Nuevo récord de accidentes con fauna en Galicia pese a los intentos por controlarla

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Un guardia civil ante un jabalí muerto en un atropello en una carretera ourensana.
Un guardia civil ante un jabalí muerto en un atropello en una carretera ourensana.

Cada día hay 16 siniestros de tráfico con animales. Tras fracasar métodos de disuasión con repelentes y luces, se probará una valla virtual con sonidos

01 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El 2023 se ha convertido en el máximo exponente histórico de la incidencia de animales en accidentes de tráfico en Galicia. El nuevo balance confeccionado por el Ministerio del Interior y la Guardia Civil apunta a una cifra récord de 5.979 siniestros con fauna implicada durante el 2023. Son 485 más que en el 2022, un 8,8 % al alza en toda la red de las carreteras gallegas, aunque son los registrados en vías interurbanas las que concentran la gran mayoría: 5.593 percances, en su caso un 2,8 % más que el año precedente.

Galicia ha pasado de sufrir cerca de 11 accidentes de vehículos con animales en el 2016 a soportar ahora 16 ya cada jornada, con consecuencias tan trágicas como la vivida el año pasado en el siniestro en el que perdieron la vida en Chantada dos jóvenes de 18 años al chocar el vehículo en el que viajaban contra un jabalí.

Es tan alta la incidencia de los accidentes de tráfico con animales en la comunidad gallega que representan casi el 43 % de los 13.932 percances viarios de todo tipo registrados el año pasado.

Las carreteras controladas por el destacamento de la Guardia Civil de Vilaboa (Pontevedra), con 1.515 accidentes con fauna implicada, se convierten en la zona de mayor peligrosidad por presencia animal en la red viaria. Le siguen las áreas que circundan las ciudades de Ourense y Pontevedra, con 974 percances en ambas, y la de Lugo capital, con otros 532. Solo el subsector de Tráfico provincial de Ourense consignó el año pasado menos siniestros con animales que el ejercicio precedente, pero con casi mil, en todo caso.

Los atestados de la Guardia Civil de Tráfico identifican la presencia de jabalíes en el 65 % de los accidentes con animales contabilizados en el 2023, un punto porcentual menos que un año antes, mientras que la implicación de los corzos en siniestros de tráfico se mantiene estable y acapara otro 20 %.

Pese al alza continuada en la cifra de accidentes con fauna, el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, advierte una tendencia a su estabilización, «pues antes el porcentaje de subida era de dos dígitos», señala. «Pero aún siguen siendo cifras altísimas». Reconoce, en todo caso, que «el éxito de las medidas que se han tomado respecto al control de la fauna y la protección de las carreteras ha sido relativo». De entre las pruebas realizadas por la Xunta solo el reforzado de vallados en los márgenes de las carreteras de alta capacidad autonómicas está logrando un resultado efectivo, apunta Menéndez, especialmente ante los jabalíes, que logran destrozar o pasar por debajo de los cierres simples.

Las pruebas hechas por el departamento de Infraestruturas con repelentes olfativos para jabalíes no tuvieron éxito, como tampoco los prismas reflectantes hacia fuera de la carretera que se activan al pasar los vehículos.

La Xunta tiene su confianza puesta en el concurso convocado por la Administración central desde el año pasado para ver si el mercado es capaz de ofrecer proyectos de investigación a desarrollar con métodos innovadores, tanto de detección de fauna en las carreteras, su disuasión en caso de coincidir con tráfico, como alerta de presencia de animales a los conductores mediante telefonía y GPS. Se busca que esa misma digitalización permita identificar las horas, momentos del año y los puntos donde hay más riesgo de accidentes, para notificarlo a cada vehículo que pase por ellos en esos instantes.

Técnicos de la Administración gallega van a probar ya a corto plazo un sistema de valla virtual que emita sonidos disuasorios cuando coincidan en una carretera un animal y un vehículo. «Así, cuando no circule un coche, el animal podría cruzar, y no se acostumbraría al sonido», señala Francisco Menéndez, que indica que este sistema se probará en entradas de autovías.

«No hay más jabalíes que otros años, pero llegan más a zonas periurbanas, donde tienen alimento y refugio»

Los cazadores gallegos no consideran que el incremento en el número de accidentes de tráfico con animales se deba a un aumento de la población de los jabalíes. La mayor presión cinegética, con ampliación a agosto del período de caza, estaría contribuyendo a la estabilización de su población en Galicia, según estima Antón Arrojo, cazador y portavoz de la Federación Galega de Caza. «No hay más jabalí que otros años, pero llegan más a zonas periurbanas», añade, identificando a la presión que ejercen los lobos y a la facilidad de acceder a comida y basura, como acicates para ese desplazamiento del jabalí a espacios habitados por el hombre. Arrojo apunta que la verdadera razón para la proliferación de jabalíes cerca de los entornos urbanos es el desplazamiento de las zonas de cultivo de las montañas a las áreas periurbanas. Las comarcas del Deza y Terra Chá son señalados como los paradigmas de ese cambio.

La Federación de Caza ha facilitado batidas con arco en zonas delicadas para su caza, como junto al aeropuerto de Vigo y en los paseos do Rato y el Miño, en Lugo. «Pedimos que se desbrocen las zonas verdes abandonadas en las afueras de las villas, verdadero refugio para los jabalíes, que si no tiene donde esconderse a descansar, se marcharán, aunque tengan comida cerca», concluye Arrojo.

Control de poblaciones

«Que haya más accidentes es un síntoma claro de que hay más núcleos salvajes», estima Jacobo Feijoo, responsable de Desenvolvemento Rural de Unións Agrarias. La falta de relevo en el sector de la caza es preocupante para el sindicato, que incide por ello también en la necesidad de desbrozar donde se identifica que existan refugios de jabalíes, el animal más identificado con la provocación de accidentes de tráfico. «Si no se actúa así, se estará solo a expensas de la caza y las plagas que puedan venir, con lo que controlar las poblaciones de jabalíes es fundamental para saber cómo actuar y reducirlas», valora Feijoo.