Peter Phillips, nieto de Isabel II, se casa con una canadiense

Efe

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En una boda discreta y deslucida por las lluvia, undécimo en la línea de sucesión al trono británico, se casó hoy con Autumn Kelly y se convierte en el primer nieto de la reina Isabel II de Inglaterra que contrae matrimonio.

17 may 2008 . Actualizado a las 21:39 h.

En una boda discreta y deslucida por las lluvia, Peter Phillips, undécimo en la línea de sucesión al trono británico, se casó hoy con la canadiense Autumn Kelly y se convirtió en el primer nieto de la reina Isabel II de Inglaterra que contrae matrimonio.

Phillips, hijo de la princesa Ana, y Kelly, ambos de 30 años, se dijeron el «sí quiero» en una ceremonia oficiada en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, a la que asistieron unos trescientos invitados, de los que setenta procedían de Canadá.

Peter, que trabaja para el banco Royal Bank of Scotland, y Kelly, que ejerce como consultora de dirección, se conocieron en 2003 en el Gran Premio de Fórmula Uno de Montreal (Canadá).

En un principio, el nieto de Isabel II le ocultó su linaje a la joven canadiense, quien se enteró de que se había enamorado de un miembro de la Familia Real británica al ver a Phillips en un programa de televisión sobre el príncipe Guillermo.

Entre los asistentes a la boda destacaron la Reina y su marido, Felipe de Edimburgo, así como la princesa Ana, la hermana del recién casado, Zara Phillips, el príncipe Carlos -heredero a la Corona- y la esposa de éste, Camilla Parker Bowles, duquesa de Cornualles.

No faltó tampoco el príncipe Enrique, de 23 años e hijo menor de Carlos, quien tenía previsto presentar formalmente a su novia, Chelsy Davey, de 22 años, a su abuela, la reina Isabel II, según anticipó la prensa británica.

El gran ausente resultó el hermano de Enrique, el príncipe Guillermo, de 25 años, quien no acudió a la boda porque tenía otro compromiso social en Kenia, donde se casa un amigo.

Pero sí estuvo, en cambio, la novia de Guillermo, Kate Middleton, de 26 años, de la que se dice que podría anunciarse pronto su compromiso con el joven príncipe a la vista de lo bien acogida que ha sido en el círculo de la Familia Real.

Sin la pompa habitual de las bodas reales británicas, el banquete nupcial de Phillips y Kelly se celebró en Frogmore House, una imponente mansión campestre radicada dentro de los terrenos del Castillo de Windsor.

La esposa del nieto mayor de Isabel II tuvo que abandonar su fe católica y convertirse a la Iglesia de Inglaterra antes del casamiento, a fin de permitir a su marido retener su derecho al trono.

Desde 1701, los herederos a la Corona en este país que se casen con católicos no pueden acceder al trono, pues el Rey o Reina no sólo ejerce como jefe de Estado sino también como cabeza de la Iglesia de Inglaterra.

A diferencia de sus primos, Guillermo y Enrique, y su hermana (que tiene una exitosa carrera deportiva como jinete), Peter Phillips ha tendido siempre a la discreción y a permanecer en un segundo plano.

Sin embargo, el nieto mayor de la Reina ha aceptado en esta ocasión una oferta de la revista «Hello!», que la prensa británica cifra en 500.000 libras (625.000 euros, un millón de dólares), para la cobertura fotográfica en exclusiva de la boda.

«Hello!» se ha referido a las nupcias como «un romance de cuento de hadas que ha tendido puentes entre continentes y divisiones sociales».

No obstante, algunos de los medios que han quedado fuera de la cobertura del enlace no han ocultado su enojo por la decisión de la pareja.

«Vaya comienzo para la vida de casado del hijo de la princesa Ana, Peter Phillips, al cobrar por el accidente de su nacimiento y literalmente vender a su abuela a 'Hello!», espetó hoy el diario «Daily Mail».