La viuda de Balduino I fue objeto en 2009 de intimidaciones similares a las actuales, pero se las tomó a broma.
20 jul 2010 . Actualizado a las 21:49 h.La reina Fabiola, viuda de Balduino I, ha sido nuevamente amenazada de muerte y el autor de la intimidación ha anunciado que llevará a cabo su objetivo hoy, fiesta nacional de Bélgica. En lo que parecen ser actos de un perturbado, Fabiola de Mora y Aragón, 81 años, fue objeto en 2009 de intimidaciones similares a las actuales, pero se las tomó a broma y se presentó en la tribuna presidencial del desfile militar con el que se realza la conmemoración portando una manzana verde, pues el criminal pretendía cumplir su amenaza con una ballesta.
Esta vez, la Policía, en su re_acción ante las nuevas amenazas, ha pedido a Fabiola que no se las tome a broma y que procure no provocar al potencial criminal con alusiones más o menos divertidas a Guillermo Tell, como hace un año. La reina de los belgas -comparte esta condición con Paola, esposa de Alberto II, por deferencia de la Casa Real ante la gran simpatía que despertaban su difunto esposo y ella en la opinión pública- se niega a portar un chaleco de seguridad, pero será objeto de una vigilancia especial, como ya sucediera en la festividad de 2009. La tribuna presidencial del desfile conmemorativo del acceso al trono del primer monarca belga, Leopoldo I de Saxo Coburgo Gotha, el 21 de julio de 1831, está situada en un lugar despejado, frente al Palacio Real y ante un parque. La extensión no parece difícil de controlar, pero el acontecimiento congrega todos los años a miles de personas, entre las que el potencial asesino podría fácilmente esconderse.
Exigencias inasumibles
No se han hecho públicas las razones esgrimidas por el autor de las amenazas. El periódico que ha recibido la mayor parte de ellas, tanto este año como el pasado, dice que constituyen una retahíla de exigencias inasumibles, mezcladas con reproches por la remuneración oficial que Fabiola recibe de los presupuestos del Estado.
En 2008 se registró en Bélgica una polémica de una cierta intensidad al conocerse que Fabiola percibe casi 1,5 millones de euros del Estado, sobre un total de 12,7 millones asignados a la familia real en su conjunto, a través de lo que se conoce como la Lista Civil. Una parte de la opinión pública consideró injustificada la dotación de Fabiola y se preguntó si se la expatriaba a España o si financiaba con ella obras católicas -la reina, como el difunto Balduino, es creyente-.
De aquella polémica surgió el convencimiento de que era necesario revisar la lista de beneficiarios de la Lista Civil, en la que adscritos los reyes pero también sus vástagos.