El electorado de PP y PSOE es más proclive a las fusiones de concellos, y el del BNG las rechaza

Manuel Varela / j. Benito SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Votación para la fusión de Cerdedo y Cotobade, la última integración en Galicia.
Votación para la fusión de Cerdedo y Cotobade, la última integración en Galicia. RAMON LEIRO

La alcaldesa nacionalista de Santiago y la popular de Teo descartan la propuesta de unir sus concellos. Rechazo general en Deza, con dos propuestas de alianza planteadas en un informe

19 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El informe con las propuestas de renovar la planta municipal gallega, elaborado por la Fundación Juana de Vega y que se presenta esta mañana en un congreso organizado por la Xunta, concluye con una encuesta que el 83 % de los gallegos se mostrarían a favor de la unión voluntaria de concellos. Sin embargo, hay un espectro muy amplio sobre la idoneidad de optar por esta estrategia para mejorar la eficiencia en la gestión local. Así, el 16,7 % dicen estar «absolutamente en contra» de las fusiones, mientras que solo una décima más se sitúan al otro lado de la balanza.

Las personas a favor de la reducción se localizan especialmente entre el electorado del PP y del PSOE, observa el documento, mientras que los afines al BNG y a las confluencias de Podemos (el informe fue encargado en el 2021) tienen, a pesar de existir algunos «entusiastas», una «nula» creencia en los beneficios que aportaría la reestructuración del mapa. «Especialmente clara é a proximidade do PP aos valores a favor desa redución», observan los autores del documento, que en el PSOE advierten de un «certo peso das persoas que teñen un baixo entusiasmo».

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, comparte ese desinterés por las fusiones que, según este documento, también presentan sus votantes. «É unha proposta que leva o PP sacando da chistera cada equis tempo e ten sido un fracaso», recuerda la líder nacionalista, mencionando los dos únicos casos que han salido adelante en los últimos veinte años a pesar de la intención de la Xunta por impulsarlos: Oza con Cesuras, en el 2013, y Cerdedo con Cotobade, unidos tres años después. Los cuatro contaban con alcaldes del PP.

«Se un problema teñen os concellos é o infrafinanciamento», añade Pontón, que señala a la Xunta por obligar a los ayuntamientos a asumir competencias sin aumentar las partidas para ello. «En vez de marear a perdiz, deberíamos ir ao problema de fondo dos concellos galegos: un financiamento discriminatorio, recibimos 50 euros de media do Estado; e que a Xunta asuma as súas competencias e deixe de cargárllelas aos concellos», reclama.

El PSdeG también expone ambas fusiones como ejemplos «que non deron bo resultado». Los socialistas gallegos avisan de que el «fondo do asunto» es la financiación local, lo que consideran «unha das materias pendentes do PP», al que acusan de tener como especialidad el «cargar aos concellos con competencias impropias sen darlles un euro máis de financiamento».

Fusiones voluntarias

La necesidad de reestructurar el mapa fusionando ayuntamientos era uno de los puntos del programa del PP en las pasadas elecciones autonómicas. El portavoz parlamentario popular, Alberto Pazos, expone que estas son «parte da solución» ante las dificultades económicas de los municipios. «Os problemas dos concellos veñen derivados, nunha parte, polo infrafinanciamento, que ten moito que ver co seu tamaño e a planta municipal que se configura en Galicia», apunta.

Tanto la Xunta como el PPdeG insisten en que cualquier fusión entre concellos ha de ser voluntaria, algo que recalcó ayer el presidente Alfonso Rueda tras un acto en Ourense: «No que dependa da Xunta, ningunha fusión irá adiante se non son voluntarias».

Santiago y Teo no se lo plantean

La mayor fusión planteada en el documento une Santiago con Teo, creando el tercer ayuntamiento más poblado de Galicia con casi 120.000 habitantes. Sin embargo, ni la regidora de la capital gallega, Goretti Sanmartín (BNG), ni la alcaldesa de Teo, Lucía Calvo (PP), contemplan avanzar en ello. «Teo no está para nada en ese escenario», zanja la popular, que lo argumenta con el crecimiento económico y demográfico del ayuntamiento, donde esperan superar pronto los 20.000 habitantes. «Lo que sí apostamos es por llegar a acuerdos con Santiago y el resto de concellos del entorno», destaca la alcaldesa, quien cree que las fusiones «son más realistas y viables en concellos pequeños» para optar a una mejor financiación.

Sanmartín considera que este debate «volve coa idea de distraer un pouco ao conxunto da poboación», y evitar así hablar de la financiación municipal o el aumento del canon de Sogama y de cómo repercutirá este «nos petos dos veciños». La nacionalista aboga por la comarcalización, con servicios mancomunados, y resolver los problemas de financiación en los ayuntamientos. En el caso de Santiago, además, reivindica una mayor dotación por el estatuto de capitalidad. «Levamos a cantidade máis baixa de todo o Estado, temos máis que duplicar», subraya.

La posibilidad de unificar los seis concellos de Deza provoca rechazo generalizado

El único político que parece convencido en Deza de las ventajas que aporta la fusión de municipios defiende su postura desde hace más de dos décadas. El alcalde de Lalín (PP), José Crespo, optó por la cautela en espera de conocer las conclusiones del informe que se presentará hoy sobre la planta local gallega. Pero sí destacó la rigurosidad de los expertos encargados de su elaboración y la necesidad de «alternativas distintas ás actuais, que nada teñen que ver coa cifra de veciños nin con necesidades políticas, e si con mellorar a vida dos veciños e optimizar os recursos».

Municipalista convencido, el «alcalde japonés» —con tres décadas de bagaje a sus espaldas— promovía en su etapa como presidente de la Fegamp la elaboración de un estudio para racionalizar el ámbito local. La integración de concellos permitiría, apuntaba Crespo en diciembre del 2004, superar el colapso financiero de aquellos con menos de 5.000 habitantes, que limita la prestación de servicios. El documento, encargado a la Universidade de Santiago y a la entonces Fundación Caixa Galicia, barrió para casa y ejemplificó con Deza las ventajas de esa integración en un ayuntamiento único.

Aquella iniciativa pionera salió adelante con el beneplácito del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien conoció dos años antes de su conclusión un avance previo del estudio. Incluso despertó el interés del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, en un encuentro institucional con Crespo en julio del 2004. Pero el rechazo llegó de sus compañeros de partido al frente de los otros cinco municipios dezanos, todos gobernados por el PP. El tiempo fue diluyendo una posibilidad ahora reavivada, así como las voces críticas con esa fusión.

El marco político, además, cambió sustancialmente en Deza, con solo dos concellos en manos del PP. Desde Silleda o Rodeiro, el primero con gobierno del PSOE en minoría y el segundo en un bipartito junto al BNG, sus alcaldes rechazaron ya de plano cualquier opción de activar la fusión. En esa línea, pero con menos contundencia, se pronunciaba el regidor independiente de Vila de Cruces, e incluso el de Dozón, del PP.