El feminismo pionero de una Cámara donde solo había trece mujeres entre 75 diputados

GALICIA

María Pedreda

El Parlamento gallego fue el primero de España en crear una comisión dedicada en exclusiva a la igualdad

15 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta doce mujeres entraron en O Hórreo en la tercera legislatura. Doce de un total de 75 diputados, aunque apenas sumaron una más cuando terminó la cuarta legislatura (1993-1997). Para entender el cambio que se ha producido en estos treinta años solo hay que recordar que después de las autonómicas del 2020 se constituyó la Cámara más paritaria de la historia, con una ligera mayoría de mujeres: 38 frente a 37. Tal vez buena parte de estos avances en la participación política de las mujeres en Galicia se deban a la iniciativa pionera de crear una comisión parlamentaria no permanente que se constituyó a pesar de la segunda mayoría absoluta de Manuel Fraga, y que fue la primera que apostó por tratar asuntos relacionados con la igualdad de todos los parlamentos españoles. La Comisión para a Igualdade e os Dereitos das Mulleres estaba integrada por las diputadas María Xosé Ares Casal y María Teresa Fernández Piñeiro (PP); María Xosé Porteiro y María Antonia Álvarez (PSOE); y Pilar García Negro y Olaia Fernández Davila (BNG).

María Xosé Porteiro recuerda con emoción aquella comisión, que consensuó una declaración que expondrían en la Conferencia Internacional de la Mujer que iba a celebrarse en septiembre de 1995 en Pekín. Aquel texto votado por unanimidad por mujeres con sustratos ideológicos tan diferentes defendía eliminar de las legislaciones cualquier tipo de discriminación que impidiera o frenara el acceso de las mujeres a cualquier puesto laboral. «Independientemente de nuestra ideología, nos llevábamos muy bien. La adscripción política no fue un obstáculo para alcanzar acuerdos», recuerda ahora Porteiro, que ironiza a continuación con lo difícil que sería llegar en estos tiempos a este tipo de consensos tan transversales.

Finalmente, viajaron a China, aunque los trámites no llegaron a tiempo para que estuvieran registradas en el foro institucional y acabaron en el social, donde coincidieron con organizaciones feministas de todo el mundo. Tal vez eso les permitió estar al tanto de por dónde iba a transitar el feminismo en los siguientes años «y nos pasamos mucho tiempo divulgando lo que vimos allí en conferencias y todo tipo de actos».

Aquel viaje, sin embargo, «fue un poco agónico». Dieron «la vuelta al mundo» con múltiples escalas «y acabamos en un hotel de quinta categoría», pues el Parlamento escatimó en gastos pese a ser una delegación oficial.

La idea de crear aquella comisión, recuerda Porteiro, fue de Pilar García Negro, pero enseguida fue recibida con entusiasmo por el resto de las diputadas. Por aquel foro parlamentario pasaron muchas mujeres, tanto del activismo feminista como de múltiples sectores de la sociedad, y sirvió para radiografiar las necesidades de las mujeres gallegas mucho antes de que el feminismo se convirtiera en una ideología masiva.