Españoles, y concretamente gallegos, se pirran por este alimento. Sin embargo, la mayoría no sabe cómo ni dónde guardarlo para sacarle el mayor partido
Parece mentira que siendo uno de los alimentos favoritos de buena parte del mundo, aún haya un desconocimiento generalizado sobre cómo conservarlo, dónde guardarlo y su tiempo de vida útil. Es cierto que hay más variedades casi que propios turófilos, pero quien presume de ser un verdadero cheese lover tendría que tener al menos unas nociones mínimas de cultura quesera para sacarle todo el rendimiento. Ana Prieto, directora de Queserías del Eume, nos ofrece consejos para sacarle todo el partido a las distintas variedades de queso y para, sobre todo, no echarlos a perder por falta de conocimiento.
El queso y el congelador
«Como todo alimento, sí se puede congelar el queso pero las características no van a ser las mismas. No obstante, le ocurre como a cualquier otro producto; nunca va a tener el mismo sabor, textura ni humedad», comenta Prieto.
Los más duraderos
«Los que más aguantan en casa son los curados o de pasta dura porque no tienen tanta humedad y eso les va a ayudar a que se conserven mejor. En nuestro caso, tanto A Zoca como O Mirador do Eume son los de mejor conservación. El país y Dona do Castro, al ser quesos de pasta blanda y, por lo tanto, húmedos, son más delicados».
Pero sin pasarse. Por eso lo ideal es que dejemos los quesos en la nevera. Ana Prieto pone un ejemplo para entender el porqué: «Imagínate que un queso curado queda fuera de la nevera un día de calor, cuando lo vas a comer, de un vistazo no notas nada raro pero en el sabor probablemente lo encuentres más ácido o incluso con una textura distinta». Además, insiste esta experta, para que se atempere y recupere todo su sabor, lo mejor es sacarlo del frigorífico media hora antes de su consumo.
El mito del paño
«Lo de tapar el queso con un paño es una tradición que seguimos conservando años después aunque en la mayoría de casos ahora no tenga sentido. Cuando nuestras abuelas hacían queso, estos solían ser muy blandito y húmedos, como el queso fresco. Así que les colocaban un paño para que no se desparramaran demasiado ya que no tenían nevera para conservarlo y así guardaban su forma. La verdad es que para que el queso vaya secándose lentamente y absorbiendo la humedad, es una buena técnica».
¿Puedo usar papel film?
Sí si el queso está cortado en porciones. «De esta forma no se seca la parte del corte y se conserva mejor. También está perfecto en una quesera». «Si está entero no es necesario envolverlo en un paño, con dejarlo al aire encima de la rejilla de la nevera es suficiente, así ventilará por arriba y por abajo», señala Prieto.
Moho, mi villano favorito
«Puede ocurrir en los quesos blandos gallegos como el del país, que salga algún moho tras haber pasado mucho tiempo en la nevera. No pasa nada. Se le saca con un cuchillo y el resto del queso sigue en buen estado y con su sabor habitual. Hay que decir que el queso es un alimento vivo que está evolucionando constantemente y por eso ocurren estas cosas».
Bonus track
Nada tiene que ver con la conservación del queso, pero son tantas las preguntas que le hacen los clientes respecto a este tema que Ana Prieto considera indispensble aclararlo. «Independientemente del tipo de corteza que tenga el queso, nosotros aconsejamos o bien lavar el queso una vez se llegue a casa o retirar la corteza una vez vaya a consumirse, pues se trata de una parte muy manipulada, que ha pasado por manos del fabricante, comercial, tendero...»
