Guillermo y Catalina pasean por Londres en un Aston Martin

Agencias

GENTE

Sonrientes, los recién casados viajaron en el coche de los años 60 por la avenida The Mall hasta Clarence House, residencia del príncipe Carlos.

29 abr 2011 . Actualizado a las 22:35 h.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton se convirtieron hoy en marido y mujer en una ceremonia celebrada en la abadía londinense de Westminster con cientos de millones de personas de todo el mundo como testigos a través de la televisión. Tras una breve recepción en el palacio de Buckingham, los recién casados siguieron en un automóvil Aston Martin azul oscuro conducido por el príncipe Guillermo hasta Clarence House, residencia del príncipe Carlos en Londres. Allí podrán tener algo de tiempo juntos antes de la gran cena de esta noche.

Sonrientes, Guillermo y Catalina viajaron en el coche de los años 60 por la avenida The Mall. Del coche colgaban globos y en la placa se leía «JUST WED» (recién casados). Por delante, el automóvil llevaba el típico cartel con una L para los aprendices de conductores («learner»).

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Los nuevos duques de Cambridge se dieron el «sí quiero» esta mañana frente al altar principal de la abadía de Westminster, tras lo cual el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, les declaró marido y mujer.

«Pronuncio que sean hombre y mujer juntos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén», dijo Williams.

Previamente, los novios prometieron «amarse, confortarse y honrarse» en los votos matrimoniales que intercambiaron frente al altar y el príncipe Guillermo puso el anillo a la novia, una alianza de oro regalado por la reina, procedente de una mina del País de Gales, tal y como establece la tradición de la monarquía británica.

La pareja utilizó para la ocasión la ceremonia prevista en la Serie Uno del Libro de Oración Común de la Iglesia de Inglaterra.

Eran las 11.14 hora local (10.14 GMT), momento en el que Catalina se convirtió en su Alteza Real la duquesa de Cambridge, un título que Guillermo recibió por la mañana de su abuela, la reina Isabel II.

Todos los ojos estuvieron puestos en una contenida y emocionada Catalina, vestida con un elegante vestido color marfil, diseñado por Sarah Burton para la firma del fallecido Alexander McQueen.

La pareja sonrió y se miró constantemente a los ojos mientras intercambiaron los votos matrimoniales, flanqueados por el príncipe Enrique, hermano de Guillermo y padrino en esta boda, y de Michael Middleton, padre de Catalina.

La ceremonia se desarrolló con precisión matemática y solo hubo un momento de duda cuando Guillermo tuvo problemas para poner el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de su esposa.

El príncipe Guillermo no llevará alianza de casado.

El «sí quiero» fue recibido con júbilo en todo el país, donde millones de personas siguen en las calles y en sus domicilios la que ha sido declarada como la primera «boda del siglo XXI».

Durante la ceremonia se ha escuchando música de otros famosos compositores británicos del siglo XX como Edward Elgar, Vaughan Williams y Benjamin Britten.

Guillermo y Catalina han querido recordar el matrimonio en 2005 del príncipe Carlos y Camilla, la duquesa de Cornualles, incluyendo una composición de Maxwell Davies, titulada «Farewell to Stromness», que sonó ya en aquella boda.

Catalina quiso además incluir una popular canción del folclore de origen isabelino, titulada «Greensleeves», a la que hace ya referencia William Shakespeare en su comedia «Las alegres comadres de Windsor».

El toque de modernidad lo puso una fanfarria especial titulada «Valiant and Brave», lema del escuadrón de búsqueda y rescate de la Royal Air Force al que pertenece el príncipe de Gales.

La fanfarria, de medio minuto de duración, será interpretada por siete trompetas y un tambor de la Banda Central de Royal Air Force en el momento en el que los recién casados inicien su camino hacia la salida por la Gran Puerta Occidental de la abadía.

Los recién casados se subieron a una carroza 1902 State Landau tirada por cuatro caballos blancos y acompañada por cocheros y dos jinetes en caballos negros, seguidos de la guardia real montada a caballo.

La State Landau es la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana en el recorrido que hicieron entre la catedral de San Pablo y el palacio el día de su enlace matrimonial, el 29 de julio de 1981.

Los novios realizaron un breve recorrido por las avenidas céntricas de Londres, como Pall Mall y Whitehall, para saludar a las miles de personas que flanquean las calles, hasta llegar al palacio.