
Hay que advertirles a los jóvenes de hoy que se acerquen a películas del cine clásico, como Todos los hombres del presidente o Los Intocables, de que sus argumentos no son ficticios. Será difícil que nos crean. Un
Hay que advertirles a los jóvenes de hoy que se acerquen a películas del cine clásico, como Todos los hombres del presidente o Los Intocables, de que sus argumentos no son ficticios. Será difícil que nos crean. Un