El protocolo de autopsias en Galicia incluirá análisis de muertes repentinas

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

LAURA LEIRAS

Informarán a las familias de posibles causas genéticas en los fallecimientos

10 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Perder a un familiar es siempre un trance duro, pero más aún cuando se trata de una muerte repentina y el protocolo exige que al cadáver se le practique una autopsia. En esos momentos, los allegados del fallecido rara vez están preparados para retener y comprender toda la información que se les ofrece sobre el proceso al que se enfrentan, lo que en ocasiones hace que tomen decisiones que luego ya no tienen remedio, como incinerar el cuerpo antes de que se hayan llevado a cabo todos los estudios posibles para averiguar la causa del deceso.

Para mejorar la atención y acompañamiento a las familias que afrontan muertes en las que debe practicarse autopsia, el Servizo de Patoloxía Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) ha tomado la decisión de editar una guía con toda la información pormenorizada, de manera que los afectados puedan recurrir a ella en todo momento y sepan qué está pasando.

El protocolo, además, se ha mejorado no solo en esta vertiente informativa, sino también en la puramente científica, ya que el Imelga se ha dado cuenta de que en los casos de muertes repentinas, una vez que se determinaba que no había indicios de criminalidad, los estudios forenses que se llevaban a cabo no eran lo suficientemente completos como para determinar si la causa de la muerte, como por ejemplo un fallo cardíaco, tenía su origen en un problema genético, una información muy importante para los familiares del finado que podrían tener el mismo problema y podrían evitar un final idéntico acudiendo a tiempo al médico.

Hasta ahora, el protocolo no incluía esos análisis, por lo que en muchas ocasiones cuando las familias tenían sospechas de que la muerte tuvo causas genéticas ya era tarde porque el cuerpo se había incinerado.

«A veces en la autopsia nos quedábamos con aquello de un infarto o muerte súbita, lo certificaba el forense y ya está, ¿pero y si el infarto fue por una deficiencia genética? Pues ahora vamos más allá y el protocolo incluirá mandar a analizar estos órganos porque creo que los familiares tienen derecho a saberlo y ellos puedan prevenir esa situación», explica José Tronchoni, director xeral de Xustiza.

En la nueva guía para familiares ante el procedimiento forense —que se va a repartir en juzgados, hospitales, cuarteles de la Guardia Civil, comisarías de policía y concellos— se aclara que el primer informe que recibirán, el provisional, tan solo incluye que la muerte es por causas naturales . Eso supone que las diligencias judiciales se van archivar ante la falta de signos de violencia, pero las conclusiones definitivas se les entregarán mucho más tarde, una vez que se tenga el resultado de los análisis de los órganos extraídos y que se llevarán al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses o bien a la Universidade de Santiago, ya que la Xunta cuenta con convenio con el instituto Luis Concheiro. Será entonces cuando los allegados puedan tener información mucho más detallada relativa a las causas que llevaron al fallecimiento de forma repentina de su familiar.

El caso de un peregrino mexicano fallecido en Galicia fue el que, explica Tronchoni, hizo reflexionar a Xustiza sobre la necesidad de mejorar el protocolo de autopsias. «La mujer, después de varios meses y ya desde México, nos preguntó por qué no tenía el informe definitivo de la muerte de su marido. Nos contaba que solo le habían dado el provisional. Fue cuando nos dimos cuenta de esta señora no entendía el procedimiento, de ahí la necesidad de la guía. Cuando llegó el informe definitivo y se le informó que no había causas genéticas en la muerte quedó muy agradecida de que se hubiesen hecho esos análisis», añade el director xeral de Xustiza.

La guía editada por la Xunta hace un recorrido completo por todas los posibles escenarios a los que se enfrentan los familiares de una persona fallecida de forma repentina. Tanto si es por causas naturales como si se trata de una muerte violenta por accidente o con indicios de criminalidad. El agobio que viven en ese momento los allegados del muerto, así como la complejidad que en ocasiones acarrea el proceso y el desconocimiento que, en general, tiene el ciudadano medio del funcionamiento de los juzgados y de los servicios forenses, hace que los afectados muchas veces pasen malos momentos y vean incrementado su dolor. «De esta manera pueden saber en todo momento lo que va a pasar ante cada posible escenario, porque el fallecimiento de un familiar siempre genera incertidumbres», afirma Tronchoni.