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El nuevo bono de 5.000 euros para el cuidado de dependientes llegará a más de 18.000 gallegos

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

Rueda anuncia un bono de 5.000 euros para cuidado de dependientes
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Rueda abre el debate del estado de la autonomía anunciando ayudas sociales, medidas para el impulso de la industria y pidiendo firmeza contra las cesiones a los independentistas

09 oct 2023 . Actualizado a las 18:36 h.

La Xunta otorgará un bono de 5.000 euros anuales a las personas con dependencia que sean cuidadas en su domicilio. Esa fue una de las principales medidas anunciadas este lunes por Alfonso Rueda en el debate del estado de la autonomía, el primero de su estapa como presidente de la Xunta. El objetivo, añadió, es avanzar en la construcción de un sistema de dependencia tan universal como sanitario o educativo, y que permita a los mayores envejecer «con plena liberdade».

Según las estimaciones del Gobierno gallego, la medida beneficiará a más de 18.400 personas. Además, el Gobierno gallego otorgará un complemento de 1.200 euros a los dependientes que sean atendidos en residencias. Esa cantidad se añadirá a las ayudas que ya perciben, y que se verán así incrementadas en un 30 %.

El presidente anunció también la creación del Carné +65, que ofrecerá a los mayores descuentos similares a los del Carné Xove. Entre otras bonificaciones, incluirá un nuevo programa de viajes y ocio activo.

El eje social fue una de las claves del discurso de Rueda, de una hora y veinte minutos de duración, el otro fue la economía. El titular de la Xunta confirmó la puesta en marcha de un nuevo plan de atracción de inversiones, adelantado este domingo por La Voz, por el que se declarará el carácter estratégico de todas las inversiones industriales que superen los dos millones de euros, creen 25 o más empleos directos y tengan incidencia territorial y socioeconómica.

Esos proyectos tendrán un plazo de tramitación de un año y, cuando se incumpla, la Xunta indemnizará al promotor con el 1 % del importe del proyecto, hasta un máximo de 500.000 euros.

Los proyectos de menor importe, entre los 800.000 y los dos millones de euros de presupuesto, serán gestionados a través de una ventanilla única y los plazos de trámite se reducirán a la mitad.

La otra medida de calado en materia económica es la puesta en marcha de un fondo público-privado que contará con un capital de 300 millones de euros. La Xunta aportará el 10 % de esos fondos, y los inversores privados, con las que ya se ha negociado, el resto. El fondo, añadió el presidente, se presentará en próximos días ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El 80 % del fondo deberá destinarse a proyectos ejecutados en Galicia, explicó Rueda.

En el 2024, la Xunta pondrá en marcha las primeras ayudas para proyectos de hidrógeno verde. El presidente subrayó que Galicia reúne características para convertirse en «un hub de primeiro nivel» de esa nueva fuente de energía.

El titular de la Xunta anunció además medidas en materia fiscal. La principal es una bajada de un punto en el impuesto de transmisiones patrimoniales. Supondrá, dijo, «un aforro adicional de mil euros para que compre unha vivenda de 100.000 euros; de 2.000 euros para unha de 200.000» y así sucesivamente.

También anunció un plan de simplificación administrativa que arrancará en el 2024. Supondrá que la Tarxeta Benvida pase a concederse automáticamente a todos los hogares que cumplan los requisitos de renta —cerca del 80 %—, y que el título de familia numerosa se conceda también de forma inmediata tras el nacimiento del tercer hijo, y no será necesario renovarlo cada año, sino que no caducará «ata que o último fillo se emancipe».

Rueda adelantó además medidas en otros ámbitos. Desde el impulso al gallego con planes para su uso por los jóvenes o su expansión a las nuevas tecnologías, hasta la construcción de áreas caninas en las siete grandes ciudades gallegas. En materia sanitaria, una de las principales novedades es la extensión progresiva de la figura de los psicólogos clínicos a todos los centros de salud. En el frente ecológico, el presidente anunció la reforestación de los márgenes de las carreteras autonómicas para sustituír especies invasoras asociadas a los incendios por otras autóctonas. La Xunta marcará además un porcentaje mínimo de la estructura de sus edificios que deberá levantarse con madera de Galicia. En materia educativa, Rueda anunció que se invertirá al menos el 1 % anual del PIB en las universidades para adecuar sus instalaciones e impulsar la investigación.

Además de anunciar medidas para el futuro, el presidente se refirió a los hitos de gestión desde que el PPdeG recuperó la Xunta en el 2009, y se refirió a la situación nacional. Rueda repasó las demandas de Galicia al Gobierno central, y subrayó que son «xustas» y están sustentadas por una «sólida argumentación». Mencionó entre ellas la movilización de los fondos Next Generation, el corredor atlántico, la transferencia de la AP-9 o la llegada de los trenes Avril, entre otras.

Fue muy crítico con las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Advirtió que un presidente «non pode gañar unha prórroga», aunque sea «duns anos», a cambio de «sacrificar o principio de igualdade».

Subrayó su rechazo a un eventual referendo de independencia en Cataluña y a la amnistía. «A verdadeira xenerosidade practícase co propio, non co alleo», insistió.

Pero además subrayó que Galicia «non vai tolerar o recoñecemento de supostas débedas históricas» —en referencia a los 450.000 millones de euros que reclaman los independentistas catalanes— por su impacto en la «caixa común» de los españoles y los gallegos. «Galicia non o vai tolerar», subrayó.

En referencia a sus oponentes del BNG y el PSdeG, Rueda subrayó que Galicia debe «esquivar dúas correntes contrapostas». Una de ellas, la «ficción» de que Galicia «non precisa dos demáis» lo que la llevaría a aislarse y a convertirse en «refractaria dos avances do exterior». La segunda pasa por convertir Galicia en un «satélite» del Gobierno de España, atado a los designios de la Moncloa.

Frente a esas dos posibilidades, subrayó que «con este Goberno e esta maioría, Galicia proseguirá o seu propio camiño», que pasa por la «lealdade» con el Estado surgido de la Transición y la defensa de los intereses propios.

Arrancó su parlamento con esas ideas, y regresó a ellas como conclusión. Galicia debe ser una tierra «segura» y «cada vez máis igualitaria». Por eso, anunció, se seguirán reivindicando juzgados de violencia de género en las cinco ciudades que aún no los tienen o un nuevo plan para fomentar la contratación de mujeres en sectores masculinizados.

Rueda insistió en el carácter previsible de su Ejecutivo: «o Goberno de Galicia non se embarcará en aventuras políticas de escaso percorrido que sacrifican o benestar de todos no altar da ideoloxía. Seguridade é contar cun pobo unido que apoia aos seus, falen o que falen, pensen o que pensen, veñan de onde veñan».