«En emergencias nada se improvisa, todo está planificado y protocolizado»

Mónica Pérez Vilar
mónica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

José Antonio Argibay, Catalina Pérez y Marcos Araújo, de la Axencia Galega de Emerxencias
José Antonio Argibay, Catalina Pérez y Marcos Araújo, de la Axencia Galega de Emerxencias GONZALO BARRAL

La Axega coordina este trabajo en la comunidad, con el 112 como núcleo central

09 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La mejor emergencia es la que no llega a producirse. Pero como el riesgo cero no existe, Galicia quiere estar lo más preparada posible para enfrentarse a cualquier situación. La Axencia Galega de Emerxencias (Axega) es la punta del iceberg de ese sistema de prevención y respuesta. Creada en el año 2007, su labor es coordinar y dirigir la atención a las emergencias en la comunidad. Desde este organismo, con sede en A Estrada, se aborda la planificación de riesgos, las actividades de autoprotección y se tiene una visión general de los equipos de toda la comunidad, que pueden ser activados por el 112 de una manera coordinada.

La gestión de este teléfono de emergencias europeo es una de las principales competencias de la Axega, que también cuenta con un grupo de apoyo logístico y de intervención (GALI) que da respaldo a los grupos operativos locales, como los GES (Grupos de Emergencias Supramunicipales) o las agrupaciones de Protección Civil. Unos grupos que la agencia también ayuda a dimensionar: «Valoramos el territorio y hacemos un mapa de tiempos de respuesta ante emergencias. El objetivo deseado es poder llegar a cualquier incidencia que se produzca en Galicia en menos de quince minutos. Donde los tiempos de respuesta son superiores, la Xunta establece convenios con las entidades locales, diputaciones o concellos, para crear grupos supramunicipales. Es el modelo que se sigue en otras comunidades y en muchos puntos de Europa: combinar equipos más grandes y con más medios con equipos más pequeños que pueden llegar antes a una emergencia», explica Marcos Araújo, gerente de la Axega. Tanto a estos GES como a Protección Civil se les ayuda además con la compra de material, algo en lo que se llevan invertidos más de 20 millones de euros en los últimos seis años.

El 112 reparte el juego

El 112 es, en palabras de Araújo, un poco el «núcleo central» de la Axega. Un servicio que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año. Solo el año pasado sus operadores recibieron casi 416.000 llamadas. Y pese a que no es el único teléfono de emergencias (para las sanitarias existe el 061, Policía y Guardia Civil tienen sus propios teléfonos) sus características lo convierten en un recurso imprescindible. «Es gratuito, fácil de recordar, puede usarse en cualquier lugar que tenga cobertura móvil de al menos un operador de telefonía, es el mismo para toda Europa —un francés de visita en Galicia puede utilizarlo igual que en su país—, pero sobre todo, te da acceso a todos los recursos que puedas necesitar», indica Catalina Pérez, responsable de comunicación del 112 Galicia.

Y es que el 112 es una suerte de crupier capaz de repartir todas las cartas que pueden ser necesarias ante una emergencia. «Cada incidente puede requerir muchos medios distintos. Por ejemplo, en un accidente de tráfico no solo actúa la Guardia Civil, pueden hacer falta bomberos, sanitarios, limpieza de carreteras, policía local... Tenemos protocolizadas más de 168 tipologías de intervención, y cada una moviliza medios diferentes, porque en emergencias nada se improvisa, todo tiene que estar planificado y protocolizado, ya que los tiempos de respuesta tienen que ser muy pequeños», señala Araújo.

Pero además, la mayor parte de las llamadas al 112 ya pueden ser geolocalizadas automáticamente, resolviendo desde el segundo cero una de las grandes preguntas cuando se avisa de una emergencia: dónde está sucediendo. «Nuestros sistemas reciben de forma automática esas coordenadas que envía el móvil y las convierten en un punto sobre el mapa, eso nos permite ya visualizar si es una casa aislada, un edificio de varias plantas... y tener información muy valiosa», explican.

Averiguar qué sucede ya depende de la pericia de los operadores, un personal del que Pérez destaca «su experiencia, conocimiento y formación» para lograr extraer la mejor información de un llamante nervioso ante una situación de peligro.

El GALI: el brazo armado de la Axega

La Axega no solo moviliza recursos, también tiene una dimensión de actuación directa. El Grupo de Apoio Loxístico e Intervención (GALI) es su brazo operativo, su brazo armado, bromea José Antonio Argibay, responsable de este departamento. «Lo que hacemos es potenciar las capacidades operativas de los grupos que tienen que intervenir», explica sobre su función.

Para ello, cuentan con equipamiento especializado y en ocasiones muy costoso, que los concellos no pueden asumir o que no les sería rentables porque se usaría pocas veces, y que la Axega pone a disposición. Por ejemplo, el GALI proporcionó toda la iluminación bajo la que se trabajó en el accidente ferroviario de Angrois con un semirremolque capaz de aportar hasta 70.000 vatios de potencia lumínica. En otros casos, han movilizado una bomba de achique tan potente que puede succionar 50.000 litros por minuto. Los puestos de mando avanzado que se utilizan en grandes sucesos, que integran todo tipo de comunicaciones avanzadas en tiempo real, con suministro eléctrico para 300 horas, también están a cargo del grupo.

«La tecnología es nuestra aliada, siempre buscamos estar a la vanguardia. En el 2015, por ejemplo, Galicia fue la primera comunidad con una unidad operativa de drones, que realizó su primera intervención en enero del año siguiente en la búsqueda de un desaparecido en Carnota», dice Argibay.

El objetivo es complementarse al máximo con el resto de equipos que intervienen. «Podemos, por ejemplo, dar imágenes termográficas e indicar a los bomberos hacia que zona es mejor dirigir las mangueras», detallan. Incendios, inundaciones, desapariciones, rescates incluso en zonas de montaña en plena nevada... Poco escapa a la capacidad y recursos del GALI.

El futuro próximo: videollamadas al 112 o inteligencia artificial predictiva o un dron cautivo

Mantenerse al día es fundamental para la Axencia Galega de Emerxencias. Por ello participan en distintos grupos y proyectos de investigación, y mantienen colaboración estrecha con los servicios de emergencias de otras comunidades autónomas y del resto de Europa, con la intención de coordinarse, pero también de compartir los últimos avances.

Uno de los que ya está llamando a la puerta es la posibilidad de que el 112 reciba videollamadas. «Ahí el operador ya no dependerá solo de lo que el alertante le cuente, podrá ver él mismo qué sucede», destaca Catalina Pérez. «Si además podemos trasladar esa imagen a los equipos que intervienen eso supondrá, por ejemplo, que los bomberos podrán ir viendo la situación y planificando su intervención mientras van de camino al lugar de la emergencia», añade Marcos Araújo. Por el momento, la implantación de esta novedad está pendiente de la extensión de la tecnología 5G a la mayor parte del territorio.

Fecha más próxima, probablemente finales de este mismo año, tiene la incorporación al GALI de un dron cautivo: «Se trata de un dron al que se le suministra corriente a través de un hilo conductor, por lo que podemos tenerlo estacionario el tiempo que necesitemos. Será muy útil en grandes concentraciones de gente, porque permitiría incluso adelantarse a grandes movimientos de personas que puedan suponer un riesgo», explica José Antonio Argibay.

La aplicación de la inteligencia artificial, por ejemplo para el análisis de datos históricos que permitan predecir riesgos, es otra de las líneas de trabajo.

Autoprotección y planificación son otros dos pilares

La Axega se encarga también de generar los planes territoriales de protección, como el Platerga, y otros más específicos y sectoriales que vigilan cuestiones como el riesgo de inundación, las nevadas, los transportes de mercancías peligrosas o la actuación ante seísmos, entre otras cosas. Gestionan también sistemas de aviso a la población, por ejemplo el de alertas escolares ante episodios de muy mal tiempo.

Pero más allá de la protección grupal, los tres expertos de la agencia apelan a la autoprotección y al «sentidiño» que puede evitarnos la mayor parte de las situaciones de riesgo en las que nosotros mismos nos colocamos. Por eso desarrollan una importante labor de divulgación, con visitas a su sede de A Estrada, y con una activa comunicación en redes sociales que incluye información y consejos útiles. «Cuando vemos una noticia con un muerto, para nosotros supone pensar: ‘‘No llegamos''», lamenta Araújo.