El presentador televisivo y radiofónico presenta el libro «El fin de una época», con experiencias y reflexiones sobre el oficio.
02 mar 2011 . Actualizado a las 18:09 h.El periodista Iñaki Gabilondo ha opinado hoy que para garantizar la supervivencia de su oficio el informador debe poner ante sí barreras éticas, aunque ha considerado que el periodismo está siendo desbordado por la lógica económica.
Iñaki Gabilondo ha presentado hoy su libro «El fin de una época», que recoge sus experiencias y reflexiones sobre el oficio de periodista, sus principios, el mundo en el que se desenvuelve y el momento de transición que el periodismo está viviendo actualmente.
Pero, sea cual sea el momento en el que vive, el periodista «tiene que defender unos principios éticos, rodearse de barreras éticas para lograr que el periodismo se convierta en una profesión que tenga un encaje global», ha señalado.
«El periodista es una persona a la que le importan los demás, que tiene conciencia de la gente, por muchos cambios tecnológicos que se produzcan», ha señalado, pero ha criticado el hecho de que el periodista español «no ha rescatado ninguna línea defensiva».
Esta barrera ética, esos principios, según Gabilondo, deben ser inalterables, sea cual sea la empresa, «tanto si nos compra Disney como si pertenece a Polanco; tanto si es del Frente de Juventudes como del Comunismo Internacional».
«El periodismo debería desarrollarse de acuerdo con unos parámetros intocables, unos principios éticos» y ha asegurado que «mientras haya un solo empresario que crea que todo se puede jugar en nombre de la libertad de expresión, acabará conduciendo el oficio en la dirección que más le interese».
Comentando sus años en la radio, el periodista ha explicado que la gente sólo veía diferencias ideológicas entre sus otros competidores, como Federico Jiménez Losantos, Antonio Herrero, Luis del Olmo o Carlos Herrera. «Pero había más, como el ansia de notoriedad, los niveles de audiencia, la competencia, de forma que se han utilizado tácticas para conseguir más audiencias, disfrazada de ideología», ha señalado.
Actualmente, la industria de la comunicación vive sometida a la lógica empresarial «y en nombre de este sistema se despide o no a la gente, se incorpora o no a más trabajadores» e Iñaki Gabilondo lo tiene claro: «el peor enemigo de la libertad de expresión es el paro».