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Del regalo de 35 años más de vida a Audasa, al origen de la «navallada»
17 jun 2024 . Actualizado a las 13:24 h.La AN-PG y la UPG, ramas que acabaron nutriendo el tronco común del BNG, fueron los únicos partidos que acudieron con sus banderas y enseñas a la gran manifestación que en otoño de 1977 se celebró en Pontevedra en contra de la construcción de la Autopistas del Atlántico. A la llamada de la Coordinadora Nacional de Afectados de la Autopista respondieron decenas de asociaciones de vecinos de la franja costera, sindicatos, partidos políticos... Diversas pancartas ondearon en la concentración, pero el lema de una de ellas prendió en la memoria colectiva. «Autopistas: unha navallada do capital».
El rechazo a la AP-9 se extendió por casi toda la izquierda —el PCG terminó por apoyar la creación del vial—, pero desde la marcha de Pontevedra fueron los nacionalistas a quienes se les ligó con la oposición contra Audasa y a quienes se les acabó atribuyendo el lema de la navallada.
De aquella crítica el BNG ha pasado a reivindicar la AP-9 como arteria vital para Galicia, y por esa condición sus cuadros exigen su rescate y gratuidad. Esa conversión, la falta de consecuencias concretas de alguno de sus pactos con el PSOE para acuñar nuevas rebajas de los peajes, o el hecho de suscribir esos acuerdos para minorar las tarifas de la autopista pero no secundar los presupuestos en los que se incluían los fondos para hacerlo, le es recordado constantemente desde las filas rivales. Pero la verdad es que en la AP-9 todas las formaciones tienen que hacer equilibrios para tapar sus vergüenzas.
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El PSOE, que recuerda a diario la prórroga con la que el Gobierno de Aznar llevó el final de la concesión del 2023 al 2048, fue en realidad quien abrió el camino a prolongar la vida de Audasa y sus peajes. El Ejecutivo de Felipe González estiró el contrato de la autopista del 2013 al 2023. Los socialistas dejaron también firmada una condenada hipoteca para todos los usuarios de la AP-9 con el 1 % que autorizaron a Audasa a subir a mayores cada año en sus tarifas para pagar hasta el 2038 las obras de ampliación de Rande y Santiago. Y fueron los diputados del PSOE, gallegos incluidos, quienes con una maniobra dilatoria propia del futbolista que pierde tiempo, impidieron en la pasada legislatura que las Cortes dieran el visto bueno a la transferencia de la autopista a la Xunta.
Quien suele sacar ahora esa lista de reproches en la actual refriega por la autopista gallega es el PP, el partido que acabó dando 25 años extra a Audasa; el que privatizó el vial tres años después, y el que ejecutó en el 2012 la mayor subida de los peajes de la AP-9, con un escalofriante 13,79 %. El gallego Mariano Rajoy fue quien impidió al Congreso que debatiese la transferencia a Galicia de la titularidad del vial, concediendo la creación de una comisión mixta de seguimiento de la gestión de la autopista Gobierno-Xunta, que no ha tenido trascendencia. El PP reclama ahora traspaso y dinero para gestionarla, pero el mismo Alfonso Rueda también tiene su particular pasado en la AP-9. Como secretario general de los populares durante el bipartito, justificó la dura prórroga de Aznar al considerarla como la clave para poder alargar la autopista hasta Fene y a Puxeiros.
Habrá una nueva edición de la pelea por la paternidad de los descuentos que van a llegar
Adriana Lastra y Ana Pontón firmaron el 3 de enero del 2020 la aplicación de descuentos en la AP-9 para hacer gratuito el viaje de vuelta a los usuarios frecuentes del vial. Los nacionalistas no aprobaron los presupuestos del Estado que nutrían con fondos públicos la cobertura de dichas rebajas. Con ello, los socialistas se sintieron liberados para arrogarse la autoría de los descuentos y el BNG perdió espacio para reivindicarse como autor de la jugada. Ahora, el Gobierno le da vueltas a un nuevo descuento del 20 % en el viaje de ida para los fieles de la AP-9, pactado con el BNG a cambio de la última investidura de Sánchez. El PSOE busca ya la manera de presentarse como autor único de la futura rebaja en respuesta al revés que el Bloque junto al PP les acaban de dar en el Congreso al aprobar simbólicamente el fin de Audasa.