Anatomía de una jauría contra Samuel Luiz

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

La fiscala del caso Samuel señala una imagen en un vídeo en presencia de los acusados y los abogados.
La fiscala del caso Samuel señala una imagen en un vídeo en presencia de los acusados y los abogados. Cabalar | EFE

Los testigos, amigos de los acusados y que vieron la paliza, no la recuerdan como una agresión cualquiera: «Había un corrillo de gente encantada viendo a Samuel desplomado». Sigue en directo el juicio por el crimen de Samuel, en una sesión en la que declararán otras cinco personas que presenciaron el ataque mortal al enfermero

22 oct 2024 . Actualizado a las 09:41 h.

Aquí no se está hablando de una riña que acaba de manera trágica por un golpe mal dado o por una mala caída. A Samuel lo acorralaron entre un numeroso grupo de jóvenes insaciables, que hasta que lo mataron no pararon. Le dieron patadas, puñetazos y hasta con un cilindro metálico en la sien a lo largo de 150 metros de calle. Si la víctima lograba levantarse, la volvían a tirar al suelo. Este lunes se escuchó una frase de uno de los testigos en la sala de la Audiencia Provincial de A Coruña que lo dice todo: «Había un corrillo de gente encantada viendo a Samuel desplomado». No se quedó ahí el declarante, que, por cierto, era amigo de los acusados. Añadió que «la brutalidad de golpes y la multitud de gente pegando fueron diferentes a otras peleas que había visto». Ya lo dejó claro la propia Katy Silva el día que declaró: «Tienen razón, fue una cacería y una animalada».

Los cinco testigos, que formaban parte de la pandilla, y que juraron o prometieron decir la verdad sobre lo que vieron la madrugada de aquel 3 de julio del 2021 en el paseo marítimo de Riazor, fueron relatando los detalles del horror hasta poner a cada uno en su lugar. A Diego Montaña y a Alejandro Freire no los defendió nadie. A Alejandro Míguez, todos, y tanto a Katy Silva como a Kaio Amaral, algunos sí y otros no.

Los abogados de los acusados, unos más que otros, se las ven y se las desean para contener la hemorragia de desertores y acusaciones que amenazan con dejar caer a sus clientes. No se está en un juicio, se está en cinco. El jurado popular tiene que decidir el grado de culpabilidad de cada uno de ellos.

ÓSCAR, AMIGO DE ALEJANDRO FREIRE DESDE LOS 11 AÑOS

«Esa decisión de irme dejando a Samuel en el suelo me va a acompañar siempre»

Aunque muy breve, el de Óscar, amigo de la infancia de Alejandro Freire, no fue un discurso construido solo con palabras. También los gestos y el tono llevaban dentro un mensaje muy claro: «Esa decisión de irme dejando a Samuel en el suelo me va a acompañar siempre». Óscar explicó que no solía salir mucho con esa pandilla, pero aquel día le envió un mensaje su amigo Alejandro y se unió. «Quedamos sobre las siete de la tarde y empezamos a beber en un parque. Ya en el pub, cada uno bebió media botella y Freire consumió cocaína», relató.

Recordó que Diego Montaña estaba «alterado». Ya salió del pub «enfadado» porque había discutido con su entonces novia, Katy Silva. A partir de ahí, ya en la calle, pudo ver que le decía a Samuel «qué grabas, maricón», y la emprendía «a golpes» con él. Se sumó Alejandro Freire, «que agarró a la víctima por el cuello y lo tiró al suelo». El testigo quiso dejar claro que él intentó que sus amigos parasen la agresión. «Pero no pude», aseguró.

Sobre la participación de Katy, el testigo recordó que cuando la amiga de Samuel, Lina, tenía una mano sobre Diego pidiéndole que dejase de pegar a la víctima, la acusada «la apartó de un empujón y le dijo que ahí no pintaba nada». Si bien añadió después que Katy Silva «le recriminó a Diego Montaña que se hubiera ensañado de tal modo con Samuel».

De Alejandro Míguez dijo que no lo vio agredir a nadie. Pero cuando le preguntaron sobre la participación de Kaio Amaral en la paliza, aseguró: «Lo vi correr hacia la víctima, preparando la pierna para darle una patada. Pero no logré ver si al final le acertó o no». El testigo reconoció que «la brutalidad de golpes y la multitud de gente fueron diferentes a otras peleas que había visto».

Tras la agresión, «Alejandro Freire nos escribió a todos al grupo de WhatsApp para citarnos en el parque de San Diego. Luego se vino a mi casa, donde estuvo tres días hasta que decidimos ir voluntariamente a la policía».

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El letrado de Kaio Amaral, Ramón Sierra, le preguntó sobre la cantidad de alcohol que había bebido aquella noche y si se consideraba que estaba sereno como para acordarse de tantas cosas. «¿Puede recordar usted con nitidez lo que pasó aquella noche?», preguntó. Óscar reconoció que había bebido seis cervezas, media botella de whisky y que estaba borracho.

ASIER, AMIGO DE KATY SILVA Y DE KAIO AMARAL

«En una pelea siempre hay gente pegando y otra que va a mirar»

El segundo testigo de la sesión de este lunes conocía a todos los acusados, si bien con Katy Silva y Kaio Amaral tenía un vínculo más cercano. Recordó ver a Yumba (Alejandro Freire) en el suelo sujetando a Samuel por el cuello, tumbados, y un tumulto de gente alrededor». También confirmó que Diego Montaña estaba lanzando «patadas y puñetazos».

A preguntas de la fiscala sobre la participación de su amigo Kaio Amaral, aseguró que en ningún momento vio que golpease a Samuel. En cambio, sí presenció, porque estaba apenas a unos metros, a «un numeroso grupo de personas que tras los primeros golpes salieron corriendo detrás de Samuel cuando los chicos senegaleses intentaban sacarlo de allí». Por último, matizó que «en una pelea siempre hay gente pegando y otra que se pone a mirar». 

NOA, EXNOVIA DE KAIO AMARAL

«Me impactó mucho cómo Samuel cayó desplomado, parecía que lo habían matado»

Noa era pareja de Kaio Amaral. Rompieron tras la agresión. Fue testigo de los hechos y confirma que Diego Montaña comenzó a pegar a Samuel y que Yumba (Alejandro Freire) lo agarró del cuello. Al contrario que el anterior testigo, esta chica aseguró que su entonces novio no le pegó a Samuel. Es más, «de hecho, intentó que Diego y Yumba no siguieran agrediendo a la víctima». Prometió que Kaio no se separó de ella en ningún momento: «Cuando vio que no era capaz de frenar a sus amigos, se pegó a mí y estuvimos juntos hasta el final». Al preguntarle si vio a su entonces pareja robarle el móvil al agredido, lo negó: «No cogió ningún teléfono ni vi que luego intentara venderlo».

«No consigo ver quién le da un golpe en la persecución, pero sé que Yumba (Freire), cuando Samuel cae al suelo, quiere volver a pegarle». Aseguró además que uno de los senegaleses hacía de barrera para que no atacasen más a Samuel.

«Katy no dijo ‘‘deja a ese maricón de mierda’’», contestó Noa al abogado de la acusada, Luciano Prado. Al final, hizo estremecer a la sala: «Me impactó mucho cómo Samuel cayó desplomado, parecía que lo habían matado». 

DIEGO, AMIGO DE LOS ACUSADOS

«Todo el mundo oyó que Diego le llamó a Samuel maricón de mierda»

«Todo el mundo escuchó que Diego le llamó a Samuel ‘‘maricón de mierda’’». Este testigo reconoce que abandonó el lugar de los hechos: «No por miedo, sino porque me quería ir para casa». Y confirmó, como el resto de las personas que han pasado hasta la fecha a declarar, que Diego Montaña amenazó a Samuel con la frase: «Te voy a matar, maricón de mierda».