Último adiós en el periódico: «Ya no quedan personas como él, se ha ido un faro, todo un referente»

Sandra Faginas / María Vidal REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Centenares de personas acudieron a darle el último adiós en el museo Santiago Rey Fernández-Latorre

29 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A las tres de la tarde del 28 de agosto se hizo el silencio en las instalaciones de La Voz de Galicia. El silencio del respeto y la admiración de todos los trabajadores del periódico que esperaron conmovidos la llegada del féretro de su presidente y editor, Santiago Rey Fernández-Latorre, mientras acompañaban a su viuda, Salomé Fernández-San Julián, que llegó del brazo de su hija. Con un emotivo y largo aplauso, los restos mortales de quien fue un maestro de periodistas y un empresario que condujo a su periódico a ser uno de los principales de España fue despedido en el Museo Santiago Rey Fernández-Latorre, donde tantas veces acogió a toda su gente.

Rodeado de un imponente lienzo floral de rosas blancas con la V roja de La Voz, decenas de coronas de diferentes instituciones, trabajadores, amigos y familiares, el cuerpo de Santiago Rey Fernández-Latorre fue despedido cubierto por la bandera de Galicia, al lado de un cuadro de Guillermo Muñoz Vera que lo representa en la rotativa de La Voz.

En su casa, en La Voz de Galicia, junto a quienes tanto lo querían, Santiago Rey Fernández-Latorre fue velado entre linotipias, páginas de periódicos, máquinas de antiguos talleres que forman parte de la historia. Como él, porque después de 60 años al frente de las distintas empresas de la Corporación Voz, si una palabra fue destacada por todos los que quisieron darle el último adiós fue referente. «Era un faro», «con su muerte se escribe parte de la historia de Galicia», «se ha ido un defensor de Galicia»... son algunas de las frases que se escucharon en su capilla ardiente, a la que acudieron, además de los trabajadores y amigos íntimos, distintos representantes de la sociedad gallega y española. Una de las primeras en llegar a dar su pésame fue la presidenta de Inditex, Marta Ortega, quien junto al consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, expresó su pesar por su fallecimiento. «Lo sentimos muchísimo», declaró Marta Ortega. También su madre, Flora Pérez, se acercó a las instalaciones de La Voz a despedirse de quien era «un referente, un editor ejemplar». El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, acompañado de su pareja, Eva Cárdenas, se fundió en un gran abrazo con Salomé Fernández-San Julián y fue él quien le trasladó el pésame del rey Felipe VI, quien agradeció del editor su dedicación al libre periodismo y los valores democráticos y constitucionales. Feijoo destacó que hay pocos gallegos que dejen el legado de Santiago Rey Fernández-Latorre: «Le he conocido, le he tratado, hemos discrepado, y al final nos hemos hecho amigos, es una pérdida personal, no lo voy a ocultar, porque hace diez días hablé con él por teléfono y se alegró mucho de que saliera bien mi operación de retina. Se fue sin llamar la atención y con la humildad de un gallego que ha cumplido con su deber y sabiendo que lo había cumplido».

«El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, le trasladó en la capilla a la viuda de Santiago Rey Fernández-Latorre el pésame del rey Felipe VI»

«Para mí era un amigo»

Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, también destacó la relevante personalidad del editor: «Tenía una personalidad fortísima, era noble, honesto y una de las figuras públicas más importantes de Galicia. Fue capaz de mantener a La Voz de Galicia en una posición puntera. Eso poca gente lo puede conseguir».

El director general de la Corporación Voz, Lois Blanco, recibió también muchas de las condolencias. Como las de José Joly, presidente de la Asociación de Medios de Información (AMI), Iñaki Arechabaleta, consejero delegado de Vocento, e Irene Lanzaco, directora general de AMI. También José Eduardo Álvarez-Naveiro, consejero de Medios Digitales de Galicia. El vicepresidente de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, Roberto Blanco Valdés, muy emocionado, destacó que con su muerte se pierde a un periodista excepcional de larguísima trayectoria, con una vida profesional irrepetible, clave para la historia de Galicia y de España del último medio siglo. «Con su marcha pierdo a un gran amigo», dijo. En la capilla estaban los patronos de dicha fundación, entre ellos, José Arnau, y los patronos de honor Carlos Martínez y Roberto Tojeiro, que acudieron con sus mujeres. Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca y patrono de honor de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, no pudo asistir porque se encontraba de viaje, pero envió su testimonio junto con una corona de flores. Sí lo hizo, José Luis Nueno, consejero de La Voz de Galicia, y Luciano Vidán, también patrono, que recordó su relación con el editor: «Era un hombre valiente, con una capacidad de liderazgo como yo nunca he visto, un hombre que hasta el último momento luchó por su empresa, por hacerla más grande, por que quedara para siempre su legado en ella».

«Era un hombre valiente, con una capacidad de liderazgo como nunca he visto, un hombre que hasta el último momento luchó por su empresa»

Francisco Martelo, presidente de la Academia de Medicina, destacó de Santiago Rey Fernández-Latorre que fue capaz de hacer de su vida la declaración de pertenencia de todos los gallegos a una tarea de mejoría de Galicia.

El director de La Voz de Galicia, Xosé Luís Vilela, el secretario general de la Corporación Voz, Manuel Areán, y el gerente de la Corporación Voz, Santiago Pérez, así como Francisco Sánchez, director de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, recibieron constantes muestras de afecto. Como las de Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove, o Francisco Botas, consejero delegado de Abanca, Francisco Silva, delegado de Iberdrola en Galicia, los conselleiros de Cultura, Román Rodríguez, y de Facenda, Miguel Corgos o la conselleira de Medio Ambiente, María Ángeles Vázquez. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y las alcaldesas de A Coruña y Santiago, Inés Rey y Goretti Sanmartín, mostraron su pesar y recordaron su relación con el presidente de La Voz de Galicia. Como Iago Toba, alcalde de Muxía, localidad de donde Santiago Rey Fernández-Latorre era hijo adoptivo, y ayer le rindieron homenaje en la plaza que lleva su nombre.

Víctor Freixanes, presidente de la Real Academia Galega, recordó su amistad con el editor: «Coñecino no 76 e estou moi agradecido a el. Cando marcha unha persoa así marcha un anaco de crónica da vida, ten moito de experiencia triste. Era moi xeneroso, cariñoso, sempre atento. El apostou pola modernidade, pola cultura, e hoxe Galicia está no mundo grazas ao seu periódico, algo que lle agradeceremos sempre».

Ana Pontón se acercó también a las instalaciones de La Voz de Galicia y la capilla ardiente, donde manifestó sus condolencias: «É un momento duro e difícil, de despedida, para a familia e os traballadores, marcha un editor que marcou tanto».

«Parecía inmortal»

Especialmente cariñosos y muy afectados se mostraron todos los trabajadores de La Voz de Galicia, que entre abrazos y lágrimas, se confortaban unos a los otros: «Parecía que era inmortal, es una persona irrepetible». Entre su gente, sus escoltas, siempre fieles, y el personal de su casa llegaron abatidos a la capilla. Algunos, con lágrimas en los ojos, alabaron su personalidad. «Fue todo para mí, me enseñó a todo, a coser… Él estaba en todo. Ha sido toda una vida a su lado. Era guapísimo, elegante, siempre sonriente, siempre con tanto cariño, preocupándose por cualquier cosa, amable con todo el mundo… Si le contabas cualquier cosa que le pasaba, él estaba ahí… Ojalá hubiera más personas como él, ya no quedan. Para mí todo fue bondad», relató una de las personas más próximas a él.

Junto a Salomé Fernández-San Julián, en todo momento estuvo su hija, Salomé de la Torre con su marido, Rafael González-Vallinas, y sus nietos, que durante toda la tarde estuvieron velando los restos mortales y recibiendo el cariño de sus allegados. Sus amigos íntimos lloraron abrazados, mientras iban llegando y llegando coronas de flores que se fueron colgando de las barandillas altas del Museo de La Voz de Galicia.

«Ha sido toda una vida a su lado, siempre sonriente, siempre con tanto cariño, preocupándose por cualquier cosa, amable... Para mí fue todo bondad»

Pasadas las ocho de la tarde, después de un minuto de silencio, Antía Ameixeiras, del dúo Caamaño & Ameixeiras, hizo sonar su violín, uno de los instrumentos favoritos de Santiago Rey Fernández-Latorre, con la música de Galicia, el himno de Pascual Veiga, que quebró a todos los que allí estaban.

En silencio, con un nudo en la garganta, vieron cómo el féretro del presidente y editor de La Voz de Galicia abandonaba para siempre la que fue su casa y a quienes dedicó toda su vida. Sin él ya nada será lo mismo.

El Comité de Empresa da el pésame a familia y allegados, de los que se «consideran parte»

El fallecimiento del presidente y editor de La Voz de Galicia cogió por sorpresa a los trabajadores de La Voz ayer por la mañana. Tras conocer la noticia, el Comité de Empresa —como representante de la plantilla— trasladó a través de un comunicado su más sentido pésame a la familia de Santiago Rey Fernández-Latorre y a sus allegados, «de los que nos consideramos parte».

En ese mismo comunicado «las trabajadoras y trabajadores de La Voz de Galicia» manifestaron que «han valorado siempre el trabajo responsable de don Santiago Rey Fernández-Latorre» y su «firme dedicación a este hoy tan ampliamente reconocido medio de comunicación». Valoraron además «su determinación decidida para mantener su estructura única, atendiendo a unos valores humanos que supo conciliar con el éxito empresarial».

Pero ese sentimiento no se quedó solo en el papel. Tanto los trabajadores de la redacción central como los de las delegaciones se acercaron a lo largo de la tarde hasta la capilla ardiente instalada en el museo para despedirse de su editor y dar el pésame a la familia. Pero hubo también los que quisieron homenajear a su presidente del modo que, seguramente él le hubiera querido: haciendo periodismo, en la calle, como Santiago Rey Fernández-Latorre siempre defendió.

VÍTOR MEJUTO

«Tenía carácter y un corazón de oro»

Sus amigos y allegados ensalzaron la personalidad del presidente y editor de La Voz

La lluvia hizo acto de presencia en el mismo instante en el que el féretro con los restos mortales del presidente y editor de La Voz de Galicia llegaba al Museo Santiago Rey Fernández Latorre, donde se instaló la capilla ardiente. Fueron muchísimas las personas, también anónimas, que quisieron acercarse hasta las instalaciones de La Voz de Galicia en Arteixo para mostrar sus condolencias y expresar su pésame. Entre los primeros en hacerlo, Daniel Amor, un joven que «aprendió a leer con La Voz de Galicia», y que le guardaba mucho cariño al presidente. Incluso contó que, en una ocasión, Santiago Rey Fernández- Latorre se había acercado a saludar a su abuela, que tenía una librería en Sada.

El cariño se dejó sentir en cada rincón del emblemático salón. Los recuerdos y las anécdotas se sucedían entre los que lo conocieron y quisieron estar cerca de los suyos en estos difíciles momentos. Uno de sus grandes amigos, Andrés Moret, recordaba que era «una gran persona y muy amigo de sus amigos». Algo que destacaron todos los presentes. «Se ha ido un mito gallego, muy buena persona, amigo de sus amigos, me ayudó en todo cuando fui alcalde de Ortigueira; a mí siempre me correspondió. Para mí hoy es como cuando se murió mi padre», señaló Antonio Campo, de su círculo más cercano. Una sensación parecida expresaba Chicha Carreiro, quien fue su secretaria durante 35 años. «Siento la misma tristeza que cuando enterré a mi madre hace cinco meses». Ella, que estuvo durante más de tres décadas a su lado, señaló que era «la mejor persona que se topó en sus 65 años». «Tenía mucho carácter y un corazón de oro», dijo Chicha, que no dudó en resaltar lo bien que siempre se había portado con ella y cómo le había facilitado las cosas en momentos complicados. «Era un hombre bueno, generoso, preocupado, de forma especial por los trabajadores de la empresa, y por sus amigos. Un hombre que, siempre que le pedías consejo, estaba ahí incondicionalmente», indicó Chano Vidán, presidente del Colegio de Médicos de A Coruña y amigo personal y patrono de su Fundación.

Las cosas claras

Pero incluso quienes mantenían discrepancias ideológicas con el editor quisieron destacar su franqueza a la hora de posicionarse. «Tenía su carácter, pero era franco, te decía lo que pensaba, podías coincidir o no; a veces evidentemente no coincidíamos, pero las cosas eran claras, te gustaran o no», señaló el secretario xeral del PSdeG, Xosé Ramón Besteiro, que quiso compartir una anécdota que tuvo con el presidente de La Voz de Galicia cuando se conocieron. «Me dijo: “Al margen de que no coincidamos en alguna cosa, me gusta, porque usted no habló mal del anterior [secretario xeral]”».

Muchas de las personalidades de la sociedad gallega que se acercaron a darle el último adiós destacaron su compromiso con el periodismo y con Galicia. «Para mí se va un referente, un pilar, que me daba mucha confianza, porque era una persona que defendía la libertad de las personas. Era un defensor nato de Galicia, de España, y de Occidente», comentó durante Roberto Tojeiro, presidente de Gadisa y patrono de honor de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. La alcaldesa de A Coruña trasladó el respeto de toda la ciudad de la que Santiago Rey Fernández-Latorre era hijo predilecto, y destacó su gran labor al frente de este periódico, «que hizo líder de la comunicación en España».