La demografía atenaza a la universidad gallega: «O problema é grave, hai que atraer alumnado de fóra»
GALICIA
Los tres rectores instan a las administraciones a apostar por la investigación y la docencia invirtiendo hasta el 1,5 % del PIB
27 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las tres universidades públicas de Galicia llevan años caminando en la misma dirección y aprovechando sinergias. Y sus rectores, Antonio López Díaz (Universidade de Santiago), Manuel Joaquín Reigosa Roger (Universidade de Vigo) y Ricardo Cao Abad (Universidade de A Coruña) comparten diagnóstico y soluciones. Los tres abordaron en un encuentro en La Voz de Galicia los problemas y retos a los que se enfrenta la universidad, desde la demografía hasta la financiación, pasando por la inequidad de las pruebas de acceso o el mapa de titulaciones.
Uno de los aspectos que más preocupa a los rectores es la demografía, que en pocos años supondrá una sangría en las aulas universitarias si no se encuentran alternativas. Sin ellas, en el 2050 entrarán a las aulas poco más de la mitad de los alumnos universitarios que hay actualmente en el Estado, una cifra que se agrava en Galicia, que en los últimos 20 años ya pasó de 95.000 a 65.000 jóvenes. «Entre 2028 e 2030 comeza a caída en picado da xente en idade de entrar na universidade —apunta Reigosa— así que temos dúas posibilidades: ou pensamos nunha universidade xibarizada, pechando centros e titulacións, ou aproveitamos o noso enorme potencial para atraer estudantes. Estamos convencidos de que imos facer ese esforzo». Coincide en el análisis el rector de la USC: «O problema é grave». Y hay tres soluciones, mejorar el porcentaje de jóvenes que acceden a la universidad, trabajar en la formación a lo largo de la vida, «e atraer alumnado de fóra, temos que ser atractivos para estudantes doutros ámbitos».
Los tres tienen claro dónde está el principal nicho, América Latina, en donde no solo se comparten idiomas —tanto en el ámbito castellanohablante como en el de la lusofonía— sino necesidades, pues Galicia tiene capacidad formativa y estos países iberoamericanos necesidad de plazas universitarias. Eso sí, apunta el rector de Vigo, para lograr esta sinergia se necesita el apoyo de las administraciones, «porque en mestrados estámolo facendo moi ben, pero non é doado atraer en grao, aspiramos a que poida haber algún tipo de axuda para que poidan vir estudantes».
Esta necesidad de atraer a jóvenes de otros países a las facultades gallegas, «é un asunto de Galicia, non do sistema universitario galego», añade Ricardo Cao, ya que estos estudiantes nutren a la comunidad, «nunha franxa de idade na que é necesario incorporar poboación».
Durante años las universidades gallegas lamentaron su escasa financiación, pero lo cierto es que en los últimos tiempos esta sintonía parece haber llegado también al Gobierno autonómico, ya que los rectores admiten que los consecutivos planes plurianuales han permitido al sistema tener suficiencia financiera y planificar. Pero para los representantes universitarios es importante ser ambiciosos. La LOSU se marca como objetivo que las universidades cuenten con una financiación del 1 % del PIB estatal en el 2030, pero los rectores creen que debe conseguirse antes, y sobrepasar ese 1 %. «Deberiamos ser ambiciosos na aposta pola universidade pública e chegar ao 1,5 %», señala el rector de A Coruña. Una postura que comparten sus homólogos, en la línea de los objetivos de Lisboa. Admiten que en términos de PIB Galicia está por encima de la media estatal, y hace tan solo unas semanas la Xunta se comprometió a llegar a este 1 % que marca la LOSU en la legislatura.
El 1 % del PIB de la nueva ley universitaria (LOSU) hace referencia al producto interior bruto estatal, porque de lo contrario dependería del nivel de desarrollo y riqueza de cada comunidad. Una parte de este incremento de fondos servirá para reforzar las becas y ayudas a los estudiantes y el resto iría a las instituciones.
¿Competir con Harvard?
Contar con más recursos permitiría al sistema universitario español y, en consecuencia, al gallego ser más competitivo, ya que países del entorno como Francia, Alemania o Italia están por encima. También tendría consecuencias en los famosos ránkings internacionales, ya que es evidente que para mejorar la investigación y la transferencia de conocimiento se necesitan recursos.
Pero ¿son útiles los ránkings? Los rectores son claros, «é coma se meteramos a todos os equipos de fútbol na mesma competición, desde terceira rexional ata primeira», explica Antonio López. Y lo ejemplifica: Harvard, con unos 25.000 estudiantes —más o menos los que tiene la USC— tiene un presupuesto que equivale a la mitad del de todas las universidades españolas. «Os ránkings son útiles —dice Ricardo Cao, también catedrático de Estadística— pero utilizalos para comparar cousas totalmente heteroxéneas ten moito perigo». Lo importante, añade, «é ter bos indicadores e deixar de comparar criterios heteroxéneos». Si en algo coinciden los representantes de las tres instituciones académicas es en la importancia de medir y rendir cuentas, pero con parámetros objetivos y comparables.
Una universidad gratuita
Otra diferencia importante entre Harvard y las universidades que lideran las clasificaciones internacionales más prestigiosas, como la de Shanghái, es su precio. Acceder a estos elitistas centros es complicado si no se dispone de una beca, mientras que el sistema universitario gallego ha estrenado este curso la matrícula gratuita o, como bien matiza el rector de la UDC, «bonificada ao 99 % para aqueles que cumpran certos requisitos». Unos diez mil universitarios se han beneficiado este curso, pero habrá que esperar a que se resuelvan las becas del Ministerio de Educación para conocer la cifra exacta, ya que la previsión es que este número suba al haber alumnos que están a la espera de saber si tienen la ayuda estatal, pues en caso de no tenerla contarían con esta gratuidad.
¿Es bueno este café para todos cumpliendo determinados requisitos académicos? Los rectores no tienen ninguna duda, sí: «A mensaxe de que a universidade está aberta a toda a cidadanía sexa cal sexa o seu extracto social é boa. Hai sistemas en Europa similares e creo que a gratuidade é un acerto. Imos usar esta ferramenta para ser máis exitosos na captación de estudantes», señala Manuel Reigosa. Es una tendencia que crece en Europa, añade Antonio López, sobre todo en los países del centro y el norte.
Sí es cierto que hay que corregir algunas ineficiencias detectadas en su puesta en marcha, para evitar, por ejemplo, las tensiones de tesorería que genera a las universidades recibir los fondos que compensan la pérdida de ingresos por matrícula más tarde; o bien los criterios para bonificar el 99 % del precio, ya que en la definición de curso completo para optar a esta gratuidad no se tienen en cuenta las equivalencias al hacer un Erasmus u otros cursos similares.
La selectividad, una prueba que sigue sin solventar los problemas de desigualdad entre comunidades
Galicia ha hecho un esfuerzo por hacer los deberes respecto a las nuevas pruebas de acceso a la universidad pero estas siguen siendo ineficientes. Es el diagnóstico que hacen los rectores gallegos. Y uno de los principales problemas es su inequidad, ya que, como ocurre con los ránkings, comparan pruebas que no siguen los mismos criterios. «É doloroso que se unha comunidade é moi esixente os seus alumnos saian, entre aspas, prexudicados», lamenta el rector de Vigo.
Ocurre con los gallegos, cuya media es más baja que en autonomías del sur, por ejemplo, y después deben competir en inferioridad de condiciones por entrar en las carreras más demandadas. ¿La solución? Ricardo Cao, estadístico de profesión, asegura que no sería complicado aplicando percentiles y ordenando las clasificaciones, pero para ello debe haber voluntad política, «e nalgunhas comunidades iso significaría que os seus alumnos tivesen unha nota inferior», señala el rector de Santiago.
Antonio López va más allá y pone el foco en una prueba que exige un aprobado a estudiantes que ya han superado el bachillerato, y cuyo único objetivo es ordenar la entrada en la universidad, «creo que non ten sentido aprobar ou suspender, simplemente debería ser unha proba para ordenar cando hai máis demanda que oferta», avanza.
Teniendo en cuenta que es muy improbable que Gobierno y comunidades se pongan de acuerdo para realizar una selectividad única, lo que sí es factible y necesario son listas únicas en aquellas carreras que tienen mucha demanda, como Medicina, ya que actualmente se producen cientos de altas y bajas tanto en esta titulación como en otras del ámbito sanitario con estudiantes que anulan la matrícula al solicitar plaza en numerosos centros de España, «non é lóxico o que ocorre en Medicina, o lóxico sería un sistema que permitise organizar moito mellor a entrada do alumnado», dice Reigosa.
Sobre alguna propuesta de hacer una selectividad para los alumnos de la comunidad y otra para los de fuera, como sugirió Díaz Ayuso, los rectores recuerdan que las ideas ocurrentes a veces chocan con la logística.
De la defensa de la presencialidad al éxito de las carreras interuniversitarias
¿Hay carreras ineficientes en el sistema universitario gallego? ¿Es preciso repensar el mapa de titulaciones? Los rectores aseguran que la oferta y la demanda están equilibradas «e creo que o estamos facendo razoablemente ben». Además, rechazan medidas cortoplacistas porque hay grados que ahora tienen baja demanda y en unos años pueden resultar atractivos, o cuya inserción es elevada pese a no tener una matrícula alta.
Eso sí, es necesario optimizar recursos y los grados interuniversitarios son un ejemplo de colaboración entre universidades. Ricardo Cao, rector de la UDC, señala que están funcionando bien y da un pequeño tirón de orejas a la Administración, «precisamos dun aparato normativo para que sexan interuniversitarios tamén na estrutura».
La presencialidad
El sistema gallego no debe perder la presencialidad. «Unha das competencias da universidade pública galega é a presencialidade», dice el rector de Vigo. Las nuevas tecnologías son una herramienta útil pero complementaria. Sobre el aumento de universidades, sobre todo privadas, que ofrecen su formación a distancia, plantean sus dudas, «hai preocupación por experiencias que está habendo, parece que hai un mercadeo de titulacións e a imaxe non é boa», explica el rector de la USC. Se refiere en concreto a la oferta para cursar el máster de profesorado —de enorme demanda en las universidades públicas— un máster que, apunta Antonio López, quizás no tenga sentido antes del proceso selectivo, «quizais teriamos que facelo ao revés, como ocorre cos xuíces ou cos inspectores de Facenda».