Aparece un nuevo narcosubmarino en Galicia, en el interior de la ría de Arousa
GALICIA
Las dos planeadoras que vararon en Ribeira hace más de tres semanas tendrían que haber recogido el alijo que transportaba el semisumergible, de 15 metros de eslora y localizado a una milla del puerto de Vilaxoán. Lo detectó esta mañana un marinero y se sospecha que cargaba 5.000 kilos de cocaína
14 mar 2023 . Actualizado a las 12:38 h.Una embarcación semisumergible de factura casera apareció este lunes en el interior de la ría de Arousa. El narcosubmarino (el tercero que se localiza en Galicia tras el que fue hundido en la ría de Aldán en noviembre del 2019, con tres toneladas de cocaína a bordo, y el localizado en el 2006 en aguas de la ría de Vigo, construido de forma casera), permanece a la deriva a una milla del litoral de Vilaxoán, en Vilagarcía. A última hora de la tarde este lunes no había podido ser remolcado a la costa.
Agentes de la Guardia Civil, a la que pertenece la demarcación, se han hecho cargo de la investigación junto al Servicio de Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional. En el lugar del hallazgo permanecen dos patrulleras de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera custodiando el artefacto, y se espera que estén hasta mañana. Por el momento no ha trascendido si en el interior del narcosubmarino hay un alijo o, por el contrario, la mercancía habría sido ya descargada. Tampoco hay constancia de que se haya localizado a su tripulación. No hay detenidos en la operación.
Los investigadores creen que el sumergible podía cargar hasta 5.000 kilos de cocaína. El de Aldán del 2019 -con tres tripulantes- llevaba dentro 3.000 kilos, siendo de un tamaño superior al encontrado este lunes. Eso sí, ese narcosubmarino tenía capacidad para llevar hasta cinco toneladas.
Su aparición está directamente relacionada con las dos planeadoras que hace dos semanas amanecieron varadas en una playa de Ribeira. La hipótesis que maneja la investigación es que esas dos lanchas tendrían que haber recogido el alijo que transportaba el batiscafo con una eslora de quince a dieciséis metros que ha emergido esta mañana (el de Aldán medía, aproximadamente, cinco metros más).
Fue un marinero quien dio la voz de alarma sobre la presencia del aparato. El hombre se encontraba faenando, en busca de volandeiras, cuando divisó un objeto extraño que sobresalía de la superficie del mar. Al aproximarse, observó que se trataba de una pequeña parte de una embarcación, posiblemente el extremo de la proa, el resto de cuya estructura permanecía bajo el agua. Su apariencia indica que, como el narcosubmarino de Aldán, el primero capturado en aguas europeas tras surcar el Atlántico, el batiscafo podría navegar a un palmo de la superficie para evitar ser detectado y cruzar grandes distancias con importantes volúmenes de mercancía, probablemente cocaína, en sus entrañas.
Agentes de la Guardia Civil, Vigilancia Aduanera y Policía Nacional se han desplegado ya por tierra, peinando la costa de Vilaxoán en busca de cualquier indicio que permita hacer avanzar la investigación en la que trabajan las unidades especializadas en la lucha contra el narcotráfico. Al operativo se han sumado también los buzos de sus Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que ya hicieron una primera inmersión para analizar la situación bajo el agua. Además, Vigilancia Aduanera utilizó un dron marítimo para recoger imágenes del narcosubmarino bajo el agua, que han sido de gran ayuda para conocer la situación y posición del semisumergible.
Una vez corregida la situación de deriva del narcosubmarino —el punto ha sido balizado de forma provisional para evitar problemas de navegación en esa zona de la ría, tan próxima al puerto de Vilaxoán—, el siguiente paso será su reflotación. La experiencia de Aldán del 2019 indica que será un proceso complejo, que probablemente comporte varios días de trabajo, entre el cálculo de su peso, el achique del agua y su remolcado final a tierra.
La diferencia entre los dos sumergibles localizados en Galicia en el 2019 y este lunes, con el del 2006, es que los dos primeros se diseñaron y construyeron para cruzar el Atlántico desde Sudamérica, y el tercero se fabricó en el área de Vigo para salir a recoger la droga que traía un barco nodriza tras cruzar el charco.