Un estudio del Gobierno la sitúa como la cuarta autopista con peajes más caros
24 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuarenta y cuatro años han pasado desde que la AP-9 levantó por primera vez sus barreras. Coche a coche, peaje a peaje, los gallegos y demás usuarios de la principal autopista de la comunidad han dejado en sus cabinas 3.454,2 millones de euros, pero lejos de haber pagado ya el coste de la construcción y explotación del vial, la concesionaria Audasa desvela que la infraestructura está muy, pero que muy lejos todavía de llegar a ser amortizada.
El Ministerio de Transportes publicó ayer su estudio anual sobre el sector de las autopistas y en él señala que la empresa que explota la AP-9 cifra en tan solo un 35 % el nivel de amortización de la inversión que ha realizado en la autopista. En el reflejo que el análisis ministerial hace de los balances empresariales del sector se cuantifica en 1.775,1 millones la inversión realizada por Audasa desde la creación de la sociedad que gestiona el vial y en 621,7 millones lo que ya ha amortizado y, por tanto, recuperado. Es decir, que para que la amortización llegue ahora a un tercio del total, la concesionaria ha tenido que ingresar un monto en peajes 5,5 veces mayor. Y por encima de lo amortizado está también el beneficio neto obtenido por Audasa, que al final del primer semestre del año pasado alcanzaba ya los 1.022 millones de euros, casi el doble de la cantidad ya devuelta a la sociedad gestora.
Como el estudio que acaba de publicar Transportes se refiere todavía al ejercicio del 2020, Audasa dispone de 28 años para recuperar los 1.153,3 millones de euros que le restan para dejar el saldo de la concesión a cero, lo que no ocurrirá hasta el verano del 2048.
La otra autopista del Estado en Galicia, la que une Santiago y el alto de Santo Domingo (AP-53), se declara amortizada al 18,1 %, tras obtener Acega 44,6 millones de los 246,9 millones invertidos. Y en el caso de las dos autonómicas, Autoestradas (del mismo grupo de Audasa) da por recuperado un 29,5 % de su inversión, con 13,3 millones sobre una desembolso de 45,2 millones.
Los cuartos peajes más altos
El estudio realizado por el Gobierno central sirve también para comparar el precio de los peajes de todas y cada una de las concesiones existentes en el país. Y de ese estudio ministerial los gallegos vuelven a salir mal parados, pues el valor medio de sus tarifas resulta ser el cuarto más alto de las 26 autopistas existentes, con 0,1326 euros por kilómetro en la fecha del análisis, el 2020, ejercicio tras el que la AP-9 ha sido siempre la autopista en la que más han subido los peajes. Las dos autonómicas gallegas se sitúan a la cola, con 0,0815 euros.
El mismo trabajo deja también a Audasa mal parada en el ámbito de las reclamaciones presentadas por sus usuarios, siendo de nuevo la concesión con más quejas, si bien estas se redujeron en el año de la pandemia a solo 34, un 36 % menos que en el año anterior. Los sistemas de peaje de la autopista generaron la mayoría de las protestas. Es la AP-9 la segunda concesión de España en tamaño de su plantilla y fue la quinta en accidentes y la tercera en número de heridos.
Los camioneros gallegos tendrán que volver a pagar peaje en dos carreteras de Guipúzcoa para enlazar con Europa
Los camioneros gallegos suman desde ayer un nuevo gasto en los desplazamientos que realizan hacia Europa. La Diputación Foral de Guipúzcoa ha implantado por tercera vez el cobro de peajes a transportes pesados en dos arterias clave para la conexión con el resto del continente: la nacional I (Madrid-Irún) al paso por su territorio y la autovía A-15, la que une la división de la provincia con Navarra con las inmediaciones de San Sebastián.
En las dos ocasiones anteriores (2018 y 2021) el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco obligó a retirar el cobro al considerar que resultaba discriminatorio para los usuarios de fuera de la comunidad vasca a cuenta de las bonificaciones aprobadas para los conductores frecuentes de dichas arterias, y, por tanto, en su mayoría residentes de la provincia, así como que los peajes se implantaron en los tramos de mayor uso para los transportes de paso.
Los nuevos peajes, que ahora afectan a los dos viales en su integridad, han entrado en vigor a primera hora del lunes pese a estar recurrida su aprobación por parte de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España. A lo largo de los 76 kilómetros que suman las dos carreteras, la Diputación ha dispuesto siete pórticos de peaje automático, del estilo de los de las autovías de Portugal. Los precios se sitúan en 0,22 euros por kilómetro para los vehículos de entre 3,5 y 12 toneladas y de 0,28 euros para los que superen dicho peso.
Idéntico sistema es sopesado por el Gobierno de Navarra para cinco vías de su territorio: la N-I, la autovía del Ebro (A-68), la de Sakana (A-10), la de Sas Sebastián (A-15) y la N-121.
Y mientras en el País Vasco y Navarra se antoja difícil circular sin pagar peaje, al menos para los transportes pesados, en Castilla-La Mancha este año pasará a ser gratis transitar por la autopista radial R-2 en los seis kilómetros más próximos a Guadalajara y sus polígonos industriales. La concesionaria pública Seittsa será compensada desde las arcas de la Junta, como ocurrió a principios de año en Cataluña con un tramo de la autopista autonómica C-32, ahora gratuito.