¿Se puede ser profesor de Lengua y tener faltas de ortografía en la oposición?

GALICIA

En Andalucía se permiten hasta nueve errores, mientras que en Galicia no hay un criterio específico pero sí se penalizan
23 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Presentar e expoñer de forma organizada, clara e coherente, con precisión terminolóxica, riqueza léxica, corrección gramatical e ortográfica e fluidez do discurso». Esa es la única referencia que la Consellería de Educación hace pública sobre los criterios de calificación en los exámenes de oposición de Educación para profesores de secundaria, en la especialidad de Lingua Castelá e Literatura. Una norma aparentemente más laxa que, por ejemplo, la que se aplica en otras comunidades autónomas como Andalucía o Cantabria, donde sí se tipifica cuántas faltas de ortografía se permiten o cuánto descuenta cada una. Pero no significa que los tribunales en Galicia no las tengan en cuenta a la hora de evaluar o no penalicen por ellas. Porque sí lo hacen.
En el caso andaluz, los próximos profesores de Lengua pueden tener hasta nueve errores ortográficos en el examen de oposición, restando 0,2 puntos por cada uno. En Cantabria bastan tres para que la nota sea directamente un 0. El presidente del sindicato independiente de enseñanza ANPE, Julio Díaz, explica que en Galicia nunca se ha hecho una referencia explícita a las faltas ortográficas, pero que «los tribunales son soberanos y establecen los criterios oportunos, valorando la pulcritud con la que escriben los opositores». Eso sí, si los examinadores van a utilizar un criterio sobre una cuestión concreta, quienes se presentan al examen deben conocerlo con antelación.
Marcos Corgo es profesor de Lengua en el CPI O Cruce de Cerceda y, en las oposiciones del año pasado, formó parte del tribunal de esta especialidad. «Lo de Andalucía es una barbaridad. Yo no concibo que alguien que se presenta a unos exámenes de este tipo pueda tener faltas de ortografía», dice. Por otra parte, confirma que en Galicia no hay ningún criterio que regule lo que se debe bajar por cada error. El modo de proceder, entonces, es bajar o ajustar la nota del opositor. Sin embargo, puntualiza que en ninguna de las pruebas que corrigió se suspendió a nadie por faltas de ortografía. «Tampoco vas a buscarlas, cuando están, llaman mucho la atención. Y quienes pasan son gente muy preparada», señala Corgo.
Dentro del factor suerte que puede entrar en juego en la oposición, dice, se incluye el tribunal que sea designado: «No había el mismo criterio entre tribunales». Aun así, explica, «alguna falta siempre puede haber, forma parte del margen de error», teniendo en cuenta la situación de nervios y el tiempo limitado.
«Algo excepcional»
La misma postura muestra Borja, profesor de Lengua y preparador de esta especialidad de la academia Nós Oposicións. «Es excepcional que te encuentres con una falta de ortografía en estos exámenes. ¿Pasa? Pasa muy poco». Y no cree que una persona con este tipo de errores se pueda convertir en profesor. Ve la disposición de Andalucía como una forma de presentar una cualificación objetiva al cien por cien: «En Galicia, cuando se pide corrección ortográfica, va a depender de cada uno de los examinadores a la hora de corregir».
La respuesta de la Consellería de Educación remite a la convocatoria del concurso-oposición, que «é a que determina que os criterios de avaliación serán establecidos polos tribunais ou, cando sexa o caso, pola comisión de selección». En todo caso, explica el sindicalista Julio Díaz, es importante que las distintas comunidades evalúen bajo unos criterios comunes.
Para Alfonso Villares, socio fundador de Nós Oposicións, no es tanto una cuestión de cantidad. «Non é necesario facer explícitos estes criterios de corrección para que o tribunal teña en conta os erros ortográficos, que o fai», señala. Pero también tiene muy presente la situación de cada uno de los opositores, marcada por el estrés ante la prueba y el tiempo determinado para finalizarla y repasarla. O también que «hai moitas cousas que o futuro profesor non plasma no exame, pero igualmente está habilitalo para selo».
Si el docente Marcos Corgo describía esta polémica como una «barbaridad», otro miembro de ANPE lo hace de «ridículo, de chiste, de vergüenza». Según explica, es de sentido común que una persona con nueve faltas de ortografía no deba aprobar.
La polémica coincide con la primera prueba de las oposiciones de Educación. En Ourense, en el IES O Couto, se examinaron los que serán los futuros profesores de secundaria de Lingua Castelá e Literatura.