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La Xunta incrementó a 408 los expedientes sancionadores a alojamientos turísticos

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El responsable de la Axencia de Turismo, Xosé Merelles, responde al Concello de Santiago que dar de baja las presuntas viviendas turísticas ilegales en bloque es una medida «estalinista»

04 jun 2025 . Actualizado a las 15:17 h.

La Xunta incrementó un 15 % las inspecciones a alojamientos turísticos en Galicia durante el pasado año, mientras que los expedientes sancionadores crecieron un 13 %, pasando de 362 a 408, según explicó este miércoles en el Parlamento gallego el director de la Axencia de Turismo, Xosé Merelles. El responsable autonómico compareció en comisión para presentar el plan de inspección turística, centrado especialmente en las viviendas de uso turístico (VUT), donde indicó que el número de actuaciones se elevaron de 3.584 a 4.134 el año pasado.

El director de la agencia destacó que las VUT «medraron de xeito moi importante nos últimos anos», alojando durante el 2024 a un millón y medio de visitantes, cifró. Según dijo, «absorben parte do crecemento da demanda» turística, que se reparte «cada vez máis no tempo e no territorio». Merelles explicó que las actuaciones se han centrado en cotejar la información obtenida a través de las páginas web y otros medios de publicidad donde se anuncien los titulares de estos alojamientos para verificar la declaración de responsabilidad y también su número de inscripción en el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas. Según los últimos datos, a junio de este año existen en Galicia unas 28.000 viviendas de uso turístico. «Desde a Axencia Turismo de Galicia estanse a tomar medidas para optimizar e intensificar a verificación e control sobre este tipo de establecementos turísticos», reiteró Merelles.

Añadió que el objetivo del plan presentado es «manter a calidade turística», controlar «o intrusismo» y ofrecer «axuda e asesoramento ao sector para mellorar a rendibilidade empresarial». «O éxito do turismo galego non é unha casualidade, senón que xorde dunha planificación ordenada da súa actividade», defendió Merelles. También subrayó que el número de inspectores ha aumentado en seis y que la labor se ha vuelto «cada vez máis específica», con un enfoque más formativo que coercitivo. Un aspecto que reprochó la socialista Lara Méndez, quien consideró que el plan de inspección «fía todo» a la «boa vontade dos usuarios». «Hai que facer pedagoxía e asesoramento, pero iso non pode ser o único, pois hai que facer un control exhaustivo», reclamó la secretaria de organización del PSdeG, instando a un control «que detecte as anomalías para ter esa capacidade de corrixir».

El diputado del BNG Daniel Pérez cuestionó la eficacia del sistema y aseguró que «o intrusismo é un problema serio e necesita ser combatido doutro modo». Según los datos que aportó, en el 2011 hubo 5.000 visitas más que en el 2024, y apuntó que el 86 % de los alojamientos en Galicia son pisos turísticos, uno de cada tres explotados por empresas radicadas fuera de la comunidad. «É necesario poñerlles límite dunha vez», reclamó, instando a la Xunta a fijar un tope máximo de VUT.

Viviendas ilegales en Santiago

El popular Borja Verea, líder de la oposición en el Concello de Santiago, preguntó con retórica por qué el gobierno local de la nacionalista Goretti Sanmartín no había cerrado las 600 viviendas turísticas ilegales que, según la alcaldesa, hay en la capital gallega. «Por que non están xa precintadas? Seguen sen responder. Esa é a importancia que lle dá á inspección e ao intrusismo», expuso.

Ante esa proliferación de las VUT ilegales que denuncia el Concello, Merelles aseguró que debe ser respetada la seguridad jurídica de los ciudadanos y el procedimiento administrativo. «As 694 vivendas de Santiago están no Rexistro de Actividades Turísticas, é a nosa obriga. Se o Concello nos comunica unha por unha cales son ilegais comunicarémosllo ao interesado, que poderá defenderse», abundó el responsable autonómico, que cuestionó proceder a darlas de baja en bloque: «Esa xustiza estalinista (..) nun estado liberal, non pode funcionar».