La ministra de Transportes anuncia ceses en el ADIF y en Renfe por los trenes que no caben en los túneles

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunció ayer «ceses inminentes» tanto en Renfe como en el ADIF para «asumir las responsabilidades» del error en las dimensiones de los trenes de cercanías destinados para varias comunidades autónomas del norte, especialmente para las de Asturias y Cantabria pero que también afecta a Galicia. Durante una visita al municipio cántabro de Castro Urdiales, la ministra pidió disculpas a los ciudadanos y dijo que ya mantuvo una conversación con el presidente de Cantabria. «No me va a temblar la mano para depurar responsabilidades», aseguró la ministra.

«En las próximas horas se van a producir esos ceses y por lo tanto daremos las explicaciones en ese momento», aseguró Raquel Sánchez, que encargó una auditoría interna en Renfe y en el ADIF para «saber y conocer con todo detalle qué es lo que pasó», informa Europa Press. Además, dijo que se van a tomar «todas las acciones que sean necesarias» para poder acortar el retraso en la entrega de los trenes, al tiempo que recordó que aún no están fabricados, sino en fase de diseño. La ministra espera que el diseño de estos trenes esté listo para el verano y que se pueda iniciar su fabricación de manera inmediata, aunque no hay un tiempo mínimo de fabricación.

Sánchez también informó de la creación un grupo de trabajo para seguir este proceso y acortar los tiempos de fabricación, al que ha invitado a participar tanto al gobierno de Cantabria como al de Asturias. El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, reveló que la ministra le pidió disculpas por el fallo en las dimensiones de los trenes, lo que va a retrasar la llegada de la flota comprometida para la región. Revilla le pidió que esta «chapuza» tenga «algún responsable» porque «no es presentable que una cosa se licite en el 2019 y nos enteremos ahora que el ancho de los trenes no coincidía con el de los túneles».

Un problema con los gálibos

El origen del problema se encuentra en los gálibos publicados en la declaración sobre la red del ADIF que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en un contrato que publicó en el 2019 para adquirir 31 trenes de ancho métrico. Esos trenes están destinados a renovar la flota de la red de cercanías y media distancia, principalmente en el norte del país.

En junio del 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, fabricante de trenes y autobuses con sede en el País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el proyecto, CAF se dio cuenta de que había un error en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.

El contrato adjudicado en el 2020 fijaba el plazo de ejecución del contrato en torno a 18 años y cuatro meses. Como incluía el mantenimiento durante 15 años de algunas unidades, los tres años y cuatro meses restantes serían el plazo para la fabricación de los trenes, aunque normalmente se entregan de forma progresiva. Por ello, los primeros trenes tendrían que haber estado listos en octubre del 2024.

Tres años de retraso

Aunque ninguna de las partes ha confirmado el plazo de tiempo que conllevará solventar este problema, se estima que la construcción de los trenes que todavía no se han podido fabricar se demorará aproximadamente tres años, y todavía faltan por arreglar algunos trámites para que la solución pactada pueda llevarse a cabo. Además de los trenes de cercanías previstos para Cantabria y Asturias, también están afectados por ese error en las dimensiones diseñadas los que estaban destinados a las redes ferroviarias del País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia. 

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