CONTENIDO PATROCINADO

Es el gran protagonista de las mesas estivales en Galicia y, además, la Denominación de Origen nos asegura su excelente calidad. ¿Con qué maridarlo? Bodegas Marqués de Vizhoja te da las claves para encontrar el aliado perfecto

Sofía Bancoff, L. G. V

«El secreto está en que se hagan poco a poco, y el aceite al principio no esté muy caliente», escribía Álvaro Cunqueiro sobre el plato estrella que no falta en ninguna mesa durante el verano gallego. Esos pimientos que «unos pican y otros no», conocidos como Pimientos de Padrón, están amparados por una indicación geográfica protegida y se conocen como pimientos de Herbón

Esta variedad del pimiento de Padrón tiene su origen en el Convento de Herbón en el siglo XVII, cuando los monjes Franciscanos del mismo obtienen semillas procedentes de América, concretamente del estado mexicano de Tabasco. Los monjes, en busca de la especialización en estos pimientos van obteniendo cada vez mejores frutos al realizar selecciones varietales adaptadas a las condiciones climatológicas gallegas. Transmitiendo sus conocimientos a los agricultores y estos a su vez los pasan a las siguientes generaciones, consiguiendo que se establezca una actividad económica de gran importancia para la comarca.

El cultivo tradicional de estos pimientos en el área de Herbón y zonas próximas, con el empleo de prácticas culturales especializadas, se convierten en los cimientos de la Denominación de Origen Protegida Pemento de Herbón. Las zonas amparadas por esta DOP incluyen los municipios coruñeses de Padrón, Dodro y Rois, así como los pontevedreses de Pontecesures y Valga. Es realmente aquí donde se cultivan los auténticos pimientos de Herbón con las prácticas tradicionales, sin calefacción ni luz artificial.

Es tarea ardua encontrar verdaderos pimientos de Herbón fuera de Galicia por el hecho de anteponer la calidad a la cantidad, que se reserva a mercados locales. Y es que no es difícil comprobar que esta comunidad autónoma tiene una gastronomía sin igual y que los meses de verano se llenan de turistas ávidos de nuestros platos, principalmente de aquellos que tienen Denominación de Origen. Los productos con esta certificación otorgan a Galicia «sin duda, un valor máximo», afirma Cesáreo González, presidente del Clúster de Turismo de Galicia. Y aunque no alcance las cifras prepandémicas, después de esta crisis sanitaria, el turismo gastronómico, que copa el 12% del PIB, «es el que más éxito puede tener», sentencia Cesáreo. 

Aunque son muchos los locales que ofrecen esta alternativa vegetal en sus cartas en Galicia, es en una tasca antigua donde más se disfrutan los pimientos de Padrón. Sobre todo si el local se encuentra en este mismo Concello. Os Carrisos es una gran alternativa porque cumple con todos estos requisitos. Ofrece tradición y sabor con productos de la tierra desde 1970, donde peregrinos y visitantes pueden disfrutar de un entorno lleno de tradición. 

Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Galicia y Carmela González, cocinera y propietaria de Os Carrisos
Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Galicia y Carmela González, cocinera y propietaria de Os Carrisos

Para maridar un alimento de Denominación de Origen, nada mejor que un vino con certificado. El albariño Torre La Moreira posee el distintivo de la Denominación de Origen Rías Baixas desde 1988 y pertenece a las Bodegas Marqués de Vizhoja, cuyo fundador Don Mariano, Caballero del Albariño, participó junto con 14 profesionales del sector en promover la creación del Consejo Regulador D.O. Rías Baixas.

Torre La Moreira es también un vino certificado como vegano por V-Label y se considera un vino inclusivo por ser el primero en incluir en su etiqueta un sistema braille. Su último galardón ha sido la medalla de Oro en el prestigioso concurso Best of Wine Challenge Irlanda 2020, con la añada 2019. Sin duda, combinar certificados es todo un acierto, y más cuando son de la misma tierra. Este vino con cuerpo y goloso en boca, es el maridaje perfecto para los pimientos de Herbón, pues su sabor, frescor y aroma similar con notas herbáceas encajan a la perfección con el perfume de los pimientos. Pero ojo, porque como «unos pican y otros no» hay que tener cuidado con los que lo hacen ya que el alcohol del vino aumenta la sensación de picor pero también la consistencia de un buen vino.