaria con la ampliación de Rande y Santiago y la partida permitirá rebajar el encarecimiento de las tarifas en mayor medida que en el resto de España

21 dic 2022 . Actualizado a las 19:43 h.

El Consejo de Ministros del próximo martes tiene previsto aprobar una cuantiosa partida millonaria para saldar con un único pago la deuda contraída con Audasa por las obras de ampliación del puente de Rande y la circunvalación de Santiago, operación que en paralelo permitirá reducir a menos de la mitad la subida de peajes prevista para el 2023. En total serán 800 millones de euros los que se repartirán entre la concesionaria de la autopista AP-9, la de la madrileña AP-6 (Abertis) y la andaluza AP-46 (Vauban) para zanjar, en los tres casos, inversiones realizadas en mejoras que no estaban contempladas en el contrato de concesión de cada una de esas infraestructuras.

Según ha podido saber La Voz de Galicia, en la misma sesión semanal del Ejecutivo está previsto que se decida que sea la Administración central la que se haga cargo de afrontar desde los presupuestos del Estado sobre un 4,38 % de la subida de los peajes de las autopistas estatales del total del 8,38 % que depara la fórmula legal de actualización de tarifas para el sector para el año que viene. De esta manera, las arcas del Ministerio de Transportes afrontarán algo más de la mitad de la subida y los usuarios de los viales, el resto. 

Según constatan fuentes conocedoras de la operación trazada parao rebajar el golpe de la segunda mayor subida en los peajes en este siglo y que viene motivada por la evolución del IPC, en el caso de la autopista gallega y de las otras dos concesiones que tienen cuenta de compensación por inversiones realizadas, la subida será inferior a la media al entrar en juego la partida que se aprobará para saldar dichos adelantos.

Todo se basa en la siguiente operación: el Ministerio de Transportes empezó el año pasado a destinar al pago de las obras realizadas por las concesionarias una parte de los presupuestos que quedaron sin usar de las partidas de bonificación de los peajes, y que, entre otros beneficios, convirtieron desde el verano pasado en en gratuito el viaje de vuelta si se realiza en 24 horas y se utiliza telepeaje. Para la AP-9 se vienen presupuestando al año desde el 2021 unos 53 millones de euros, pero la demanda de las bonificaciones está quedando lejos de agotar esa partida, y lo mismo ocurrirá este año. Los montos no utilizados han sido dirigidos por Transportes a cubrir, como en la amortización adelantada de una hipoteca, parte de las inversiones realizadas en Rande y Santiago. Esos adelantos serán restados de la subida del 9,38 % planteada por la concesionaria, y por tanto hacer posible que la principal autopista gallega vaya a subir por debajo del 4 % que se aplicará al resto de vías de pago, e incluso en un porcentaje notablemente inferior, tal y como apuntan fuentes conocedoras de la operación. 

En la AP-9, Audasa empezó en el 2018 a descontar con ese 1 % acumulativo de subida parte de los 332 millones gastados en las dos ampliaciones, cuenta sometida además a un 8 % de recargo por intereses, que al final de los veinte años en los que se había diseñado el calendario de subidas de peaje extra del 1 % acumulativos habrían reportado a Audasa más de 1.200 millones de euros en peajes. Ese 1 % había sido aprobado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ante la imposibilidad de cargar el déficit estatal con las obras en ese momento de crisis económica.

Aunque aún está por cerrar el acuerdo y ser este ratificado por el Consejo de Ministros, en principio del martes, aunque no se descarta que se trate para el siguiente extraordinario antes de fin de año, en el 2024 se retomaría la fórmula de subidas que depare el IPC y que fue instaurada desde el año 2000 para equiparar la evolución de precios en todas las autopistas del Estado. Esta sería la primera vez que las tarifas de las autopistas no estará determinada por el IPC, y que en su lugar y de manera general se evita un incremento desde las arcas públicas. En 1999 se contuvieron los precios de las vías de pago rebajando el IVA en un 7 %, porcentaje que hubo que recuperar por dictamen de la UE en el 2012, año en el que subió también el IVA del sector en 3 puntos y que se aplicaron otros tres puntos más por la actualización de precios automática.

La otra vía de pago gallega dependiente de la red estatal, la AP-53 (Santiago-Alto de Santo Domingo, Dozón) entrará dentro del paquete general de subidas del 4 % para los usuarios, al hacerse cargo la Administración central del resto del incremento. El vial gestionado por Globalvia a través de la concesionaria Acega, es el único de todo el Estado, autopistas forales y autonómicas incluidas, que no ofrece a sus clientes frecuentes posibilidad alguna de acogerse a bonificaciones o rebajas.

 En cuanto a las dos autopistas titularidad de la Xunta (A Coruña-Carballo y Vigo-Baiona), la subida se neutralizará para los usuarios, al asumirla este año la Administración gallega desde sus presupuestos, que cuentan con una partida ya aprobada desde ayer de 4,8 millones de euros.