Luxemburgo se va de boda real

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Guillermo de Luxemburgo, el último heredero soltero de Europa, contrajo matrimonio civil con Estefanía de Lannoy

20 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer fue la ceremonia civil e íntima; hoy será la cita religiosa y ante todo el Gotha. Guillermo de Luxemburgo, el último heredero soltero de Europa, contrajo matrimonio con Estefanía de Lannoy, una noble belga, dando inicio a un fin de semana de celebraciones. Como corresponde por protocolo, en la ceremonia y fiesta de hoy España estará representada por los príncipes de Asturias, como hederedos al trono igual que los contrayentes. La presencia de la reina se descarta, ya que esta suele acudir cuando hay una relación familiar, algo que en Luxemburgo -de la casa Nassau y Borbón de Parma- no se da de forma directa.

En cuanto a la ceremonia en el Ayuntamiento luxemburgués, resultó íntima, relajada y muy emotiva. El alcalde, Xavier Bettel, aludió a la elección del sitio -hasta ahora, las bodas reales se celebraban en el palacio ducal- diciendo: «Es una prueba de la modernidad que refleja su apertura al cambio y la voluntad de hacer frente a los desafíos actuales con las reglas democráticas».

La gran ausente de la jornada fue la madre de la novia, fallecida en agosto cuando la pareja ya estaba comprometida. En su recuerdo, Estefanía lució el anillo de pedida de su madre, complemento del conjunto tweed de Chanel en marfil con zapatos y bolso plateados de la misma marca. Cada una de las mujeres de la familia real optó por un diseñador diferente: la gran duquesa María Teresa llevaba vestido y levita en tonos champán de Elie Saab, de tela brocada y bordados en oro; la hermana del novio, la princesa Alejandra, prefirió un Dior algo arriesgado por su forma; y la esposa de Luis de Luxemburgo, la princesa Tessy, se decantó por un modelo en tonos arena del americano Ralph Lauren.

La pareja, ya casada, recorrió andando la distancia entre el ayuntamiento y el palacio, cruzando la llamada plaza Knuedler donde unos 2.500 ciudadanos les vitoreaban. Los jóvenes -él tiene 30 años y ella 28- recogieron todo tipo de regalos y charlaron con los vecinos.

Estefanía de Lannoy es una rareza entre las novias reales de la última década, ya que pertenece a la más rancia nobleza belga, nacionalidad que perdió ayer al hacerse luxemburguesa, lo que supuso cierta polémica porque habitualmente es un proceso muy complejo.