Hoy celebra su primera asamblea con listas alternativas desde el 2016, cuando fue elegida portavoz nacional, por las diferencias sobre la futura ejecutiva
01 dic 2024 . Actualizado a las 10:28 h.Frente al baño de masas, propio de los partidos que gobiernan, que el PSOE ha dado este fin de semana a Pedro Sánchez, el BNG celebra hoy su XVIII asamblea en circunstancias muy distintas. En las autonómicas de febrero, los nacionalistas lograron su mejor resultado histórico, pero no se alcanzó el objetivo principal, el Gobierno de la Xunta, la meta que se había marcado Ana Pontón. La consecuencia es que por primera vez desde el 2016, cuando fue elegida portavoz nacional, se presentan candidaturas alternativas a la que ella lidera.
Todo indica que no habrá candidatura de unidad y la pugna entre tres listas pondrá nota al liderazgo interno de Pontón. Sus ocho años al frente del BNG, que había tocado fondo, se tradujeron en un fuerte repunte en las autonómicas pero, aunque ha mejorado, los resultados en las generales y las municipales siguen por debajo de los logrados con Xosé Manuel Beiras y Anxo Quintana.
La gestión del resultado requerirá equilibrios. Un apoyo alto a las alternativas proyectará sombras sobre el mando de Pontón. Si logra una victoria amplia esas dudas no existirán, pero se debilitarían posibles liderazgos de futuro y se reforzaría el presidencialismo contra el que se ha pronunciado la Unión do Povo Galego (UPG), la formación dominante en el seno del Bloque.
Uno de esos liderazgos de futuro lo encarna Noa Presas, parlamentaria encuadrada en el Movemento Arredista y responsable de acción feminista en la actual ejecutiva, que encabeza una de las listas alternativas. La otra opción la lidera Gustavo Barcia, concejal en Mos vinculado al grupo Alicerce. Ese movimiento fue reconocido como colectivo interno por el Consello Nacional del BNG hace dos semanas. Ambas corrientes tienen reivindicaciones en común, una de ellas es reforzar la democracia y el diálogo interno.
Esa es también una de las reclamaciones que planteó la UPG en el comunicado que hizo público el lunes, con el que cambió el tono del proceso interno y le dio una imagen de competición real. La formación marxista-leninista, dominante en el seno del BNG, reclamó el «reforzamento do pluralismo» y el «respecto do carácter e funcionamento frentista do BNG». Para ello reivindica «impulsar unha dinámica interna máis colectiva e coral, afastada de calquera tentación presidencialista». Ese y otros pasajes se interpretaron como un correctivo a Pontón, ya que la campaña del Bloque en febrero tenía un marcado carácter personalista.
En esa línea, el comunicado advertía que la presencia de la UPG «na candidatura que agrupa a maioría da anterior dirección» no debe entenderse solo como un acto de responsabilidad, sino también como una «garantía» de que la nueva dirección «funcionará sobre a base do diálogo, a negociación e o consenso e de que será reactivado o papel do Consello Nacional como órgano de dirección do BNG».
La UPG lamentó que no se alcanzase un acuerdo que permitiese presentar una lista unitaria, lo que habría lanzado un mensaje «potente» de un BNG «unido e con capacidade de integrar todas as correntes e sensibilidades (...) máis forte e cohesionado».
Las diferencias sobre la futura ejecutiva, claves en la aparición de otros candidatos
«Lamentamos que esa vontade integradora que a UPG defendemos desde o inicio non teña sido suficientemente compartida para dar lugar a unha candidatura máis plural e unitaria», dice el comunicado que la Unión do Povo Galego publicó el lunes.
En el idioma de los partidos esas palabras significan que se vetaron nombres o se limitó la presencia de una de las corrientes en la lista única. En este caso, según fuentes del partido, el sector más próximo a Ana Pontón prefirió limitar la presencia de los arredistas en la futura ejecutiva. En el grupo próximo a la portavoz nacional se ve a la corriente que lidera Noa Presas muy próxima a la UPG, partido que nunca ha concurrido a unas elecciones por sí mismo, pero que tiene una enorme influencia en la política interna del Bloque.
Esas diferencias sobre la futura ejecutiva no se cerraron, de ahí la aparición de listas alternativas. Hubo otros signos de esas discrepancias, como que la dirección dejase a Presas sin una de las viceportavocías en esta legislatura del Parlamento gallego, lo que limitó sus intervenciones. Esa decisión causó sorpresa en los demás partidos, que consideran a Presas una rival hábil y trabajadora.
Más allá del impacto que los resultados de hoy tengan en la carrera de la diputada ourensana o en el liderazgo de Ana Pontón, no parece que vayan a tener consecuencias para la influencia interna de la UPG. Parte de sus cuadros concurren en la lista de Pontón y, de acuerdo con el sector de la portavoz nacional, los Arredistas están directamente vinculados a ese partido. Gane quien gane, ahí estarán.