Recibe los 40 votos favorables de su grupo. Los 25 diputados del BNG y los 9 del PSdeG votaron en contra. El jefe del Ejecutivo creará una Oficina de Coordinación Económica bajo su mando directo
11 abr 2024 . Actualizado a las 22:21 h.Alfonso Rueda acaba de ser elegido presidente de la Xunta de Galicia con el respaldo de los 40 representantes del PPdeG, dos más que la mayoría absoluta del Parlamento gallego. Los 25 del BNG y los 9 del PSdeG votaron en contra. El de Democracia Ourensana se abstuvo. Es el sexto presidente de la etapa autonómica. Llegó a mediados del 2022 como relevo de Feijoo, y ahora ya los es tras unas elecciones, las del 18 de febrero.
El resultado de la votación, anunciado por el presidente de la cámara, Miguel Santalices, dio paso a una ovación de los parlamentarios populares y de gran parte de los invitados de la tribuna, en la que se a lo largo del día se sentaron cargos y alcaldes de todos los partidos y representantes de la sociedad civil, pero que llegada la hora de la votación estaba atestada de representantes del PPdeG.
En el centro, junto al delegado del Gobierno, Pedro Blanco, estuvo la esposa de Rueda, Marta Coloret, y otros allegados al candidato. Cerca se sentó el histórico nacionalista Camilo Nogueira, a quien el presidente reconoció con la medalla Castelao en el 2022 por su contribución al Estatuto de Autonomía.
La votación estuvo precedida por un debate con los grupos en el que Rueda atribuyó las críticas de la oposición a que «as eleccións xa pasaron», pero «algúns, ou algunhas, non o entenderon». El líder del PPdeG aprovechó la segunda sesión de investidura para anunciar la creación de una Oficina de Coordinación Económica de la Presidencia, que estará directamente bajo su mando y se encargará de la coordinación, seguimiento y asesoramiento de nuevos proyectos. La entidad se coordinará con la Oficina Económica de Galici, dependiente de esa consellería y que funciona como ventanilla única para los nuevos proyectos.
No dio nuevas pistas sobre el futuro gobierno, pero sí se refirió a su discurso del martes, en el que anunció, entre otros cambios, la creación de una nueva dirección xeral de Asuntos Constitucionais, que la oposición consideró una forma de enfrentamiento con el Gobierno. Afirmó que ese no es el objetivo, sino defender la legalidad autonómica en un momento en el que el «interés supremo de Galicia» está «seriamente cuestionado» por el Gobierno central.
Al socialista José Ramón Gómez Besteiro, que había dicho que el Ejecutivo está dispuesto a negociar con la Xunta, le contestó «pois que ben o disimula». Recordó que del recurso contra la ley del litoral, que el Gobierno presentó sin negociación con la Xunta, «entereime por teléfono».
También le invitó a acompañarle a Madrid para reivindicar juntos la promesa electoral del PSOE de gratuidad total en la AP-9. Añadió que sí hizo ese anuncio en campaña es porque seguro que es posible hacerla efectiva «de inmediato». Añadió que está dispuesto a hablar con él de esa propuesta «este mesmo luns», convencido de que le «farán máis caso que a señora Pontón».
Rueda invitó a lo socialistas a sumarse a su postura en materia energética e industrial. «Se Altri cumple ira para diante, e se non cumple non», afirmó. Instó a Besteiro a reposicionar a su partido y a ser «valente» frente al BNG y a Pedro Sánchez. Es más, planteó que Ferraz no había trabajado para él en campaña, sino a favor del Bloque con el fin de apartar al PPdeG de la Xunta.
«Os galegos falaron, vostede está na oposición e eu vou ser presidente da Xunta de Galicia», espetó Rueda a Ana Pontón tras considerar que por la mañana pronunció su tercer discurso de investidura, aunque fuesen fallidas.
También reprochó a la nacionalista que no le reconozca como presidente legítimo, algo que sí hizo Besteiro y se lo agradeció, y que haya pasado de llamarle «presidente accidental a presidente refén». Le pidió que «sea valente» y aclare «que hai do monolingüismo» en la enseñanza que llevaba en su programa electoral.
El candidato a la presidencia fue aún mas crítico por el «cambio total» del BNG sobre la planta de Altri en Palas de Rei, ya que voto a favor de ella en el Parlamento. Atribuyó el giro al «batacazo electoral» de los nacionalistas, y a la necesidad que tenían de «coller unha bandeira» y demostrar que «están vivos» tras no alcanzar la expectativa de gobernar.
Rueda reprobó las comparaciones que el Bloque ha trazado entre Altri y una «bomba medioambiental», y se preguntó cómo podrían trabajar los técnicos de la Xunta que deben trabajar en ese expediente con ese discurso de los nacionalistas de fondo.
El líder del PPdeG agradeció a Armando Ojea (DO) su decisión de abstenerse, que consideró «un voto de confianza», aunque le recordó que no es el único representante de la provincia de Ourense.
El debate estuvo lleno de ofertas de pactos, aunque con pocos visos de salir adelante. El BNG lanzo cuatro y el PSdeG, cinco. El candidato popular había lanzado el martes dos, sobre industria y energía.
Esta tarde el ya presidente hizo un discurso menos nutrido de anuncios y mucho más cáustico con los argumentos de la oposición. Pese a ello, reiteró la oferta de acuerdos porque «Galicia se xoga moitísimo». Pero es muy improbable que ese acuerdo se materialice, igual que los de la oposición. Como recordó el portavoz del PPdeG, Alberto Pazos, su partido logró la mayoría absoluta con un programa electoral y no van a renunciar a él, «sería tanto como traizoar a confianza dos galegos», pero tampoco parece previsible que lo asuma la oposición.
Dejando a un lado el enfrentamiento, en sus últimas palabras antes de la votación, Rueda pidió la confianza de la cámara autonómica para «nada menos que ser o presidente de todos os galegos. Quero facer este camiño con humildade, con firmeza e por Galicia».