La demanda vuelve a desbordar las estaciones de tren y autobús en Galicia

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Una imagen del caos vivido este viernes en la estación intermodal de Santiago para coger un autobús.
Una imagen del caos vivido este viernes en la estación intermodal de Santiago para coger un autobús. Sandra Alonso

Renfe ofrece refuerzos para la línea a Madrid, pero no en el eje atlántico

23 sep 2023 . Actualizado a las 12:37 h.

Mientras Renfe anuncia el refuerzo de sus trenes para ir de Galicia a Madrid, viajar en tren, o en autobús, por el eje atlántico continúa resultando muy complicado a determinados días y horas. Este viernes, la estación intermodal de Santiago vivió lo que parece ser uno de los días más movidos del año. El comienzo del curso universitario hizo que el movimiento sea tan exagerado, con trenes completos desde el mediodía para viajar a destinos tan recurrentes entre los universitarios como A Coruña o Vigo. A la ciudad olívica se trasladan Lucía Caldeiro Maneiro y Nerea Noya Mariño, estudiantes de Relaciones Laborales en la USC y del ciclo superior de Prótesis Dentales. Son afortunadas pues han conseguido plaza en el tren, pero no saben dónde se van a sentar «porque la aplicación de Renfe está colapsada y no responde». Les tocará improvisar, pes a que fueron previsoras y compraron billetes para todas las tardes de viernes y domingo de septiembre y octubre.

Tampoco les quedó otra a Guillermina y a José Roberto, un matrimonio de Cartagena que acababa de aterrizar en Lavacolla para desplazarse a A Coruña en tren para visitar a su hijo. Ese era su plan, «pues cuando llegamos a la estación nos dijeron que teníamos que esperar una hora hasta el siguiente convoy con plazas disponibles». Critican el transporte del aeropuerto a la estación a través del autobús urbano 6A, «mucho menos ágil que en otras ciudades al no ser directo», y que nadie avisase a los viajeros que llegan a Compostela en avión de la situación colapsada de los servicios de tren y bus.

Muchos usuarios saben lo que hay y prueban suerte en autobús. Daniela Vidal y sus amigas iban a Vigo, pero no sabían si podrían salir porque no caben todos los pasajeros en su autobús. «Nos han dicho que van a enviar otro, pero este que está hasta los topes tendría que haber salido hace casi media hora y el siguiente no se sabe siquiera si llegará a venir», relataba la joven, cargada de maletas. No solo es ese su problema, pues este retraso puede hacerles perder otro autobús que tienen que coger al llegar a Vigo para llegar finalmente a sus casas.

Conoce bien esta situación Mateo Gómez, que estudia en Santiago desde hace años, pero es de Ponteareas. Para llegar a casa desde la capital gallega tiene también que coger otro autobús, pero esa ya no es siquiera su preocupación: «Lo que realmente da vergüenza es que todos los viernes pase lo mismo, que nos tengan haciendo una cola interminable para que al final no sepamos siquiera si vamos a tener sitio en este bus o en el siguiente, que a ver cuando llega», relata el joven. Bajo su punto de vista, no puede ser que una empresa como Monbus, «que tiene prácticamente el monopolio en Galicia», dé «este trato lamentable» a sus clientes todas las semanas.

Fluidez por la mañana

Los viajeros que salieron y llegaron este viernes a A Coruña en los primeros trenes de la mañana vivieron una situación «como la de cualquier otro día». Tanto los pasajeros como los trabajadores de la estación de San Cristóbal confirmaron que no hubo incidencias o retrasos importantes en los servicios ferroviarios y que, incluso, en algunos trayectos de corta y media distancia hubo asientos vacíos. «El tren más concurrido para llegar a A Coruña suele ser el que llega a las 7.45 horas, copado por trabajadores de la Xunta. También sale lleno el de las 7.15 hacia Santiago y Vigo, pero ayer solo hubo las típicas colas para revisión del equipaje. La jornada matinal fue fluida, dijeron diferentes usuarios.

Otro escenario se esperaba para la tarde, cuando los trabajadores y estudiantes cogen el tren de vuelta a casa. «Ahora hay que reservar o comprar los billetes por anticipado a través de la página web. Si esperas a última hora, te quedas sin asiento», dice Gabriel Sansón, que todos los días se traslada desde Santiago a A Coruña por motivos laborales. «Si no lo haces con antelación, es casi imposible coger un billete para volver a Santiago a las 19.35 horas, y hay que esperar al de las 19.50, que también suele ir lleno. Pero el principal problema es coger el tren hasta Vigo. Eso es tarea imposible. Un viernes por la tarde puede haber plaza hasta Santiago, pero a Pontevedra o Vigo es imposible. «Eso le pasa a muchos compañeros, porque los que suben en Santiago ya agotan las plazas al sur de Galicia», explica este trabajador. Algunas veces él reserva el billete para volver a Santiago desde A Coruña con un día de anticipación, pero los que van a Vilagarcía, Pontevedra o Vigo «lo tienen que hace mucho antes». En todo caso, ante la demanda existente los viernes y los domingos por las tardes, Renfe suele reforzar el servicio. Ayer hubo 12 trenes con doble composición, es decir, con doble de capacidad. Y la mayoría por la tarde.

Viernes ajetreado en Ourense

Al movimiento habitual de las conexiones gallegas de media distancia se suma el tirón del AVE entre Ourense y Alicante los fines de semana. Mayores que van a ese destino se mezclan con jóvenes gallegos que tienen sus ojos puestos en el Avant que conecta Ourense con Santiago y A Coruña.

Pasajeros llegando este viernes por la mañana a la estación de trenes de A Coruña.
Pasajeros llegando este viernes por la mañana a la estación de trenes de A Coruña. Marcos Míguez

Entre esos viajeros se encuentra Laura, una joven ourensana que trabaja en Santiago y que viaja a diario en el Avant que sale a las 6.30 horas. En esta ocasión viajará a mediodía, acompañada por dos amigas. Laura constata que la gratuidad del viaje ha disparado el uso de ese tren que va repleto a diario desde Ourense y que obliga a ser más previsores al reservar plaza. «El de primera hora va a tope de trabajadores. Ahora tengo que reservar los billetes con un par de días de antelación para poder organizarme y evitar quedarme sin plaza», señala.

Usuarios recurrentes de tren piden que se mantengan las bonificaciones

Varias asociaciones de usuarios recurrentes de servicios de ferrocarril de media distancia o altas prestaciones, de Galicia, Aragón, Castilla-La Mancha y Castilla y León, reclaman que se concrete qué va a pasar con el sistema de bonificaciones y gratuidad puesto en marcha en septiembre del 2022, y cuyo remate está previsto para finales de este año. Confían en que se prorroguen las ayudas vigentes o, de no ser así, que haya una revisión de precios que los haga asequibles para todos los viajeros regulares de todo el Estado, sin discriminación con respecto a los usuarios de los servicios de cercanías.

Consideran que la experiencia de estos meses, en los que los descuentos han aumentado la demanda, demuestra que los precios previos «eran una barrera que impedía el acceso a este servicio a miles de trabajadores y estudiantes de toda España». Y entienden que aún no han desaparecido las circunstancias que motivaron la puesta en marcha de las bonificaciones, aludiendo a la subida de los precios y de los tipos de interés.

La Xunta reitera su petición a Renfe de que mejore los trenes para evitar averías

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, reiteró este viernes desde Ourense que las empresas de transporte de viajeros por carretera y ferroviario deben de hacer frente a los picos de usuarios con el refuerzo de los servicios y la recuperación de frecuencias, en el caso de los trenes. «Teñen que estar preparados e anticipar esos picos de demanda que hai nas fines de semana co motivo do inicio do curso».

La titular de Infraestruturas avanzó que la próxima semana —el martes día 26— habrá una reunión con empresas de transporte para analizar esas demandas y también aprovechó para reclamar a Renfe que mejore los trenes que pone a disposición de los gallegos. «Pedimos que adapte e renove o parque móbil, porque hai moitas averías nos trens, especialmente no eixo atlántico. Están a ser casos moi habituais», lamentó.