El SUP acusa a los bomberos de usar un lanzallamas en la protesta de Ourense y ellos lo desmienten

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EuropaPress

Ambos colectivos cruzan críticas de exceso de violencia en la concentración de ayer ante la Diputación Provincial

24 oct 2023 . Actualizado a las 20:54 h.

La manifestación de los bomberos comarcales este lunes en Ourense dejó daños materiales por lanzamiento de pintura contra la fachada de la Diputación provincial y un bombero herido y evacuado en ambulancia tras un enfrentamiento entre los huelguistas y la Policía Nacional. Sin embargo, las partes implicadas en esa confrontación aseguran que hubo más lesionados y se acusan mutuamente de un exceso de violencia. En el centro de la polémica, el uso de un objeto que desde el lado de los bomberos lanzó llamas en al menos tres ocasiones en plena carga.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) fue el primero en «condenar» lo que describieron como una movilización «radical» y una actuación «violenta y premeditada» de los bomberos comarcales, para tratar de «ocupar, con uso de la fuerza», el edificio de la Diputación, protegido por un cordón de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, también conocidos como antidisturbios). El sindicato asegura que los bomberos «atacaron» a los agentes, utilizando la «violencia física», y destaca sobre todo el uso de «un artilugio a modo de lanzallamas que podría haber ocasionado graves daños y lesiones a los agentes».

Fruto del encontronazo, el SUP asegura que resultaron heridos dos agentes. Y advierte que ha puesto a disposición sus medios legales para ejercer de acusación particular contra quienes los lesionaron y también contra la persona que hizo uso del objeto que proyectó las llamas.

Desde el comité de huelga de los bomberos comarcales han respondido al supuesto uso de lanzallamas hablando del «desafortunado empleo de un insecticida, que después de inflamarse durante su proyectado, pudo interpretarse como una herramienta de amenaza por parte de los bomberos». Añaden, no obstante, «que el fuego no llega a los agentes policiales, si no que pasa por la cabeza de muchos compañeros antes de diluirse».

En las imágenes puede verse tanto que las llamaradas son lanzadas en dirección a los agentes como que hay varias filas de bomberos entre quien utiliza el objeto incendiario y los antidisturbios. Sucede, como mínimo, en tres ocasiones.

La representación de los huelguistas también acusa a la policía de una actuación desproporcionada. Aseguran que tras un «forcejeo» en el que los bomberos intentaron acercarse a la entrada de la diputación, los policías «comenzaron una carga», de la que dicen ignorar si fue autorizada o no. «Comenzaron a dar golpes con contundencia a la altura de las cabezas de los manifestantes (...) de arriba a abajo, que entendemos no responden a los procedimientos reglamentarios», describen.

Aseguran que en ese enfrentamiento resultaron heridos varios bomberos, con un «importante recuento de lesiones» de distinta gravedad en las extremidades superiores, ya que afirman que los huelguistas levantaban las manos «en actitud de defensa (...) para protegerse». La lesión más grave la sufrió un trabajador de un parque comarcal de Barbanza que sufrió una fractura múltiple de nariz y pómulo «fruto del golpe directo de un policía sobre la cara del bombero».

En un comunicado remitido a los medios, el comité de huelga ha instado a los bomberos a mantener la calma en las próximas protestas previstas, la del 27 de noviembre ante la Diputación de A Coruña y la del 31 ante la de Lugo y ha condenado «cualquier forma de agresión». También ha vuelto a reclamar a las administraciones que retomen la reunión cancelada el pasado 9 de octubre. «La reunión que cancelaron por no tener hechos los deberes tendrá que celebrarse sí o sí, y esperamos que cuando tenga lugar, acudan con la capacidad legal suficiente para negociar, así como con el asesoramiento técnico necesario», remachan.

Comunicado de condena

El «uso da violencia» en las protestas de los bomberos comarcales ha recibido respuesta en forma de un comunicado conjunto de la Xunta de Galicia, las diputaciones de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra y la Fegamp (Federación Galega de Municipios e Provincias). En el texto, esas instituciones manifiestan su «rotunda condena» de los hechos conocidos. Según dicen, cualquier colectivo profesional tiene derecho a reclamar mejoras laborales, pero consideran «inxustificable e inadmisible» que se haga a través de la violencia.

«Imaxes como as de onte en Ourense, nas que se viu a rotura de xanelas, o uso de botes de fume e incluso o emprego de lanzachamas na vía pública; ou as de Pontevedra do pasado venres, que ocasionaron danos na fachada do Pazo Provincial, non deberían volver a producirse nunca, xa que poñen en risco a integridade das forzas e corpos de seguridade do Estado, dos traballadores e traballadoras da Deputación e das persoas que circulan pola rúa», dice el comunicado, que advierte de que «o uso da forza nunca vai doblegar a defensa do interese público». Por ese motivo, piden a los bomberos que vuelvan al diálogo. «Ningunha demanda, por lexítima que sexa, xustifica episodios violentos como os de onte fronte á Deputación de Ourense», termina diciendo el texto.