Cara a cara en O Hórreo: la quita de deuda que Rueda niega haber firmado y el BNG cree que sí

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el Parlamento.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el Parlamento. Sandra Alonso

La financiación autonómica tras la reunión con Pedro Sánchez centra el debate en la sesión de control al presidente gallego

25 sep 2024 . Actualizado a las 13:17 h.

Dos asuntos iban a monopolizar la sesión de control al presidente de la Xunta en el Parlamento gallego: la reunión que mantuvo con Pedro Sánchez en la Moncloa el pasado viernes y la financiación autonómica. Una cosa derivaba de la otra, porque la convocatoria en el palacio presidencial era para, básicamente, abordar ese tema en el marco del sistema singular para Cataluña, por mucho que Alfonso Rueda acudiese a Madrid con una carpeta cargada de los temas que se le fueron acumulando desde que fue investido presidente y Moncloa le negaba una audiencia monográfica con Sánchez.

Se enfrentó primero con José Ramón Gómez Besteiro, líder del PSdeG y fiel barón al secretario general socialista, lo que a Rueda le sirve en cada sesión de control para reprocharle su «sumisión» al presidente del Gobierno frente a otras voces críticas de presidentes autonómicos del mismo partido. Lamentó que el titular de la Xunta rechazase abordar la financiación o una condonación de la deuda por su obediencia a Madrid (en este caso a Alberto Núñez Feijoo), y le afeó el «baile de cifras» ofrecido en las últimas fechas sobre la infrafinanciación de Galicia, que en el lapso de un fin de semana pasó de 600 a 800 millones de euros, criticó, lo que según él traslada una imagen de «insolvencia e pobreza argumental».

El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en el Parlamento.
El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en el Parlamento. Sandra Alonso

Rueda le respondió que este último dato responde a la actualización de la liquidación del 2022, y recordó que Pedro Sánchez «non deu satisfacción a ningunha das necesidades» de la comunidad durante su cita del viernes. Aquí el presidente gallego hizo dos aportes: que reclamará esta semana al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que convoque esta semana la comisión mixta de transferencias para aplicar la ley autonómica del litoral, y que todos sus conselleiros mantendrán relación epistolar con los ministros de su ramo para seguir la agenda gallega. 

También expuso que rechazó abordar esa condonación de la deuda porque, según indicó, supondría un «negocio ruinoso» para Galicia. Se lo volvió a explicar después a la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, quien le acusó de entrar en la Moncloa cambiando el traje de presidente gallego por el uniforme de militante del PP madrileño. «Superou todos os límites», condenó la líder nacionalista, que le acusó de regresar a Galicia con las manos vacías mientras el lendakari Imanol Pradales lo hacía con más de una veintena de transferencias comprometidas. «E por riba boicotea acordos», añadió, recordando el pacto de investidura de Pedro Sánchez entre BNG y PSOE que recogía, entre otros puntos, una condonación análoga de la deuda en Galicia.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, con la resolución sobre financiación.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, con la resolución sobre financiación. Sandra Alonso

Pontón pasó entonces a mostrar una resolución, transaccionada entre BNG y PP en el debate del estado de autonomía del año pasado, donde se recoge una compensación equitativa para Galicia en caso de que se condone la deuda a las comunidades adheridas al FLA. «Hai un ano votou a favor da quita da débeda. Que pasou? Chegou Feijoo e mandou parar. Vostede sempre manso e sumiso a Madrid aínda que vaia en contra deste país», señaló la líder del Bloque, encendiendo los ánimos en la bancada popular. Y es que aquí el debate pasó a abordar ya cuestiones más semióticas. Todo dependía de la interpretación de ese punto de la resolución: para el BNG, los populares habían firmado su disposición a explorar una condonación de la deuda; para el PP, solo se pide una compensación que nada tiene que ver con quitas.

«Pedimos que se nos compense, iso é condonación?», preguntaba frente a Pontón, que asentía junto a sus compañeros de grupo. Rueda resolvió, algo también habitual, que su interlocutora «interpreta e terxiversa dunha maneira que non ten nada que ver coa realidade». El presidente gallego añadió nuevos cálculos a un escenario en el que se aplique a Galicia y al resto de comunidades la condonación en los términos del acuerdo catalán. El efecto neto sería de un aumento de deuda de 495 euros para cada gallego, como expuso el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, en un artículo en La Voz. El efecto se debe a que a que cada ciudadano de la comunidad debería un 20 % menos de deuda autonómica (922 euros), pero su proporción de deuda española subiría por encima de los 1.400 euros, de forma que la deuda se «mutualiza» y «non desaparece».

Las explicaciones no convencieron a Pontón, terciando que Rueda se opuso a «defender ter a chave dos nosos cartos» y le recriminó su ausencia de propuestas sobre financiación. «A única nación histórica sen ese estatus será Galiza por entregarse ao egoísmo do centralismo madrileño», espetó al presidente de la Xunta.