Noelia Castro está en racha y quiere exprimir al máximo este empujón que le ha dado sobresalir entre las modelos españolas. Acaba de firmar un contrato de cinco años con la prestigiosa agencia Elite y espera dar el salto internacional en China
04 ago 2013 . Actualizado a las 12:58 h.Pasear al lado de Noelia Castro (A Coruña, 1997) hace que la poca autoestima que una tenga se enfangue para siempre en el bochorno. Los murmullos se hacen eco cada vez que ella da dos de esas zancadas de modelo porque es imposible no girarse para mirarla. «Tiene algo», dice su madre, todo el mundo nos lo comenta cuando la ven sobre la pasarela. Ese algo puede medirse objetivamente, 1,73 de estatura, y un cuerpo que se bambolea en el canon del 84-60-89 y que ella justifica con un susurro de voz dulce, de alumna de 4.º de la ESO: «Soy bajita, es cierto». Es entonces cuando nuestro reflejo en el escaparate revela, como la lección de Barrio Sésamo, la diferencia entre alta y baja, que enseguida ella aclara: «En la moda, 1,73 no es mucho, pero bueno, Kate Moss mide más o menos lo mismo que yo y ¡mira adónde ha llegado! Su forma de ser y su modo de mirar hace que lo llene todo cuando se sube a una pasarela, porque tiene un instinto natural para seducir».
Un fotógrafo se fijó en ella
Para Noelia Castro, Kate Moss es un referente en una profesión que ella está empezando a saborear ahora que acaba de ganar el concurso Elite Model Look, pero en la que se inició con suerte desde el principio. La casualidad hizo, como en las películas o en las historias de las auténticas tops, que un fotógrafo se fijase en ella cuando iba por la calle y decidiese enviar esas imágenes, con permiso de la familia de Noelia, a la prestigiosa revista Vogue Italia. Sus padres recibieron entonces la primera señal de que la vida de Noelia pisaría sobre el vaivén de la moda, en un desajuste con la realidad «normal» de un entorno de una familia coruñesa de clase media. Por eso su madre se afanó desde el principio en guiar la carrera de Noelia con la protección lógica hacia una chica de apenas 15 años. «En el fondo -dice Noelia- sigue habiendo los mismos prejuicios de siempre sobre el mundo de la moda. Es inevitable que te tachen de frívola simplemente porque te dedicas a esto». Está acostumbrada a ese tipo de etiquetas, que por el momento ella sobrelleva porque es una alumna excelente. «Soy muy organizada, así que hasta ahora he compatibilizado bien el trabajo y las clases. Los profesores en general lo entienden, aunque es verdad que no es igual que si yo me dedicase a un deporte, por ejemplo. En el fondo, lo de ir a desfilar sigue sonando a superficial», añade.
Pero Noelia está en racha y quiere exprimir al máximo este empujón que le ha dado sobresalir entre las modelos españolas. De nuevo la casualidad le apuntaló el destino. Si el concurso de Elite Model Look no hubiese pasado por A Coruña, hoy ella no estaría sonriendo como lo hace. Noelia se presentó al cásting que organizó la agencia que catapultó en los noventa a Claudia Schiffer o Naomi Campbell y enseguida se fijaron en ella. Hace tres semanas cumplió su sueño en Barcelona, donde un jurado de profesionales la destacó como la mejor modelo con un premio que en los tiempos que corren tiene la lazada de la seguridad. La agencia Elite le ha hecho un contrato por cinco años y es la encargada de dirigir a partir de ahora su carrera. «No tengo un sueldo mensual ni nada parecido -explica Noelia-, pero sí cobraré cuando haga los trabajos que me vayan saliendo. La verdad es que el concurso me ha abierto las puertas como yo no hubiese imaginado nunca. Me trataron estupendamente y creo que una de las claves ha sido mi actitud, porque estaba absolutamente relajada y lo disfruté muchísimo todo».
Noelia tiene esa dualidad camaleónica de las modelos que con solo oír el flash se manejan con una soltura imposible para una chica de 16 años. Se reconoce presumida, pero en la naturalidad, no lleva pendientes, aunque sobre unos tacones -indica- es la mujer más feliz del mundo y la más segura. Le encanta vestir de Zara, y que la maquillen y peinen, y cuenta con inocencia que una de las cosas que más le gustaría sería conocer Inditex por dentro. «Paso mucho por allí porque mis abuelos tienen una casa en Barrañán y cada vez que veo su extensión, pienso en cómo será».
una barriga modelada en el surf
De su físico, Noelia detesta (¡ese clásico!) sus dedos de los pies, pero le gusta su barriga, modelada en el voley y el surf, y sus rasgos exóticos. De hecho, comenta que en este concurso no se ha encontrado con ninguna aspirante rubia de ojos azules, en una influencia que ella sitúa en la moda asiática. «Se ha notado bastante, no solo en los diseños que todos llevamos, sino también en los escaparates, en las caras que publicitan las marcas de cosméticos y perfumes y, por supuesto, en la pasarela», dice.
Dentro de unos meses tendrá que poner rumbo a China porque allí se celebra el concurso internacional de modelos de Elite donde se medirá con las mejores del mundo. «Que se preparen, voy a arrasar», bromea sin que la risa le haga perder su obstinación Tauro. «Soy muy independiente y cabezona, sí, todo lo consigo a base de tesón y esfuerzo. Creo que he madurado antes de tiempo y es difícil que decaiga: lucho hasta conseguir aquello que me propongo. Pero soy también muy machacona conmigo misma, siempre creo que puedo dar más y mejorar». Su madre, a su lado, asiente. Noelia dice que ella ha sido siempre su red y su hermana, su confidente y su mejor amiga.
Ninguno en su familia se imaginaba hace un año que el camino se le allanase de forma tan rápida, por eso sus padres han cedido a la evidencia: «Es su felicidad y todo se le ha puesto de cara, ella seguirá formándonse, pero la carrera de modelo son solo unos años y es lógico que quiera aprovechar este tirón». A Noelia, que en un tiempo se imaginó estudiando Medicina, no le gusta que la equiparen con una Miss («es como confundir chinos y japoneses») y pone todo su empeño en mirar a los ojos si el objetivo es el interior de las personas. A ella le sobra empuje y con su zancada llegará como una top a lo más alto.
El vigués Álvaro Silveira y la coruñesa Noelia Castro fueron elegidos mejor modelo masculino y femenina, respectivamente, entre los once aspirantes del concurso Elite Model 2013, que se celebró hace unas semanas en Barcelona, tras organizar cinco cástings en distintas ciudades españolas. Creado en 1983, bajo el nombre Look of the Year, es el certamen más prestigioso dentro del sector. Elite está en los cinco continentes y representa a 2.000 modelos.