













El gabinete del fundador del PP, que sirvió de modelo para sus sucesores, estaba integrado por funcionarios, todos hombres, con experiencia en la Administración y variado perfil político
02 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hoy hace exactamente 35 años se conoció la composición del primer gobierno de Manuel Fraga Iribarne (Vilalba, 1922-Madrid, 2012) en la Xunta. Hubo otros dos ejecutivos antes, el de Gerardo Fernández Albor (AP), primer presidente elegido en unas elecciones, y el del socialista Fernando González Laxe, que gobernó con Coalición Galega y el Partido Nacionalista Galego tras una moción de censura contra Albor. Pero el Ejecutivo que diseñó Fraga marcó un modelo y su sombra se proyecta hasta la actualidad. Fraga gobernó más años que sus predecesores, 15 y medio, y lo hizo siempre con mayoría absoluta, con lo que el modelo se consolidó.
El fundador del PP optó por perfiles con experiencia. La media de edad del Ejecutivo era de 48 años y solo uno de ellos, Xosé Cuíña, no había terminado los estudios superiores. La mayoría tenían amplia experiencia en la Administración. «Fraga valoraba a quienes habían pasado una oposición», recuerda Manuel Pérez Álvarez, conselleiro de Traballo. Pero había perfiles políticos, como el del propio Cuíña o el de José Manuel Romay Beccaría, representantes del PPdeG rural y del urbano respectivamente, la boina y el birrete, cuya rivalidad marcó la etapa final del fraguismo. Pero antes, cuando llegaron, dice Pérez Álvarez y corroboran Vázquez Portomeñe y Enrique López Veiga, titulares de Relacións Institucionais y Pesca, era un tiempo de «entusiasmo» y se trabajaba «en equipo».
La fortuna política y vital fue distinta para todos. Tras perder la presidencia en una última legislatura marcada por el Prestige, Fraga se fue al Senado, y mantuvo un peso político específico hasta su muerte en el 2012.
Vázquez Portomeñe, por ejemplo, resucitó el Xacobeo, que era «un vestixio de levísima devoción» para convertirlo en el gran referente turístico de Galicia y en la vía para situarla en el globo. Fue senador y medalla de oro de Galicia en el 2010. Recuerda con cariño su etapa en el Gobierno y de lo hecho, pero confiesa que en política, «non so non repetiría, senon que disuadiría aos meus fillos», porque «as xornadas son de 13 e 14 horas, as preocupacións, tremendas, e as incomprensións, aínda máis».
José Antonio Orza, titular de Economía, repitió en los gobiernos hasta que Fraga perdió la presidencia. Era un «hacendista brillante», dice López Veiga, con un modelo de prudencia en el gasto que sigue vigente en Facenda.
Dositeo Rodríguez, titular de Presidencia, venía de UCD. Fue clave en aquella primera mayoría de Fraga, lograda justo por 38 escaños. También en las negociaciones de las competencias de sanidad. En 1999 fue candidato a la alcaldía de Santiago. No la logró y siguió como edil y vicepresidente de la Diputación hasta el 2006. Murió en el 2020 de covid.

Juan Piñeiro Permuy repitió como conselleiro de Educación, y en 1996 saltó al Consejo Escolar del Estado. Bajo su gestión la universidad se expandió a Vigo y A Coruña. Tras la política siguió vinculado al mundo educativo.
Cuíña, que fue el primer alcalde democrático de Lalín presentándose como independiente, fue uno de los hombres fuertes de Fraga. Muchos le consideraban su delfín hasta que dimitió en el 2003, al relacionarse a una empresa de su familia con la venta de trajes y palas para el vertido del Prestige. Murió en el 2007 de neumonía sin que la polémica se tradujese en acusación alguna.
Romay Beccaría asumió en 1991 la cartera de Sanidade. Siguió en la Xunta hasta 1996, cuando Aznar le nombró ministro de Sanidad. Fue consejero de Estado en dos ocasiones, la última del 2012 al 2018; y Mariano Rajoy le nombró tesorero del PP cuando el caso Gürtel sacudió el partido.
El doctor Manuel Montero Gómez fue titular de Sanidade solo un año. Había sido senador, pero no encajó. Volvió a la medicina y fue presidente de los médicos de Ourense y el Consello de Colexios Médicos de Galicia.
Juan Fernández García fue titular de Industria. Vázquez Portomeñe recuerda que «inventou Galicia Calidade», una iniciativa pionera en todo el país. Dimitió en 1994 por cobrar, «por error», explicó Fraga, dos sueldos públicos incompatibles. En 1995 creó Independientes por Ferrol, con el que llegó a ser teniente de alcalde en el 2003. Regresó al PP en el 2015, cuando dejó la corporación, para cerrar la lista de José Manuel Rey Varela. «Yo soy un pepero y ya está», dijo en ese momento.
Manuel Pérez Álvarez fue creador de la risga. Dejó la Xunta tras cinco años y se convirtió en el primer alcalde de Vigo con mayoría absoluta. No se presentó en 1999, y el PP perdió esa plaza. Tras pasar por el Senado y el Parlamento Europeo, Alfonso Rueda le repescó el año pasado como presidente del Consello Económico e Social.

Daniel Barata Quintas fue el único conselleiro de Centristas de Galicia, formación ourensana que se diluyó en el PPdeG. Puso en marcha la exposición Galicia no tempo. Después pasó por el Consello de Contas y el Consello Escolar de Galicia.
López Veiga impulsó la ley de pesca, que fue recurrida por el Gobierno, pero avalada por el Constitucional. Su carrera discurrió entre Europa y la Xunta, a la que volvió como conselleiro del 2001 al 2005. Luego fue senador y presidente del Puerto de Vigo del 2015 al 2020. Como Pérez Álvarez y Portomeñe, recuerda a Fraga como un hombre «muy razonable» y respetuoso con las instituciones. «Con el Mar Egeo no le hicimos al Gobierno el tiberio que hicieron con el Prestige».