La familia de Diego Bello, rumbo a Filipinas: «Tengo la necesidad de verle la cara a los asesinos de mi hijo y, sobre todo, de que ellos nos vean a nosotros»

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Los padres de Diego Bello y su abogado, en el aeropuerto de A Coruña antes de partir a Manila para asistir a una sesión del juicio, en noviembre del 2023
Los padres de Diego Bello y su abogado, en el aeropuerto de A Coruña antes de partir a Manila para asistir a una sesión del juicio, en noviembre del 2023 MARCOS MÍGUEZ

Una experta en balística declarará en la segunda sesión del juicio por su asesinato

18 nov 2023 . Actualizado a las 22:57 h.

Faltan apenas dos meses para que se cumplan cuatro años del asesinato en Siargao (Filipinas) de Diego Bello Lafuente (A Coruña, 1987). Y ayer sus padres, Pilar Lafuente y Alberto Bello, salieron desde A Coruña rumbo a Manila para acudir a la segunda sesión del juicio por su muerte.

«Queríamos asistir a todo el proceso. Cuando nos llevamos la sorpresa de que en Filipinas no es como aquí, que se hace todo el juicio seguido, sino que se hacen dos vistas mensuales, hablamos con nuestro abogado en A Coruña, Guillermo Mosquera, y con el equipo de letrados de Filipinas y decidimos acudir a la sesión de este miércoles porque es una vista muy importante», explica Pilar. La importancia de esa vista por la que los padres del coruñés no han dudado en hacer este largo viaje —con escalas en Madrid y Shanghái para llegar a la capital filipina— está en que declarará una experta en balística. «Nos parece que todo lo que se va a contar es crucial porque va a certificar lo que ocurrió. No será la única sesión a la que iremos. Según vaya avanzando el proceso, iremos decidiendo a cuáles otras ir. Consideramos importante que nos vean presentes en el juicio», explica la madre de Bello.

La vista de este miércoles supondrá el primer encuentro en persona entre los padres y Wise Vicente Panuelos, Roel Azarcón y Nido Boy Cortez, los tres policías acusados del asesinato de Diego el 8 enero del 2020. También se les atribuye la falsificación de pruebas para tratar de justificar su actuación; la versión policial es que dispararon en defensa propia cuando lo iban a detener acusándolo de tráfico de drogas. «Tengo la necesidad de verles las caras a los asesinos de mi hijo, pero sobre todo de que ellos nos vean a nosotros. Diego tenía una familia detrás y unos padres a los que les destrozaron la vida. No solo acabaron con la vida de Diego, sino con la de todos», dice ella.

Diego Bello en la playa de Barrañán
Diego Bello en la playa de Barrañán

La sesión del juicio al que acudirán es para ellos el principio del fin. «En estos años fuimos dado pasos que para nosotros eran cortitos, pero que ahora echando la vista atrás, podemos ver que eran gigantes», comenta la madre. Porque detener a los tres acusados no fue fácil. La orden de arresto fue emitida el 25 de marzo del 2022, pero no fueron apresados hasta febrero de este año cuando se entregaron después de diez meses huidos de la Justicia. «Cuando vimos que se decía que estaban en paradero desconocido sabíamos que era mentira. Estaban perfectamente localizados porque estaban activos en sus redes sociales», lamenta Pilar antes de partir.

La familia cree que el proceso finalizará sin saber quién dio la orden de matar a Bello

Los padres de Bello se muestran optimistas ante el proceso judicial y agradecen el apoyo recibido. «Sentimos mucha impotencia durante el tiempo en el que los tres acusados estaban a la fuga, pero decidimos que eso no nos iba a restar fuerzas en nuestra lucha. Fueron piedras en el camino que no nos impidieron avanzar», señala Pilar.

A pesar de las dificultades vividas, la madre de Bello dice que confía en la Justicia. «Tengo un pálpito de que esto va a tener un final con los tres acusados en la cárcel. A lo mejor no tiene el resultado que queremos, porque realmente nos gustaría saber quién está detrás de ellos, quién les dio la orden de matar a Diego. Pero si ellos quieren cargar solos con la culpa de la autoría, es una decisión suya. Aunque vayan a la cárcel no tienen condena, realmente no hay derecho a lo que hicieron», comenta Pilar, que cuando se enteró de la noticia de que su hijo había sido abatido en una presunta operación contra el narcotráfico recibió muchos mensajes, de sus amigos y empleados de Siargao: «Me escribieron por redes para decirme que no me creyera nada de lo que se estaba diciendo de él. No dudé ni un segundo, pero me dolió mucho que intentasen manchar su nombre».

Sobre la duración del juicio, Pilar cree que «no se va a dilatar mucho en el tiempo». «Llegados a este punto, no nos importa, pero necesitamos cerrar esta etapa. Estamos cansados físicamente y mentalmente desgastados».