Gobierno y comunidades prevén actuaciones por 2.000 millones de euros entre este año y el que viene para cambiar el modelo de cuidados

La Voz

GALICIA

Un usuario en una residencia de mayores de A Pobra (foto de archivo)
Un usuario en una residencia de mayores de A Pobra (foto de archivo) MARCOS CREO

El plan recoge medidas que buscan facilitar la permanencia en el hogar y cambiar la tónica de grandes residencias por centros más pequeños y conectados con la comunidad

11 dic 2024 . Actualizado a las 14:28 h.

Es habitual que Gobierno central y comunidades autónomas discrepen. Pero en algunas cuestiones están de acuerdo. Una de ellas es la necesidad de cambiar el actual modelo de cuidados, especialmente el de las personas mayores y las dependientes. ¿Hacia dónde ir? Administración estatal y autonómicas abogan por modelos más centrados en el domicilio y la comunidad, por reducir el peso de la institucionalización (es decir, el ingreso en complejos de cuidados) y por alejarse del modelo de grandes residencias para ir hacia centros más pequeños y conectados con el entorno.

Ese acuerdo se ha plasmado en un plan operativo para este año a punto de terminar y el próximo, el primero de los tres planes con los que se pretende desarrollar la Estrategia estatal para un nuevo modelos de cuidados en la comunidad: un proceso de desinstitucionalización, aprobada por el Consejo de Ministros en el mes de junio. En concreto, el plan para 2024-2025 recopila un total de 695 actuaciones con las que Gobierno y comunidades calculan movilizar algo más de 2.000 millones de euros.

Entre esas actuaciones se incluyen, por ejemplo, cambios normativos, como reformar la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (Lapad) o aprobar la nueva Ley de Familias, pero también transferencias para proyectos de formación en materia de cuidados, servicios sociales y accesibilidad en zonas de reto demográfico o el proyecto piloto de atención domiciliaria a personas con ELA con grandes necesidades de apoyo.

A esas medidas, impulsadas desde el Gobierno central, se unen distintos proyectos e iniciativas de las doce comunidades autónomas que participan en el plan, entre ellas Galicia. Por ejemplo, por parte de la Xunta se incluyen cuestiones como las inversiones en Casas Niño o Casas do Maior, el Programa Mentor, la teleasistencia, los programas de envejecimiento activo o la anunciada creación de centros de cuidados intermedios para personas que tras una estancia hospitalaria requieran durante un tiempo una atención residencial específica, entre otras muchas.

Cinco ejes, con el acceso a la vivienda como clave

El plan se divide en cinco ejes. El primero se centra en prevenir las dinámicas de institucionalización, es decir, las condiciones que llevan a que personas mayores, dependientes y otras acaben ingresando en una residencia, promoviendo el acceso a una vivienda digna, el acceso a servicios de proximidad y la respuesta ágil ante los primeros momentos de necesidad de apoyo. El segundo busca fomentar que las personas participen activamente en la toma de decisiones sobre sus vidas y también una mayor concienciación social sobre sus derechos. El tercer eje pivota sobre la transformación de los modelos de cuidado y apoyo, encaminándolos hacia la personalización y la inclusión dentro de la comunidad. El cuarto se centra en el desarrollo de nuevos modelos de servicios y apoyos personalizados y de base comunitaria, garantizando que las personas puedan vivir de modo independiente en su propio entorno. En cuanto al quinto, pretende facilitar las condiciones que habiliten para esa desinstitucionalización, tanto con mejoras normativas como de fondos y financiación, además del diseño de sistemas de cooperación y gobernanza participativos.

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha destacado que uno de los elementos clave que recorre los ejes de actuación del plan es el acceso a una vivienda digna y accesible, de modo que a partir de ahí se garanticen las condiciones que permitan a las personas con dependencia permanecer en su hogar tanto como deseen, o dar el paso a otras viviendas con servicios de apoyo donde seguir construyendo su proyecto de vida. «La vivienda no es solo un derecho, sino la condición necesaria para que se puedan desplegar otro muchos derechos, como el de los cuidados dignos y la autonomía personal», ha resaltado Bustinduy.

El ministro participará este jueves en el Congreso Estrategia de Desinstitucionalización, en el que intervendrán expertos en el sector de los cuidados y se presentará un estudio sobre los procesos de transición hacia modelos de apoyo personalizados y comunitarios.