Nadia Calviño, Valentín González Formoso, Lara Méndez, Alberto Varela, Abel Caballero e Inés Rey arropan al candidato en una muestra de unidad de los socialistas
21 oct 2023 . Actualizado a las 20:01 h.En septiembre, Pedro Sánchez dijo en Oroso a los cuadros del PSdeG: «Vamos a darnos el gusto de acabar con el Gobierno del Partido Popular», y advirtió que el PSOE iba a estar mucho más presente en Galicia. Hoy sábado, Nadia Calviño dio ejemplo de conocer la consigna y se pegó «un madrugón» para acompañar a José Ramón Gómez Besteiro en el que se pudo considerar el primer mitin del candidato socialista a la Xunta.
Los socialistas contaron con menos asistentes que los 400 cargos del Bloque que acompañaron a Ana Pontón en un acto que se celebró casi a la misma hora en otro hotel compostelano, pero el PSdeG cuidó mucho la puesta en escena.
Besteiro no solo estuvo acompañado por una vicepresidenta del Gobierno, también se sentaron a su lado el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso; el presidente de la Fegamp y alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela; los regidores de Lugo y Vigo, Lara Méndez y Abel Caballero, y la alcaldesa de A Coruña y vicepresidenta de la Femp, Inés Rey.
Formoso recordó la etapa de Besteiro en la Diputación de Lugo, desde la que «revolucionou a provincia», por lo que le destacó como el remedio para una Galicia que no debe «asumir a parálise decadente» de la Xunta del PP. El secretario general lució sentido del humor diciendo «xa que non vou ser o candidato, déixádeme tres minutos de gloria» cuando surgieron dudas sobre quién debía presentar a Lara Méndez.
La alcaldesa de Lugo situó a Besteiro como continuador de Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño, «protagonistas das grandes transformacións de Galicia». Después, Alberto Varela afirmó su confianza en que con él en la Xunta, la Administración autonómica dejará de tutelar a los ayuntamientos como si fueran «menores e idade» y respetará la autonomía local.
Inés Rey dijo con ironía que no iba a hablar «nin do PP nin de Alfonso Rueda nin daqueles que non creen en Galicia nin no futuro do país» porque el acto convocado por el PSOE era serio y no un mitin. Recordó la «inxusta situación» que atravesó Besteiro tras estar años imputado por la jueza Pilar de Lara, lo que le obligó a dejar temporalmente la política, sin que se hallase indicio alguno de delito. De ahí le sacó un apodo, «Máximo Décimo Besteiro», el personaje de Russell Crowe en Gladiator, que se venga de un emperador injusto, y bromeó diciendo que el candidato tendrá más facilidades para una victoria épica «porque se viste de romano». Así lo hizo en el último Arde Lucus.
Fue Abel Caballero quien dejó claro de que iba la cosa. El de hoy fue un «acto de unidade», eso «tan importante en política». La «presenza de todos e todas» es la «crónica dunha victoria anunciada» del PSdeG, que cuenta con «un líder ao frente, Besteiro», pero debe contar con el esfuerzo de «todos». El regidor vigués, que hizo referencia a «algúns que renunciaron ás súas aspiracións lexítimas en aras do beneficio de Galicia», cerró filas con el candidato, «seguiremos percorrendo contigo todos os lugares de Galicia», y presentó a Nadia Calviño, a la que conoce «dende que tiña cinco anos. É unha crac da política».
La vicepresidenta dejo alguna frase en gallego y lamentó que Galicia, «a nosa terra», se caracterizase estos años por sufrir «despoblación, envejecimiento y falta de dinamismo». Presentó a Besteiro como un candidato «honesto y sincero», dispuesto a «remangarse y trabajar duro», que puede colaborar con el Gobierno de España y los ayuntamientos para que Galicia «esté a la cabeza» del cambio tecnológico y este «no genere solo zozobra», sino oportunidades de futuro. También para «aprovechar plenamente la oportunidad» de los fondos de la UE, «que consiguió el presidente Pedro Sánchez con ayuda de una servidora».
El candidato volvió a la unidad. El PSdeG, dijo, está «máis unido e máis forte que nunca» y arranca un «proceso» que terminará con los 14 años de «declive e irrelevancia» en los que ha caído Galicia «a manos do PP».
Criticó que Rueda, en su búsqueda de un «enemigo externo», se enfrente «aos alcaldes, a Fegamp, o Estado e a sociedade civil. Está en contra de todo». Puso de ejemplo la ley del litoral —a la que el PSdeG no se opuso en el Parlamento—, que el Gobierno ha sido recurrida al Constitucional. Dijo que la Xunta «estaba advertida», pero «alguén lle dixo que debía confrontar» y ha dejado a «os empresarios e 25.000 fogares nun camiño sen saída» que, si gobierna, «se vai solucionar máis pronto que tarde».
Se comprometió a superar el «fiasco» del transporte metropolitano y a avanzar en la «gratuidade» de la AP-9. Repasó promesas incumplidas de los gobiernos populares y aseguró que los trenes Avril, que el Ejecutivo central aseguraba que estarían en marcha el verano pasado, «van chegar en novembro ou decembro».
Anunció que el PSdeG organizará una conferencia política para armar el programa, y contó cómo Pedro Sánchez le encargó ser el primer diputado que interviniese en una lengua cooficial, el gallego, en el Congreso. «Fala no que sentes», le dijo por teléfono.
Concluyó: «O cambio non vén, o cambió está aquí e o dará o PSOE. É o noso tempo», quizá inspirado por aquel «alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la próxima» del personaje con el que le vinculó Inés Rey.